Entrevista a Miriam Baños, autora de la novela Tan solo eran retratos







La libre elección de la mujer en épocas anteriores como un desafío, la diversidad de clases sociales, la capacidad de adaptación de los personajes según la localización y contexto en donde se desarrolla la historia, son los ingredientes principales de Tan solo eran retratos. Conoced a la autora, Miriam Baños, y su relación con la novela.


Lee los primeros capítulos



¿Háblanos un poco acerca de tu libro?

Tan solo eran retratos es un título que hace referencia a un pasado que se nos narra en la actualidad. Contemplando viejas fotografías que, seguramente, todos tenemos guardadas, somos conscientes del pasado que nos ha precedido.
Me gusta recalcar el personaje femenino en épocas pasadas. La mujer podía permanecer en un segundo plano o “atreverse” a ser ella misma y lanzarse a la búsqueda de placeres que hasta entonces tenía reservado el hombre…
Elisabeth se encuentra con una herencia y con un suculento legado del cual desconoce su procedencia, su historia. Será a través de sucesivos retratos, fotografías, así como a través del relato del profesor Hanselman Necker cuando conocerá el significado de dicha herencia.

Tan solo eran retratos… ¿por qué?

Necesitaba plasmar en esta obra la historia que me hubiese gustado leer, analizar y estudiar en una clase de literatura o simplemente poder encontrarla en una librería.

Me encantan las historias pasadas que marcaron un antes y un después. Para mí, la literatura supone viajar en el espacio y en el tiempo de modo vertiginoso, acelerado; el poder vivir otras vidas; el despertar todo lo dormido que llevas dentro de ti. Es ser tú mismo, en varias versiones, sin restricciones ni cohibiciones. Nada está prohibido en Tan solo eran retratos, todo es posible en esta obra… Te puedes ver perfectamente reflejado en cualquier fotografía que data de varias décadas anteriores, incluso siglos.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de esta historia?

Diría que en la variedad de tramas que presenta la obra, así como en la fuerza que ejercen sobre la historia cada uno de los personajes. Nos interesamos igualmente en ver qué sucede con nuestra protagonista, Gabriela Guzmán, y, al mismo tiempo, estaremos pendientes de conocer el desenlace del resto de los personajes. Todos ellos nunca pasarán a un segundo u olvidadizo plano.

¿Cuál es tu personaje favorito y por qué?

Obviamente, Gabriela Guzmán es mi heroína, una protagonista con una vida tan intensa como acelerada, que captará la atención de su entorno, allá donde vaya. Todas las mujeres desearán ser ella… No obstante, mi personaje favorito es el de Hanselman Necker, la voz y el alma de toda esta historia. Lo acompañamos desde que era un niño que vagabundeaba por las calles hasta que se convierte en un flamante profesor de derecho universitario. En plena madurez de su etapa, incluso estando recién licenciado, es cuando se convertirá en todo un referente en su entorno, siendo notoriamente admirado en su gremio.

¿Cómo describirías tu estilo?

Me encanta utilizar el flashback, en cuanto a la cronología temporal: presente-pasado-regreso al presente. Intento alternar un lenguaje con reminiscencias de estilos precedentes con una narración progresiva, rápida y viva. Aunque a veces mantengo una actitud crítica y una aspiración a lo natural, con frecuentes denotaciones de grandes preocupaciones ideológicas, sociales o personales, pretendo alcanzar una cierta familiaridad entre el autor-lector, así como una obra espontánea y cálida, aunque con toques rompedores y que transmuten el sentido de las pasiones humanas, mediante las cuales nos guiamos en un sentimiento afectivo y natural que cale en sus lectores, comprendiendo la actitud de cada uno de los diversos personajes que presenta Tan solo eran retratos.

¿Qué impacto podría tener este libro entre los lectores?

Espero que les atrape cada uno de sus personajes y su trama. Personalmente, diría que el mayor impacto se hallaría entre la dicotomía en la que se encuentran los actuales autores en relación con el lector: Por un lado, deben abrir nuevos rumbos narrativos, crear novedosos géneros literarios, ser originales, innovadores. Los nuevos tiempos requieren de nuevos retos, nuevas historias, estilos narrativos; de todo lo que suponga innovación y renovación, pero sobre todo, aportación. El poder transmitir a los lectores la esencia de nuestras obras y hacer que calen en cada uno de ellos, supone todo un reto para el autor actual. Por otro lado, aunque no debemos anclarnos en el pasado, tampoco podemos obviarlo. Se debe continuar con las aportaciones y el legado de los “grandes”, en sintonía con un público que desea encontrar en ellos la fascinación e interés que los primeros habían sido capaces de despertar en nosotros. Ese es el hecho de que la novela se desarrolle principalmente en el pasado.

 ¿Quién o quiénes fueron los primeros en leer este libro? ¿Cuál fue la primera impresión?

La primera persona en leerlo fue mi madre, quien siempre me ha incitado a escribir debido a mi predilección y debilidad por la literatura. La segunda, mi prologuista y profesora de lengua y literatura. El resultado, tras la lectura de ambas, fue el simple hecho de oírles su voz y verles los ojos acuosos tras un enternecedor y repetitivo ¡enhorabuena, nos encanta, nos has dejado sin palabras…!
El que no pudieran seguir hablando fue suficiente para poder describir sus sentimientos respecto a la obra.

¿Por qué crees que nuestros lectores debiesen leer tu libro?

Los lectores son quienes tienen que valorarla y hacer las críticas oportunas, tanto las positivas como las constructivas, las negativas siempre sirven para mejorar.
Deben leer el libro porque he querido resumir en él el espíritu de una época que no dejaba indiferente a nadie. La seducción por la literatura precedente, modernizada en nuestra época es un descubrimiento constante.
Leer Tan solo eran retratos es entrar en las ansias de escribir sin saber a qué te enfrentarás, es revivir unos salones literarios que quedaron marcados en la historia del estilo “preciosista”, es rememorar esos carnavales aún tradicionales en nuestros días, encuadrándolos en Venecia, donde todo es despliegue de lo sublime. El poder percibir el estallido de la pólvora de los fuegos artificiales, los espectáculos teatrales, llenos de luz y de color y un fascinante vestuario, seduce y atrapa a cualquier lector. El leerlo es conocer un antes aplicado a un después con toques innovadores…

Os invito a que os dejéis llevar por las musas que me han acompañado en este proceso de escritura y os embriaguéis de su esencia. Leerlo es como entrar en un paraíso palpable donde cada capítulo os mostrará un cambio progresivo en sus personajes y en su contexto.






Comentarios

  1. Mi nombre es Eduardo Bartrina, y tengo escritas y publicadas hasta la fecha siete novelas policiacas, de las que dos han sido premiadas con un tercer premio, y otra con un primero. En la actualidad la editorial que publica mis obras es la Editorial Atlantis, con la que no tengo problemas, pero creo que ha llegado el momento de que mi obra sea editada por una editorial con mas poder de penetración en el mercado, y sobre todo mayor distribución. Esta es la razón por la que me dirijo a Vds. ya que en este momento tengo una novela terminada y otra a punto de llegar al final. Si les interesa algo de lo anteriormente expuesto, pueden contactar conmigo en el 626897023 o en losjets@losjets.com
    Gracias por todo y espero sus noticias.
    Eduardo Bartrina

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