Entrevista a Germán Díez, autor de Pasión de rey
Germán Díez es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid y profesor de Lengua y Literatura. Ha sido guionista de R.N.E. Ha publicado más de cincuenta libros de narrativa, teatro y lenguaje popular y realizado adaptaciones de algunos de nuestros clásicos como Poema de Mío Cid. Ha sido finalista y ha recibido diversos premios. Hoy nos presenta Pasión de rey, una novela de ficción histórica que os encantará. Echadle un ojo a esta entrevista.
Leer primeras páginas
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Pasión de rey?
La vida apasionante del rey Pedro I de
Castilla desde que subió al trono a los 16 años hasta su muerte, 19 años
después. En ella afloran las pasiones y las obsesiones del monarca: el poder,
el profundo amor que sintió hacia su amante María de Padilla, la justicia, los
crímenes, las intrigas y las venganzas.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
En la personalidad del rey, un hombre que
maduró muy pronto, subió al trono a los 16 años a la muerte de su padre Alfonso
XI, e hizo frente a la nobleza que le acosaba, a su madre la reina María de
Portugal, a sus hermanastros, al rey de Aragón, al de Granada, a la población
empobrecida como consecuencia de la peste negra.
¿Cuál es el personaje favorito de tu libro? ¿Por qué?
Llevo muchos años encaprichado literariamente
con Pedro I de Castilla, sin embargo cuando apareció en su vida María de
Padilla me incliné por ella: desde que se conocieron en Sahagún (León), siempre
estuvo a su lado, a pesar de las circunstancias, le templó, le amó
profundamente y le dio cuatro hijos.
¿Dónde transcurre la acción de la novela?
En muchos pueblos y ciudades de nuestra
geografía. Pedro I tuvo que luchar contra la nobleza y recorrer muchos lugares:
Burgos, Valladolid, Cuéllar (Segovia), Toledo, Sahagún, Urueña (Valladolid),
Sevilla, Aguilar de la Frontera (Córdoba)…
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Fundamentalmente el concepto de justicia de un
rey agraviado por la Historia y los sentimientos humanos que tuvo: quiso con
locura a su amante María de Padilla y a sus hijos. Como soberano de Castilla
impartió la justicia cuando se le presentó la ocasión y siempre se sintió
orgulloso de ello.
Para la Historia ha quedado como Pedro I el Cruel.
O el Justiciero. Fue un rey de su época, del
siglo XIV. El resto de gobernantes contemporáneos no fueron tachados de
crueles, a pesar de sus acciones terribles. No obstante, sus buenas actuaciones
impartiendo la justicia le engrandecen.
¿A qué escritores actuales admiras más?
A unos cuantos. Mencionaré solo a tres, sin
desmerecer a otros: Juan Marsé, Eduardo Mendoza y Luis Landero. Son escritores
de categoría. Hay otros: Antonio Muñoz Molina, Almudena Grandes, Julio
Llamazares… En novela histórica: Almudena Arteaga, Toti Martínez de Lezea,
Jesús Sánchez Adalid, José Calvo Poyato…
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy trabajando en una novela negra que
arranca con la aparición de un hueso humano en una urbanización cara de Madrid.
Lo demás todo es intriga. Estoy disfrutando intentando descifrar a qué persona
pertenece el hueso del brazo hallado.
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