Entrevista a Miguel Rivera, autor de El retrato del Depredador









Una historia de amor demencial y la exploración del lado oscuro de la mente humana son los principales ingredientes de una trama que no os dejará indiferentes. Conoced a Miguel Rivera y a su novela El retrato del Depredador.



¿Cuándo y por qué decides crear tu novela?

Llevaba queriendo escribir una novela desde los catorce años, cuando leí por primera vez Entrevista con el Vampiro de Anne Rice y me sentí fascinado por el uso del lenguaje de la autora y la vida de los personajes, que eran vampiros que vivían de forma lujosa, cometiendo maldades a placer. Muchos años después llegué a escribir un borrador con ideas para mi propia novela, y más adelante escribí al fin El Retrato del Depredador, con la que intenté rescatar la sensación que tuve al leer Entrevista con el Vampiro y plasmarla en mi propia obra.

¿Por qué elegiste llamarla de esa manera?

El título está sacado de la canción A Predator’s portrait, de la banda Soilwork. No tiene nada que ver con la historia; lo escogí porque me gustaba cómo sonaba en español. Y también me gusta la canción, por supuesto.

¿Cuánto tiempo tardaste en reunir datos e información para poder escribirla?

Me fui inventando la historia a medida que escribía la novela, de modo que investigaba a medida que se me iban ocurriendo las ideas. En total, tardé exactamente tres meses en escribirla.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de esta historia?

En la combinación de géneros. Es, en esencia, lo que se podría llamar una novela de vampiros, pero también tiene romance, aventura, intriga y acción… por no mencionar una dosis más que abundante de morbo.

¿Cuál es tu personaje favorito y por qué?

Eleanour Aleksandersen. Me parece que logré crear un personaje que representa a la perfección la esencia de la historia (mezcla de romanticismo y morbo), y que además es complejo, interesante y cautivador.

¿Cómo describirías tu estilo?

Muy influenciado por Anne Rice, especialmente las primeras obras de la serie Crónicas Vampíricas. A menudo escribo párrafos que rozan la prosa poética, con descripciones sensuales y detalladas, pero sin llegar a los excesos. Opino que en la literatura es importante usar un lenguaje rico, pues las palabras son lo único que uno tiene a su disposición para estimular la imaginación de los lectores.

¿Qué parte te resultó más complicada de escribir?

La novela tiene un total de 26 capítulos, y me quedé atascado en el capítulo 20. Antes de continuar escribiendo, decidí desarrollar las ideas en mi mente un poco más y escribir resúmenes para los 6 capítulos restantes antes de continuar. Creo que mereció la pena, y el final quedó bien estructurado.

¿Quién o quiénes fueron los primeros en leer este libro? ¿Cuál fue la primera impresión?

La primera en leerla fue mi madre, a continuación mi amigo Hugo, y más adelante otras personas. Todo el mundo parecía estar de acuerdo con que la novela estaba bien escrita.

Si tuvieras que presentar este libro a nuestros lectores, ¿con qué palabras lo harías?

El Retrato del Depredador es una novela de vampiros con una dosis fuerte de romanticismo y morbo, y con una trama elaborada y ambiciosa. Combina elementos de intriga y giros de trama frecuentes para mantener la atención del lector, sin olvidar nunca que es, en esencia, una historia de amor depravado.

¿Por qué crees que nuestros lectores debiesen leer tu libro?

Porque tiene una combinación de géneros y un enfoque que, en mi opinión, no se ve muy a menudo, combinado con un lenguaje rico y expresivo. Es una historia de amor y a la vez un thriller; tiene una atmósfera y un ambiente cargado y al mismo tiempo la trama avanza con rapidez y tiene giros frecuentes. Por encima de todo, es una exploración del lado más oscuro de la mente humana, hecha con pasión e ilusión.


Podéis conocer más del autor y su novela a través de su Facebook e Instagram.










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