Entrevista a Delia Ariño, autora del poemario Delirios de cordura





Deli Delicious es el seudónimo de Delia Ariño, autora de Delirios de cordura, un poemario cuyo contenido se define perfectamente a través de la portada: una bailarina de ballet en releve sobre el filo de una cuchilla; metafóricamente hablando, así es la vida, ¿no creéis? 

Os invitamos a conocer más de Delia y sus poemas a través de esta entrevista.


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Háblanos un poco de ti.

La verdad es que no se me da demasiado bien hablar de mí, a menudo no sé quién soy y me encuentro perdida en mí misma. Soy abogada, no sé cómo llegué a serlo, puesto que recuerdo en algún momento haber querido enfocar mi carrera más hacia las letras y las artes, de pronto me interesó el derecho, lo cual me apasiona, supongo que por un afán de encontrar en él la justicia.
Sin embargo, desde pequeña me ha gustado el arte en cualquier extensión, la pintura, la ilustración, la música que me abriga, diría que respirar arte me llena el alma. En el instituto participaba en algún concurso literario de relatos, en los cuales ya mostraba mis emociones en historias que eran una mezcla de ficción y de mi propia realidad. Desde la temprana adolescencia me refugié en la escritura para sobrellevar mi día a día hasta el día de hoy. Guardo cuadernos y cuadernos a modo de diario y expresión para no ahogarme, dignos de ver, arrugados de lágrimas y manchados de sangre. Como persona me cuesta mucho expresar el torbellino de emociones en el que vivo inmersa, y la escritura era y es una forma de expresarlas, en este caso a través de la poesía, simplemente por necesidad y porque es lo que me brota del pecho.

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Delirios de cordura?

Delirios de Cordura habla de la vida en sí misma, de la mía, de mis experiencias, pero también, de la de cada lector cuando lea sus versos, puesto que creo que, a través de mi expresión, el propio lector se puede sentir identificado, comprendido, arropado.  Como en el flujo de un río que llega al mar, concurre la tristeza, la enfermedad, la desesperación, la angustia, la nostalgia, la locura, la rabia, el odio propio y la muerte, pero entre esas emociones negativas, también encontramos un halo de dulzura, de caricias, de superación, en definitiva, un halo de luz y de vida. Todo ello a través de una poesía, que emerge sin control alguno desde mis entrañas.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

Creo que la fuerza reside en la potencia desbordante de su poesía, ágil, con un ritmo frenético. Una poesía sin tapujos, pura, plena de sensibilidad, en la que cada verso te impacta como una bala que te quiebra en un poema para recomponerte en otro. Su fuerza se haya precisamente en lo peliagudo de lo que expresa, aquello que es más fácil guardar en un cajón en vez de enfrentarse a ello, aquello de lo que no se habla con libertad, aquello que es todavía un tabú en la sociedad actual, pero que decido rescatar, mostrar y sacar a la luz, para borrar los estigmas que a día de hoy nos impregnan, para romper el miedo de hablar de lo que al contrario que pretenden hacernos creer, es parte de lo cotidiano, de la dureza y crudeza de la vida.

La poesía está viviendo un renacer muy exitoso, sobre todo entre la juventud. ¿Cómo percibes esta nueva poesía?

Ante todo, percibo este renacer con ilusión. Creo que es un renacer colmado de libertad. El autor, en esta sociedad reprimida, se siente con la necesidad de expresar tal y como siente, de mostrar sus sentimientos, sin ser oprimido por tecnicismos, métrica ni rima. Escribe tal y como le nace de la pluma, con sencillez, sin que por ello le reste belleza a unos versos, que no pretenden adaptarse a los viejos cánones marcados en cuanto a temática, sino unos versos y una poesía amplia en la que cabe todo. Esto permite un acercamiento a un nuevo público que antes no se veía atraído por la poesía por la dificultad que entrañaba en los clásicos, un público también más joven, que encuentra en la poesía un reflejo de si mismo.

