Entrevista a Ángel C. Vargas, autor del libro "Los fantasmas de la torre de la mora"






Los fantasmas de la torre de la mora es una novela de Ficción histórica que narra diferentes historias ocurridas en el periodo de la post Guerra Civil de España, en Cala de Mijas, Málaga. Ángel C. Vargas nos permite inmiscuirnos entre personajes memorables y reales que nos llevarán de la mano a recorrer la ciudad y su historia. Os invitamos a conocer más del autor y su libro a través de esta entrevista.


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Háblanos un poco de ti.

Me llamo Ángel C. Vargas, tengo 49 años, estoy casado y tengo un hijo. Soy andaluz de nacimiento y mallorquín de adopción. Me encanta viajar, leer y contar historias. En cuanto a viajes, soy un enamorado de todas las rutas del Camino de Santiago, del que soy un peregrino convencido; cada año recorro alguna parte al menos una vez. En la lectura estoy bastante abierto a todo tipo de género, pero especialmente me gusta la novela histórica y la novela policial o de suspense. Mi imaginación es bastante desbordante, como me han confesado algunos de mis lectores más incondicionales, lo cual me ayuda a contar todas esas historias que imagino en mi mente.

 Los fantasmas de la torre de la mora, ¿por qué?

La torre como tal existe en realidad. Se encuentra en la pequeña población de la Cala de Mijas (Málaga). Alrededor de ella se generó la vida de muchas de las personas a las que debo mi existencia. La novela es mi homenaje y reconocimiento a ellas. He tratado de plasmar la vida que llevaron, entrelazada con la propia historia de la zona de Málaga en la década de los cuarenta del siglo pasado. Me contaron tantas cosas que imaginé todo mientras recordaba a esas personas relatándomelas. Los fantasmas de la torre de la mora es mi homenaje a ellas; muchas, parte de mi propia familia. Los hechos verdaderos están entrelazados con otros que han salido de mi imaginación e inmersos con los verdaderos hechos históricos de la zona.

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Los fantasmas de la torre de la mora?

Las historias que forman las páginas de Los fantasmas de la torre de la mora recorren la parte de la post guerra civil española en los alrededores de una pequeña pedanía de la costa de Málaga. Hasta ella, de una u otra manera, han llegado muchos de sus habitantes después de sufrir los delirios de una guerra. Fuera cual fuera el bando en el que les tocó estar, sus vidas ya no serán las mismas. La guerra es un monstruo que a todos hiere, vencedores y vencidos, vivos y muertos. En las páginas de la novela podremos ver las heridas visibles y las invisibles en cada uno de ellos.
Encontraréis, como en un mosaico que se irá construyendo ante vosotros, página a página, las vidas de los diferentes personajes, antes durante y después de la guerra que los dejó a todos profundamente afectados. Los lectores encontrarán las desgarradas visiones de sus personajes. Historias de vida y muerte, de amor y odio, de sufrimiento y felicidad. Encontrarán un pueblo gobernado por un cacique al amparo del golpe vencedor. Su esposa, doña Lola, representa a aquella mujer altiva a la que todos llaman «señora» y tratan de forma servicial; su pasado está oculto para todos. Leerán sobre una familia que ya vivía en el pueblo antes de la guerra y que sobrevivió a ella. Conocerán los entresijos del cuartel de la Guardia Civil del pueblo. A través de su sargento, el cabo y un guardia, irán conociendo cómo los rencores y los recuerdos nunca pueden dejarse atrás y que todo pasado deja una marca que escuece con la nostalgia. Los lectores encontrarán otros personajes que han sufrido un levantamiento militar, y las atrocidades en nombre que de ellos se cometen. Encontrarán la llegada del sufrimiento a la ciudad de Málaga y de las represalias que en ella se llevaron a cabo. Podrán conocer de una de las mayores ignominias ocurridas durante la Guerra Civil española: los sucesos de la carretera de Almería, La desbandá en los que murieron miles de personas brutalmente asesinadas. Todo ello discurre en la vida de los habitantes del pueblo de La Cala, en los que intento describir, como un lienzo en calma, por los que los personajes van deambulando buscándose unos a otros.

