Entrevista a Ana Elena Martínez, autora del libro Desde Osaka con amor
Ana Elena Martínez pasó una temporada en Osaka, Japón, y ello le inspiró a escribir esta hermosa novela, Desde Osaka con amor. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Leer primeras páginas
Háblanos
un poco de ti.
Siempre es difícil hablar de uno mismo. Me considero una persona
bastante introspectiva pero al mismo tiempo me encanta vivir experiencias
nuevas y conocer personas interesantes. Adoro leer, viajar, la música, bailar,
las artes marciales y escribir, sobretodo escribir, siento que el mundo a mi
alrededor se apaga por unos instantes y no me doy cuenta del paso del
tiempo.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Desde Osaka con amor?
Emociones, sobretodo. Amor, miedo, angustia,
lucha, dolor, pérdida, alegría. Un viaje espiritual interno que se alterna con
paisajes reales y leyendas japonesas desde los jardines imperiales del castillo
de Kyoto hasta las orillas del santuario de la isla de Miyajima, entre más
cosas que ahora no puedo desvelar.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Dejando a un lado la parte descriptiva y la
acción y el desarrollo de los personajes, creo que he intentando estampar toda
la emoción posible en la historia de amor y en como Adriana, sobretodo, iba
viviendo poco a poco ese proceso. Con tal fin tuve que sumergirme a un nivel de
profundidad en el que tenía que pensar que yo misma estaba viviendo esa
historia. Tenía que creerme mi historia para poder hacer partícipes a los
lectores de un sentimiento genuino y real o que al menos he intentado trasladar
lo mejor que sé sobre el papel.
¿Cuál es tu personaje favorito del libro? ¿Por qué?
Mentiría si dijese que Adriana, que en un
principio es la protagonista y la que tiene más voz en esta historia. Sin
embargo, mi personaje favorito, sin duda, se trata del personaje masculino,
dado que intenté recrear unos pensamientos y una forma de ser basada únicamente
en mi apreciación de cómo se comportaría un hombre coreano. Al relacionarme con
algunos de ellos (puesto que en el sharehouse
donde vivía abundaban coreanos, chinos, japoneses, vietnamitas...) cogí las
ideas básicas o que me parecían relevantes y que me ayudarían a reproducir ese
personaje que para mí, a día de hoy, aún sigue suponiendo un misterio y al que,
tal vez, he tratado de forma injusta en relación a algunos aspectos de su
personalidad.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Tal como indica el título, Desde Osaka con amor, fundamentalmente
quiere transmitir un mensaje de esperanza, de que el amor entre dos personas,
si es verdadero, siempre acabará por sortear los obstáculos que se le
interpongan en el camino y acabará encontrando una manera. No hay nada
imposible para el amor. También es un reflejo de los miedos y angustias que
achacan a los jóvenes que se encuentran en esa fase de la vida en la que buscan
con ahínco su camino y la razón de su existencia.
¿Cómo surge Desde Osaka con amor?
La idea surgió en Japón. Allí es donde empecé
a escribir en un principio como mera distracción. Quería recopilar un diario
básicamente descriptivo de los lugares que había visitado y las situaciones que
iba viviendo. Pero a medida que escribía pensé, por qué no, en incorporar una
historia ficticia de amor entre dos personas de culturas tan dispares, porque
podría resultar interesante si tenía la intención de transformar aquellos
apuntes en un posible libro. Para ello me inspiré en algunas de las personas
que convivían conmigo en la residencia de Osaka donde me hospedaba, para crear
al personaje masculino.
¿En qué referentes literarios te inspiraste para escribir este libro?
Desde niña, siempre he sido una fan acérrima
de los libros y autores de aventuras. Julio Verne, Jack London, entre otros, me
enseñaron que se puede viajar sin moverse de casa y fueron los culpables de
inculcarme, seguramente, el espíritu aventurero de querer conocer y explorar
mundos lejanos, aunque ya no tan vírgenes como antaño.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
El último libro que leí, de hecho lo acabé
ayer mismo, se titula La salvación de una Santa, de Keigo Higashino.
Lo elegí porque me gusta indagar entre las
obras de autores japoneses, y si se trata de novela negra, uno de mis géneros
favoritos, devoro todo lo que pillo.
¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?
Supongo que no queda otra, es adaptarse o
morir. Pero soy optimista en cuanto al uso de las tecnologías. Gracias a estas
los autores podemos llegar a más lectores. Aunque sigo siendo una fiel
defensora del libro en papel, del pasar de páginas y del olor a tinta fresca,
tampoco me opongo a la evolución y de vez en cuando leo algo través de las
redes.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Tengo varios proyectos en mente. Sigo
escribiendo, a ver qué sale. El tiempo lo dirá.
Número de páginas: 210
Sinopsis:
Adriana es una joven española de veintisiete años sedienta de aventuras. Un día decide dejarlo todo y embarcarse en un viaje que la llevará a la ciudad de Osaka, Japón. Allí descubrirá un mundo nuevo, seductor y atrayente, que le revolverá los sentidos. Se dejará envolver por las luces de la ciudad de neón donde transitan los salarymen, enfundados en sus trajes negros, y se maravillará ante el esplendor y los contrastes de una cultura hermética y fascinante. Desde el Palacio Imperial de Kyoto hasta los toris rojos del Fushimi Inari, cada paso será una odisea. En la residencia donde convive con más de noventa inquilinos, provenientes de todos los rincones del mundo, Adriana se enamora. Un joven coreano de ojos rasgados y felinos es quien le arrebatará el corazón. Entonces, todo su mundo se trastoca; Oriente se infiltra por las fisuras de Occidente para quedarse y ya no hay vuelta atrás…
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