Entrevista a Ángel Lozano, autor de "El fin del ayer"


Dos historias paralelas en épocas distintas, así se resume la novela histórica El fin del ayer del autor Ángel Lozano quien, en esta entrevista, nos cuenta los pormenores de su texto.

¿Cuándo y por qué decides crear tu novela?

Nace de una visión. Yo tuve la fortuna de vivir y respirar Titulcia durante unos años por motivos laborales, y ya cuando contemplé por primera vez el cerro en que se enclava fui asaltado por la misma impresión que asalta al protagonista de la novela de la época actual. Y es que la historia las historias, pues son dos novelas en una se desarrollan una en la Titulcia hispano-romana del 216 d. C., bajo el reinado del emperador Caracalla, y otra en esta Titulcia actual de la Comunidad de Madrid. Es decir, el mismo lugar y el mismo tiempo estacional: verano, e incluso coincidiendo a lo largo de los mismos días del mes, pero con dos mil años de separación.

¿Por qué elegiste llamarla de esa manera?

El título hace referencia a cómo la historia actual cierra, o no, la que sucedió hace dos mil años, a la vez que se corresponde con el final de una etapa en mi vida.

¿Cuánto tiempo tardaste en reunir datos e información para poder escribirla?

Después de la inspiración, la información fue surgiendo de manera natural y espontánea a lo largo de mi paso por Titulcia. Supongo que mi interés desde siempre por el mundo romano había abonado el terreno y las sensaciones que me producía la presencia del cerro y la percepción de la ciudad romana ya desaparecida como viva todavía, junto con los misterios actualmente existentes en torno a ella, han hecho el resto.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de esta historia?

En su veracidad y su humanidad. Esa visión que la origina no fue para mí una experiencia en la que yo era un simple observador, sino que la sentí como si hubiese sido real, una experiencia mía. Por otra parte, cualquiera de nosotros podría ser uno de sus personajes, y cualquiera de sus personajes podría ser uno de nosotros, e incluyo a los de las dos épocas, ya que los principales están en las dos. En el fondo es una humanidad que anula los límites del tiempo, la historia de un amor y una expiación más allá de él y hasta a pesar de él.

¿Cuál es tu personaje favorito y por qué?


En la época actual diría que Clara, pues siendo consciente de que vive anulada como mujer y aun viendo aumentada esa consciencia con la llegada de Abel por la atracción que lo empuja hacia él, se encuentra tan atenazada por el miedo que es incapaz de romper sus cadenas, por lo que sufre terriblemente.

En la época romana elegiría a Próculo, a quien una inocente ingenuidad le impide ver las dificultades en su intento de acercarse a su amada Hesíone, lo que lo hace capaz de todo.

Me gusta ese contraste que ambos representan entre el miedo que paraliza e impide ver, imposibilitando la liberación, y la temeridad que excita hasta cegar, posibilitando la autodestrucción.

¿Cómo describirías tu estilo?

Los lectores de mis novelas coinciden en que es cinematográfico y yo estoy de acuerdo, y hasta añadiría que lo es aún a costa de lo literario si es preciso. Trato de ser directo y sin artificio, natural y cómodo de seguir. Detesto la palabra rebuscada, el alarde narrativo, la imposición del sinónimo porque sí o para no... Lo que busco es que prime la imagen sobre la palabra, el estímulo a la imaginación sobre el texto cerrado, lo interpretable sobre la historia, la narración sobre el narrador, el lector sobre el autor.

¿Qué parte te resultó más complicada de escribir?

No una parte en sí, sino el ensamblaje de la trama, las dos tramas, en las dos épocas. Ambas se desarrollan en el mismo lugar, el mismo tiempo estacional y los mismos días del mes, alambicándose de modo que en cada una se producen hechos que tienen su manifestación en la otra, y aunque los tiempos cronológicos son los mismos, los tiempos narrativos no lo son.

¿Quién o quiénes fueron los primeros en leer este libro? ¿Cuál fue la primera impresión?

¡Vosotros fuisteis los primeros al recibir mi propuesta de edición y habéis decidido publicarlo! ¡Entiendo que habrá sido la mejor!

Si tuvieras que presentar este libro a nuestros lectores, ¿con qué palabras lo harías?

Es una novela en dos tiempos distintos cuyo centro es la historia de un amor malogrado que todavía busca consumarse dos mil años después.
¿Por qué crees que nuestros lectores debiesen leer tu libro?

Porque nunca está de más volver a recordar que no es el tiempo lo que mueve nuestra vida, sino el amor, que está por encima de él ya que pervive más allá de la muerte. No es nuestro tiempo interior el que nos mueve, el que está en algún lugar dentro de nosotros lo sintamos o no; ni nos mueve el exterior, el que se empeñan en que anule nuestra capacidad de sentir el otro. Lo que nos mueve es el amor, nada más que el amor. De hecho no solo lo hace cuando está, ¡sino también cuando no está! ¿Alguien puede negar eso?





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