Hay muchos libros que hablan acerca de la Guerra Civil española; ¿en qué se diferencia tu libro de los demás?
Cada historia es diferente, por mucho que se desarrollen en un mismo tiempo o en un mismo lugar, cada persona hace diferente lo que le ocurre. En mi historia trato de plasmar, desde varios puntos de vista, lo sucedido a muchas de aquellas personas que sufrieron la Guerra Civil. La vida transcurre igual para todos, pero los hechos que les ocurren les hacen diferentes a todos ellos. En mi novela se entrelazan historias reales con otras salidas de mi imaginación, que llevan a los personajes a vivirlas con la intensidad del momento en el que les ocurre. Cada personaje da un punto de vista diferente de esa propia vida y he tratado de plasmar todos los puntos de vista para que el lector pueda tener una visión amplia de lo que les ocurre. He intentando hacer que el punto de vista de cada uno de ellos les haga ser poseedores de su propia verdad, pero no a vista de los demás personajes. Nada es más cierto ni más verdadero por mucha fuerza bruta que se emplee en convencer a los demás. Creo que mi historia aportará una visión amplia desde muchos puntos de vista y se podrá conocer otra visión de cómo se vivía en aquella época en un pequeño pueblo por el que cruzó la guerra de lado a lado. La diferencia radica en que las vivencias de muchos de los personajes son reales y así llegaron a mí.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

En los personaje y sus vivencias. Te contaré una cosa: antes de que tuviera la suerte de que vuestra editorial me publicara la novela, la había enviado a familiares, conocidos y amigos. Algunos son más sinceros que otros, como ocurre siempre. Tienes fans incondicionales que, escribas lo que escribas, te halagan sin miramientos. Pero están aquellos que no tienen obligaciones de ponerte buena cara cuando acaban la novela. Al final, de lo bueno y de lo malo, todos acababan diciendo que habían sufrido con este personaje o con este otro. La pregunta que más me hacían, cuando les digo que muchos de los protagonistas de la historia eran personas reales, era qué era verdad y qué era imaginación de todo lo que les ocurría. Se sorprendían enormemente de lo que les contaba que había sido real y que había ocurrido tal como relato en la novela. Situaciones sorprendentes que hoy en día nos parecen inimaginables, las he plasmado en la novela tal como me las contaron. Hay varios personajes que tienen la fuerza de la realidad en lo que les sucedieron y es lo que más me gusta poder comentar con mis lectores. Verles las caras cuando les digo «eso sucedió así», «ese personaje estuvo en ese lugar real en esa fecha y esos hechos los vivió de primera mano», son tan sorprendentes que es cuando me doy cuenta de que lo que he relatado les ha gustado. Para poder describir esas historias y confirmar algunas otras que me contaron, accedí a documentación donde comprobé que en fechas tan señaladas como el 18 de julio de 1936, en los meses sucesivos y en acciones tan nombradas como la toma de la ciudad de Málaga, la represión del alzamiento, el control por los Comités en la ciudad, los sucesos de la Carretera de Almería o en tiempo de los juicios posteriores, esos personajes reales habían estado en esos lugares en los momentos en los que sucedieron. Poder trasladar esas historias al papel y entrelazarlas con la verdadera historia y otras que imaginé para la novela, ha sido muy especial para mí. Creo que ese conocimiento, saber que lo que estás leyendo es real y sucedió, es lo que los lectores ven como algo que les atrae enormemente de mi novela.
Tengo fotos propias de esa época, de los años cuarenta, de los personajes sobre la tierra y el mar de La Cala. Cuando las muestro, la gente se impacta mucho.

¿Cómo describirías tu estilo?

Siempre he tratado de contar historias entretenidas. Más que escritor —una palabra que considero demasiado grande para que se me aplique en ningún caso—, me gusta describirme como contador de historias. Mi estilo narrativo es el de intentar entretener a la persona que tiene mi novela entre sus manos. Me gusta escribir de manera que el lector se meta en el relato y quiera saber más. Que se pregunte qué ocurrirá después, en la siguiente página, y que cuando acabe el capítulo esté deseando comenzar el siguiente. Creo que escribo, o al menos lo intento, de manera sencilla y clara, sin darle muchas vueltas a los sucesos o situaciones que trato de contar. Me gustaría, al menos, que así me vieran los lectores. Y sobre todo, me gustaría que se entretengan con lo que leen en mis novelas. Mi mayor satisfacción es cuando alguien me dice que le ha entretenido mucho mi historia y que alguno de los personajes le ha emocionado. Como dato que sorprende a mucha gente cuando me lee, os diré que la mayoría de los personajes de mis historias son femeninos. Me han felicitado por muchas de ellas y he de reconocer que me siento muy cómodo escribiendo historias de mujeres, para mujeres y en los que ellas son los personajes principales.

¿Cuál es tu personaje favorito? ¿Por qué?

No tengo un personaje favorito, porque todas las historias tienen algo de mí en ellas. No estaría bien que lo contara ahora, porque eso se desvela al final de la trama de la novela, pero algunos de los personajes me tocaron muy de cerca. Las historias del pueblo, del cuartel de la Guardia Civil o de los sucesos de Málaga me emocionaron de alguna manera al imaginarlos. Carmen, Cristóbal, Pedro, son nombres de personas que están unidos a mí de manera muy profunda. He intentado hacer de ellos en la novela una parte de lo que fueron en realidad.

