Entrevista a Miriam Baños, autora del libro El Presidente y la Geisha
Tras las buenas críticas de su primer libro, Tan solo eran retratos, Miriam Baños nos presenta El presidente y la Geisha, una novela de suspense que os invita a seguir y resolver este puzle de crímenes y personajes que no son quienes parecen ser. Leed esta entrevista para conocer más.
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Instagram: @miriambofficial_
Háblanos un poco de ti, ¿qué nos
puedes contar de tu experiencia con la publicación de tu primer libro, Tan solo eran retratos?
Con Tan solo eran retratos encontré el libro
que me hubiese gustado estudiar en clases de literatura o que me marcase tras
haberlo leído en alguna biblioteca o librería. Quise introducirme en el mundo
literario a nivel novelístico con esta obra de tal modo que aposté por ella de
modo especial al aunar pasado y presente y de ese cóctel surgieron muchas y gratificantes
respuestas. Varios medios de prensa, sociales y radiofónicos se interesaron en
presentarla siendo una obra pionera de otras más. Estoy satisfecha que una
ópera prima tuviera tanta repercusión. Me suelen enviar frecuentemente
fotografías, tanto gente del sector público como desconocidos con el libro y
comentándome aspectos del mismo y me sorprenden gratamente muchísimo.
¿Qué podremos encontrar entre las
páginas de El presidente y la geisha?
Encontraremos
muchos sentimientos agridulces e impulsos vitales que marcarán el destino,
tanto de su protagonista como el del resto de la novela. Veremos que los
impulsos, las emociones y las huellas que nos lega la vida a través de
acontecimientos negativos nos pueden llevar a la barbarie en pleno éxtasis.
Descubrir el cómo se sale del mismo será la clave para incentivar a su lectura.
¿En qué ingrediente reside la fuerza
de este libro?
Tanto en la celeridad en la que acontece la vida de su protagonista, así
como a través de los diversos acontecimientos narrados en los cuales se suceden
los hechos. Los personajes se moverán en toda la trama con mucha vivacidad.
El ingrediente principal lo encontraremos, sin
duda, en descubrir quién es realmente la víctima o el verdugo, si el Presidente
o la Geisha, o si ambos comparten algo más que un pasado o el mismo destino.
¿Cómo describirías tu estilo?
Del género preciosista de los
salones literarios de Tan solo eran
retratos nos vamos al exótico contexto de los salones de té de El presidente y la Geisha. Cambiamos de
temática, de encuadre, enfoque, personajes, espacio y tiempo.
En el marco incomparable de la
ciudad de Tokio he añadido mezcla del estilo surrealista con el neorrealista
que le sucede en breve periodo de tiempo, donde encontramos que los espacios
son la exteriorización de la conciencia de los personajes. El lenguaje se
caracteriza por el uso de las descripciones caóticas, imágines oníricas y el
monólogo interior protagónico.
Los motivos literarios
representativos son la violencia, la corrupción, la tortura, el asesinato y,
por supuesto, la revancha.
Y, por otro lado, tenemos el
contrapunto del valor, la lealtad y el sacrificio.
Prevalecerá la dualidad entre la filantropía
junto con el yo interno de la protagonista durante toda la obra, que se
caracterizará por ser objetiva y discretamente conocedora de los hechos que
narra.
¿Cuál es el personaje favorito de tu
libro? ¿Por qué?
Destacaría
el personaje protagónico, Nayara Kurokawa. Es una protagonista con una
personalidad muy fuerte, muy marcada por acontecimientos pasados. Desembocará
en un estallido de sensaciones que será el desencadenante de toda la trama.
También la
figura del monje que aparece ya avanzado el libro resultará inquietante para el
lector que, a lo largo de la trama, descubrirá que la misma conciencia es la
que puede desatar el más completo caos o la más profunda calma.
¿Cuáles son tus
referentes literarios?
Reconozco
que me fascina el despliegue de entramados de las obras de Ian Fleming. Aunque
en cuanto a referentes me decanto por Frederick Forsyth y Ken Follett. Para
mí suponen un gran aporte a la literatura y sus obras reflejan un gran
intelecto, imaginación y admiración al enfoque que aportan a las letras.
¿Cuál fue el último libro que
leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Los últimos
fueron La ley de los justos, de Chufo
Lloréns, y Una columna de fuego, parte
de la trilogía de Los Pilares de la
Tierra de Ken Follett. Ambas las elegí por su temática y sobre todo por la
amplia perspectiva literaria y lingüística de Ken Follett, el cual es uno de
mis mayores referentes.
¿Por qué crees que nuestros lectores
debiesen leer tu libro?
Considero que El Presidente y la
Geisha es una obra que tiene un amplio abanico de percepciones en forma de
capítulos concatenados, repletos de reflexiones para el lector. Sus personajes
presentan rasgos y personalidades muy intensos, parecen invencibles. Podemos
encontrar suspense, intriga, ambición. Sentimientos que despiertan en nosotros
esas ansias de ver hasta dónde puede llegar tanto el hombre como la mujer tras
encontrarse en situaciones límites como es el asesinato de su familia y con
toques de complots políticos e intereses personales de por medio. Desengranar
el entramado que rodea a Nayara Kurokawa y descubrir si es capaz de cumplir sus
planes es el objetivo del lector. La revancha alternada con venganza y justicia
será el punto clave de esta historia.
La
propuesta última, como autora, es que para domesticar lo salvaje para que
triunfe la civilización, la ley y el orden, deben fundirse armónicamente estos
principios con la naturaleza indómita.
Esperando que vea la luz una tercera obra y seguir con una
cuarta y una quinta, que aún están en proceso de creación. Sobre esta segunda
editada y otra en proyecto (la cuarta, documentada en parte en hechos reales) hay
propuestas de índole fílmica y hay que concentrarse mucho en estos dos proyectos
restantes que aún están en fase de redacción. Ordenador, apuntes y testimonios
personales de terceros es lo que se cuece.
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