Entrevista a Manuel Fernández, autor del libro Manchas de amor, tinta y pegamento

Manuel Fernández nos expresa su visión del mundo editorial, de la literatura en general, de los escritores a través de esta, su primera novela, Manchas de amor, tinta y pegamento; una crítica ácida hacia las personalidades —excéntricas, muchas veces— que habitan este universo de las letras. Conoced más a través de esta entrevista.


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Háblanos un poco de ti.

Pues, como ya sabéis, soy administrativo en una empresa financiera. Por afición y curiosidad decidí, hará un par de años, escribir alguna novela. 

¿Cómo/por qué decides escribir Manchas de amor, tinta y pegamento?

Me resultó curioso el funcionamiento del mercado editorial, el porqué algunas obras funcionan y otras no o, mejor dicho, por qué unas se editan y otras no, además de todo el folclore pretendidamente solemne que rodea a este oficio. A partir de ahí, imaginé la biografía de un escritor cínico al que abandonan todas sus amantes y que escribe historias básicamente para ganar dinero, aunque continuamente dolorido a causa sus desamores y copiando como un bendito el estilo de los grandes clásicos.

¿Por qué elegiste llamar el libro de esa manera?

Me pareció que resumía bastante fielmente el contenido de la obra, la vida de un autor eternamente enamorado y repetidamente abandonado. En consecuencia, debido a su oficio y sus amores, vaga por el mundo con el alma manchada de amor, de tinta y también de pegamento.

¿Con qué nos encontraremos a través de la lectura?

Pues con una farsa, con una tragicomedia que espero resulte muy divertida, aparte de un vehículo con el que poder explicar mi visión personal sobre la actividad literaria.

¿Cuál es tu personaje favorito y por qué?

El propio Rafael Suárez, el protagonista, un tipo que no se toma en serio ni a sí mismo, un escéptico que lo único que pretende es ser feliz y no tener que trabajar en toda la vida.

¿Cómo describirías tu estilo narrativo?

Imagino que puede parecer sarcástico-realista aunque, si profundizásemos en el tema, seguramente habría de admitir que escribo fábulas ligeramente surrealistas.

¿Quiénes son tus referentes literarios?

Pues siempre suelo responder citando a aquellos autores de los que he leído casi toda su producción: García Márquez, Cela, Delibes, Vargas Llosa, Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza, Luis Landero, Antonio Orejudo, Agatha Christie y Stephen King.

¿Puede Manchas de amor, tinta y pegamento recordarnos otras lecturas? ¿Cuáles?

A mí me parece que no me parezco a nadie, no sé precisar. Una vez me dijeron que recordaba a Mendoza, ¡qué más quisiera yo! Creo que, de atesorar alguna virtud, sería la originalidad. Aunque podría ser que sí, que mis personajes, de recordar a otros, recordasen a los de Eduardo Mendoza o Luis Landero.

Si tuvieras que presentar este libro a nuestros lectores, ¿con qué palabras lo harías? Extiéndeles una breve invitación.

Mirad, esta es una mirada algo ácida, además de crítica, sobre el amor y la literatura. Puede que resulte un poco excesiva en alguna de las opiniones que profieren los personajes, pero es muy divertida y posee un alto ritmo de acción. Dudo que alguien se aburra o la deje a medias, desde luego.