El libro rojo: Los recuerdos de Sara y Dobles parejas son tus publicaciones anteriores; háblanos un poco de ellas.

Sí. Son publicaciones propias que tengo en el portal de Amazon. Las publiqué para dar publicidad a las historias que iba haciendo y que sorprendió a muchos de los que las leyeron y no imaginaban esa faceta mía. Por eso me decidí a publicarlas, sin más intención que saber si gustaban a alguien más. Me llevé una sorpresa grande, la verdad. A El libro rojo le tengo especial cariño ya que es la primera historia que imaginé cuando empecé a plasmar en una novela larga los pequeños escritos que he hecho desde siempre. Es la historia de una mujer actual a la que le suceden unos hechos que la desbordan. A través del hallazgo de un libro de tapas rojas, conoce la vida de otra mujer que le cuenta cómo nació, vivió y sufrió. El libro hace que se desborde de emociones y comienzan a ocurrirle sucesos extraños. Sin poder controlar lo que le sucede, se ve envuelta en los entresijos de una antigua sociedad que la lleva a conocer a personajes que chocan con su forma de ver la realidad. La investigación la lleva a buscar en sus raíces para descubrir su pasado, del que era una completa desconocedora. Le acompañarán en su trayecto su novia, un profesor de universidad extraño y un padre con el que nunca tuvo muy buena relación.
Dobles parejas fue una tarea a modo de «a que no eres capaz» de unas amigas lectoras incondicionales de las 50 sombras de Grey, la novela erótica. Me puse manos a la obra y traté de plasmar una historia de dos parejas entremezclada con la propia vida que envuelve a cualquier pareja. Además de las partes narrativas eróticas, que desbordo de imaginación en todos los aspectos a la que una relación entre dos personas puede llevar, lo que más ha sorprendido a todos los lectores fue el final. Está teniendo bastante éxito en Amazon.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Muy complicado. Yo lo comparo con dos grandes plantas de una casa. En la planta de arriba están los grandes escritores conocidos, que escriban lo que escriban la gente los lee por méritos propios. A veces defraudan, pero la gente los sigue leyendo porque ya tienen un bagaje intrínseco. Después están los nuevos escritores que comienzan a entrar por el zaguán de la casa. Empiezan a conocerse a través de una novela que ha llegado a la gente y que se mueve de boca en boca. Después estamos los del sótano, como fantasmas que hacen ruido de vez en cuando y la gente entre una neblina de la que intentan salir para entrar en la casa. Dar a conocer tus historias es algo muy complicado hoy en día, porque cualquier persona puede escribir algo y subirlo a una página para que los demás lo lean. Eso no da el halo de escritor a nadie, por eso yo me resisto a que me llamen así, es una palabra que entraña demasiado para alguien que junta palabras y se las imprimen; hay que ganarse ese calificativo tras muchas historias escritas, creo yo. Además, para subir a la primera planta hay atajos. Alguien que conoce ese atajo ayuda a mucha gente a subir hasta la primera planta. Ya lo dice el refrán, «quien tiene padrino, se bautiza».
Tengo que dar la gracias a Adarve por confiar en mí, espero que sea la mano que me lleve a subir a esa primera planta.

¿Cuáles son tus referentes literarios?


Me encantan las grandes historias y por eso suelo leer novelas en las que ocurren. No tengo problemas en leer tanto literatura actual como pasada, hasta grandes clásicos. En mi libro de lectura electrónico tengo varias carpetas que voy alternando conforme termino de leer una novela. De libros pendientes paso a los clásicos sin problemas. No soy adicto a ningún escritor en particular, pero me gustan desde las grandes historias de Ken Follet, hasta las bien escritas e imaginativas de Arturo Pérez-Reverte. Lorenzo Silva, Almudena Grandes son grandes contadores de historias que atrapan. De los clásicos me leo casi todo, porque de ellos se aprende mucho. Me gusta don Benito Pérez Galdós, Unamuno y Camilo José Cela. De todos ellos hay mucho que aprender y cada uno tiene un estilo muy particular. Creo que si no lees no puedes aprender a contar historias. De fantásticas e imaginativas soy un enamorado de El Señor de los Anillos, de J.R.R. Tolkien, que he leído tres veces. Mis personajes favoritos de ese libro son Tom Bombadil y Baya de Oro, su esposa. Y de la actualidad me gusta mucho la saga de Juego de Tronos, de George R.R. Martin y la saga de Crónica del Asesino de Reyes, de Patrick Rothfuss. Supongo que me pasará como a muchos lectores, que estarán esperando los siguientes capítulos de sus historias.

