Entrevista a Ángeles Garrido, autora del libro Una casa pintada de gris
Una casa pintada de gris alberga dos historias distintas separadas por dos siglos. Girona como epicentro narrativo, su historia, su gente. Conoced más a través de esta entrevista realizada a su autora, Ángeles Garrido Luna.
Lee las primeras páginas
Háblanos un poco de ti, ¿quién es Ángeles
Garrido?
Decir uno mismo quién es, no resulta tan
fácil como a simple vista pueda parecer. Pero voy a intentarlo. Soy, en primer
lugar, una abuela con tres preciosas nietas, que no puede verlas a menudo al
residir lejos, por lo que ejerzo poco tan estimulante oficio. Tengo un marido
que no cambiaría por nadie y dos hijos que tampoco. Ellos han sido lo mejor de
mi vida y la compensación de muchos sinsabores que prefiero no recordar.
Siempre fui muy tímida, poco lanzada, pero rebelde de pensamiento y carácter
vivo. Y si mi madre me hubiera podido engendrar con lápiz y papel, seguramente
habría nacido escribiendo mi primer verso, ya que comencé a tan corta edad que
ni lo recuerdo.
La casa
pintada de gris, ¿por qué ese título?
Pues ese título vino a mí con naturalidad,
como una ráfaga, sin pensarlo mucho, por estar pintada de ese triste color,
destacando del resto de casas que dan al río. Y me vino de perlas dado el
contenido del argumento, que llevaba danzando en mi cabeza desde hacía mucho
tiempo.
Desde la sinopsis podemos ver que tu libro es
una ficción con un poco de historia y
autobiografía, ¿cómo/por qué decides
mezclar estos temas?Sí, es ficción intercalada con verdadera Historia, con mayúscula, e historias con minúscula. Pero no es en absoluto una autobiografía; pues aunque esté narrado en primera persona, al meterme en la piel de su protagonista, Violeta, es como si hubiera vivido una vida muy distinta a la mía. Lo más reconfortante para un escritor es precisamente eso. Como lo es el interpretar un papel en el cine o en una obra de teatro. Lo coincidente con mis propias experiencias —que ya cito cuando son así— son las ubicaciones, más algunos sucesos casuales de la primera parte de la novela que fueron coincidentes en esa época con las experiencias de otras muchas personas.
¿Qué tipo de relación guardas con Girona?
Mi relación con Girona es muy extensa, ya que
vine con mis padres desde Archena (Murcia) con tan solo dos años; y salvo el
primero de casada que residí en Barcelona, desde que volvimos, aquí estamos.
Aquí nacieron nuestros dos hijos. Y, de hacerlo, podríamos escribir, ambos,
extensas biografías de lo vivido tanto en el trabajo como en otro tipo de vivencias.
Más de medio siglo juntos da mucho de sí. Pero aquí no fui bautizada, como la
protagonista de la novela, aunque sí hice mi Primera Comunión. Yo era muy
tímida, como ya he dicho al principio, y conocí al que hoy es mi marido de
manera diametralmente opuesta a Violeta. Cuando mi marido leyó la novela por
primera vez, le pregunté si me parecía a ella o ella a mí, y estalló en
carcajadas. Eso es lo que más me preocupaba, ya que el ambiente coincidía,
aunque yo nací después.
¿Qué nos podremos encontrar a través de la
lectura de Una casa pintada de gris?
Espero que a través de Una casa pintada de gris,
después de haberle distraído de sus propios problemas —incluso hacerle reír con las ocurrencias de
su protagonista— en el
lector se despierte el amor por la verdadera Historia y consulte libros
referentes a los temas y etapas tratados en el argumento, como hice yo para
poder escribir con lealtad esta novela. Y, por supuesto, que visite esta
encantadora ciudad, escuche de sus guías las curiosas leyendas y visite los
Museos Históricos de la ciudad. Girona es una privilegiada provincia, con
bellísimos rincones montañosos, tanto del Pirineo como del llamado Pre-Pirineo,
y una fantástica y accidentada costa; pero muchos turistas se van sin conocer
lo principal que la define: Su HISTORIA.
¿Cómo describirías tu estilo narrativo?
Bueno, eso de describir mi estilo narrativo, mejor dejarlo para los críticos, aún a riesgo de salir perdiendo.
¿Quiénes son tus referentes literarios?
Mis referentes literarios son muchos y
variados. Tagore y Delibes están entre los principales. Las parrafadas de El Quijote siguen siendo magistrales e
imprescindibles. De la Literatura Castellana me es imposible citarlos todos, y
de los extranjeros otro tanto. Siempre me ha gustado ir variando, precisamente
para no dejarme influir por un determinado estilo.
¿Puede Una
casa pintada de gris recordarnos otras lecturas? ¿Cuáles?
No creo que recuerde esta a otras lecturas,
que yo sepa. Espero que sea así, ya que nunca otras narrativas me han inspirado
para escribir. Me inspira más el silencio, la soledad de una montaña o el
propio sueño que leer lo que otra persona escribe, por lo menos
conscientemente. Lo que sí suelo observar con suma atención es la forma de dar
giros a una frase, pero no imitarlas. Sino cuando se me ocurre una a mí, la
retuerzo por si me suena mejor. Por eso me encantan Tagore, Pío Baroja y otros
muchos.
Misterioso
lugar que encierra dos historias distintas
de amor y tragedia, separadas
por casi dos siglos,
en una localización tan real
como la Historia que los
envuelve, aunque sus personajes
sean ficticios.
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