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

En el libro transmito mis propios sentimientos, mediante los que pretendo llegar al lector, empaparlo con mis lágrimas, y que, de manera empática, trate de entender unos versos escritos desde la óptica del autor arrastrado por la enfermedad, la angustia y la muerte, las cuales se suceden por una fuerza bruta que le hace renacer y superarse a si mismo. Sobre todo, quiero hacer llegar al lector la vida en sí misma, de forma natural, con sus angustias y placeres, sin que la tristeza quede oculta tras la esperanza, haciéndola notable y visible, en la que el lector encuentre el consuelo que no halla en la sociedad actual. Quiero que sea un libro que el lector lo tenga en las manos y ante un problema con el que se sienta identificado, pueda leer un poema y decir “No estoy solo”

¿Cuáles son tus referentes literarios?

En cuanto a mis referentes literarios, creo que estoy muy influenciada por los clásicos, sobre todo por aquellos con los que me siento más identificados desde la inmortal Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, Virginia Wolf, Sylvia Plath, Walt Whitman, Anaïs Nin, Oscar Wilde, Gustave Flauvert, Paul Valery, Baudelaire, Khalil Gibram a quien adoro, es belleza cada palabra suya, hasta Víctor Hugo o el mismísimo Konstantino Kavafis.  Respecto a referentes actuales, Frank McCourt o Ken Follet. Y en cuanto a poesía actual, Irene X por su alma en cada poema, Piedad Bonet, María Sotomayor o Atticus. Son autores con los que disfruto, aprendo y me conmuevo. También me siento muy atraída hacia novelas basadas en la cultura nipona.

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Tengo muchas lecturas pendientes, pero en cuanto a novela, el último libro que leí fue La hija de la española de Karina Sainz Borgo. Lo anunciaban como uno de los bombazos literarios del año y en mi opinión no se equivocan. Un libro trepidante, de lectura fácil y que te mantiene en vilo durante cada página. Me llegó a través de una caja literaria a la que estoy suscrita, y cuyas lecturas encajan muy bien en mis gustos, aunque tenga muchas lecturas pendientes porque voy comprando y posponiendo otros. A la vez, estoy leyendo una antología poética de la gran Alfonsina Storni.

¿Cuál es tu libro y tus versos preferidos?

Si me paseo por mis estanterías me es prácticamente imposible quedarme con solo un libro, pero si tuviera que elegir uno sería El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, creo que es un libro que cada vez que lees te sigue dando enseñanzas que no habías percibido antes, y del que hay mucho que aprender. También por la intemporalidad del mismo, y por el público al que va dirigido, desde niños hasta adultos, apreciando toda la magia que reside en él.

En cuanto a versos, mis favoritos son de Alejandra Pizarnik, en concreto:

La carencia
Yo no sé de pájaros
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.

El despertar, el cual termina:
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo



Y, Yo soy
mis alas?
dos pétalos podridos

mi razón?
copitas de vino agrio

mi vida?
vacío bien pensado

mi cuerpo?
un tajo en la silla

mi vaivén?
un gong infantil

mi rostro?
un cero disimulado

mis ojos?
ah! Trozos de infinito

¿Por qué crees que nuestros lectores debiesen leer tu libro?

Creo que es un libro que el lector va a sentir cercano, pudiéndose identificar con él, encontrándose con el dolor de frente, como algo que forma parte de la vida, mirando dentro de uno mismo y mostrándolo cual heridas desgarradas, sin obstáculos, pero tratadas con la ternura y el amor que necesitan para ser cerradas, para así, encontrar la fuerza de hacer del dolor algo bello, una flor que nace de los escombros del propio cuerpo.

¿Y ahora qué, algún nuevo proyecto?

Por lo pronto, continúo escribiendo, pues es algo que pertenece a mí y a mi vida, necesito expresarme, y la escritura es mi forma sana de canalizar el dolor. También tengo pensado el rebuscar en mis muchos cuadernos textos de hace muchísimos años que recuerdo con cariño. 
Además, me gustaría seguir formándome profesionalmente, no sé si en lo referente al derecho o en algún ámbito relacionado con la literatura, puesto que ambos aspectos me apasionan.





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