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Hace unos días terminé Una columna de fuego de Ken Follet y ahora estoy embarcado en Bailén de don Benito Pérez Galdós. El de Follet lo elegí porque había leído la saga de esa historia y quería continuarla. De Pérez Galdós, por mi afán de leer clásicos para aprender.  

Si tuvieras que presentar este libro a nuestros lectores, ¿con qué palabras lo harías?

Creo que la sinopsis de la novela sería una magnifica manera de introducirlos en la historia, además de lo que he contado en esta entrevista.

La Guerra Civil ha terminado. A mediados de la década de los cuarenta, todos los rincones de España tratan de volver a la normalidad en una vida sin guerra, pero con la presión del poder del golpe militar. En la Cala del Moral, pequeña pedanía costera de Málaga, muchas personas caminan con paso lento hacia un futuro incierto. Mientras, un cacique es el encargado de hacer que todo en el pueblo gire en torno a sus tierras; una vega de fértil que da trabajo a casi todos. A orillas del Mediterráneo, frente a las costas visibles de África, se levanta una torre de la que se cuenta, desde hace muchos años, la leyenda de un fantasma. A los pies mismos de esta atalaya vive Pedro con su esposa y su hija Carmen. La muchacha es el centro de atención de muchos de los jóvenes de La Cala, pero ella ya se ha prendado. A las afueras del pueblo, al borde de la arena de la playa, se levanta el cuartel de la Guardia Civil: sus miembros persiguen el contrabando y los últimos vestigios de hombres que siguen levantándose contra el poder de las armas vencedoras. El sargento Ricardo, el cabo Fernando y el guardia Cristóbal llevan en su mente y en su piel la huella indigna de la guerra. Don Antonio (el cacique), su esposa doña Lola y el capataz Samuel completan una historia con los entresijos de las relaciones susurradas a medias. Todos ellos tienen un pasado que hace resaltar el brillo de sus ojos a cada instante.

¿Por qué crees que nuestros lectores debiesen leer tu libro? 

Porque hará que se sumerjan en un tiempo que ya ha pasado y sentirán, a través de sus personajes, cómo la vida —que debería ser un lugar sencillo por el que deambular y ser feliz— casi siempre se convierte en un lugar lúgubre por culpa de los sentimientos de las personas, el odio, la avaricia y la superioridad moral en la que muchos creen estar en posesión. Los lectores recorrerán con sus ojos un tiempo de guerra y post guerra a través de los ojos de las personas que las vivieron. Conocerán —quien no lo supiera ya— cómo era la vida en la costa de Málaga y qué terribles sucesos tuvieron que vivir sus habitantes en esa época. Creo que les entretendrá y vivirán con sus personajes lo que les sucede.

¿Y ahora qué, algún nuevo proyecto?

Bueno, tengo terminada la segunda parte de la novela y estoy con las últimas revisiones. Si todo va bien y tengo el suficiente apoyo, la publicaré para que continúe la historia. Como se inicia y acaba Los fantasmas de la torre de la mora: «Las historias no tienen principio ni tampoco final».
Creo que cuando empiezas una novela, esos personajes que te envuelven ya traen un camino recorrido y cuando termines de leerla continuarán su camino, esperando volver a encontrar al lector en otro tiempo…
También tengo otras historias que he plasmado en otras novelas. Una de ellas es la historia de una cabo de la Guardia Civil de Policía Judicial de Mallorca. He tratado de contar cómo es la vida de una mujer en la Guardia Civil y todo lo que puede rodearla. La sitúo en Mallorca, que es donde vivo y hago que recorra rincones de la isla para hacer al lector partícipe de muchos rincones desconocidos de esta isla. La trama es policial y mantiene en vilo al lector hasta el final. Ya estoy con la segunda parte de esa saga, que se llama Mónica Sánchez.
Tengo terminada otra novela en dos tiempos de una familia de tres mujeres —abuela, madre y nieta— en la que cuento la historia de ellas a través de sus vivencias. La pequeña de la familia descubre que no todo lo que sabe de su madre es lo que parece y que su poderosa abuela, terrateniente y empresaria, es más de lo que ella siempre había creído.
Y otros proyectos empezados y algunos más esbozados esperando tener el tiempo de plasmarlos en las páginas del ordenador.
Como ves, la imaginación no me deja parar. Me gusta leer mucho, pero también imaginar historias y contarlas. Espero que los lectores se emocionen con mis historias tanto como yo al imaginarlas y escribirlas.






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