Entrevista a Brunhilde Román Ibáñez, autora del libro Animal profundo






Brunhilde Román Ibáñez Animal profundo. Editorial Adarve, Editoriales de España


Animal profundo es un poemario que reúne los aspectos más clásicos de la poesía con los más actuales. Brunhilde Román se define como nómada, y ese constante movimiento es el que le ha permitido ver el mundo que plasma en estas páginas. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista. 



Portada del libro Animal profundo de Brunhilde Román Ibáñez. Editorial Adarve, Editoriales que aceptan manuscritos
ISBN: 978-84-18250-75-0
Número de páginas: 174
Formato: 150×230
Autor: Brunhilde Román Ibáñez

Sinopsis: 
Esta obra puede leerse como una búsqueda, una interpelación, una llamada. Reinterpreta una tradición que va desde las Coplas de Jorge Manrique, los kenninger, los Cantos de Innana o la mística sufí, al tiempo que recupera ecos de mitos de diferentes culturas y épocas: Aengus, Artemisa, Ixchel o Astarté son nombres que devuelven al presente una sabiduría ancestral y arquetípica para iluminarnos o interrogarnos. Es pues, un camino de conocimiento y belleza, un canto a la sombra que prefigura la luz donde espíritu y materia, amor y soledad se imbrican para que de la palabra surja el sentido; la voz que dé forma nueva a ese canto primordial. Asimismo, es una invitación al viaje, a recorrer la vastedad del mundo con una mirada nómada. Así, se suceden los paisajes y los continentes: Ciudad Perdida, el desierto, la selva, Perú, Grecia… no son simples lugares sino espacios de lo posible y lo ilimitado. Y otro viaje más nos es ofrecido en este libro: el del ritmo y la sonoridad, la música en la que las bailarinas vibran, la cadencia, que es otro puente hacia las aguas inmortales, hacia la poesía como verbo creador.
Así pues, poned los pies en el bosque sagrado, entrad en este Animal Profundo con los pies desnudos y el corazón abierto para volver con la mirada intacta y la rama dorada en vuestras manos.






Háblanos un poco de ti.  

Últimamente, cuando me piden que hable de mí, siento que como si me estuviera traicionando un poco, pero allá va. Digamos que escribo desde que conozco el uso de la escritura, vivo en Madrid pero he estado girando por España y por el mundo desde que tenía trece años. Como me cuesta desapegarme, cambiar de ciudad siempre ha sido un reto para mí, pero le cogí el gusto a viajar y he estado viviendo en varios países. Soy medio solitaria, medio sociable, a ratos estoy con la gente y luego me retiro a mi mundo a hablar con las flores y las piedras. En general creo en el ser humano, en el amor, en el arte y en todo aquello que ennoblece la existencia (excepto cuando no lo hago). Soy un poco salvaje y me gusta vivir y bailar con los pies descalzos. A veces no sé muy bien quién soy y me sorprendo a mí misma. Amo recitar, escuchar y contar historias, por eso también me he metido a hacer cuentacuentos. Fundamentalmente soy un ser en búsqueda.

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Animal Profundo?

Intensidad, profundidad, fuerza, sensibilidad. Está todo aquello que es esencial para mí: la vida, el amor, la muerte, pero hay muchos subtemas: el mito, el viaje, la poesía como alquimia y como transformación, la memoria y el tiempo, la necesidad de nombrar el dolor y la belleza, el poder del lenguaje, la alegría, el arte como posibilidad de creación y autoconocimiento, el anhelo de lo sublime. También busco reinventar textos que parten de una tradición antigua; puedes leer cosas que recuerdan al Cantar de los Cantares, a la mística sufí, incluso aparece por ahí el poeta latino Catulo. Por otro lado, hay poemas dedicados a mujeres como Frida Kahlo o Hipatia de Alejandría. Un poco de todo.

¿En qué ingredientes reside la fuerza de este libro?

Es un poemario vitalista, nos habla de la sed de vivir, de experimentar, de sentir, de amar, de ser libre. Atraviesa emociones intensas como el dolor, la ruptura, la tristeza y cómo podemos alcanzar una mayor plenitud precisamente gracias a todas esas experiencias. Se trata de vivir desde nuestra propia autenticidad, arriesgarnos, acoger lo que somos, nuestros miedos, nuestra vergüenza, saber que somos seres contradictorios, pero que estamos aquí, y venimos a darlo todo.

La poesía está viviendo un renacer muy exitoso, sobre todo entre la juventud. ¿Cómo percibes esta nueva poesía?

Hay gente muy joven haciendo cosas de gran calidad y con mucha presencia escénica en los recitales. Eso siempre es de agradecer, porque muestra un rostro de la poesía más performativo, más cercano al público, hay una mayor interacción, mucha vitalidad, creatividad y desde luego se busca algo más elaborado que simplemente sentarte y ponerte a leer. Dicho esto, como con muchas cosas que se ponen de moda, también hay una banalización en la que imagen suplanta a la palabra, es decir, hay un discurso vacío, falta la poiesis, la capacidad de creación y la elaboración de ideas, de lenguaje poético. Los conceptos y la manera de expresarlos son muy repetitivos, interesa más la proyección exterior, tener seguidores, dar una imagen. Digamos que como sucede hoy en día en el resto de manifestaciones artísticas, lo mediático y lo inmediato definen el movimiento, solo que esto no había llegado antes a la poesía de una manera tan evidente. En cualquier caso estamos viviendo un momento interesante y la poesía sigue muy viva, hay gente construyéndose una voz poética desde la autenticidad y la perseverancia, creando, indagando, descubriendo, transformando, excavando. Me quedo con eso.


¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Comparto una cita de Oppiano Licario: «Aquellos tiempos en que la poesía fundaba la casa de los dioses o aquellos otros en que luchaba por la belleza a la orilla del mito (...) han pasado». Y yo digo que no han pasado, que aún vale la pena escribir a la orilla del mito para recordarnos que la existencia no es plana, que hay mucha vida por sentir, que cada persona cuenta un mito y cada historia es la historia de la humanidad. Que no somos tan diferentes de esos héroes, heroínas, diosas y dioses que pueblan los cuentos y que hay que seguir cantando, haciendo poesía para traer todas esas historias, esas palabras, para poder darnos la vida a través de ellas.

¿Cuáles son tus referentes literarios?

Hay muchos autores a los que admiro. En narrativa, Le Clèzio, Cees Nooteboom o Asne Seierstad, todos son escritores un poco nómadas y su manera de narrar el mundo me fascina, escriben desde la pasión y la aventura con una voz muy particular. En poesía, yo empecé a escribir de pequeña, no recuerdo bien qué es lo que me inspiraba entonces, la verdad. Más tarde, como muchos adolescentes, hacía poemas bastante atroces imitando a Lorca y a Poe, pero mi verdadera entrada en la poesía como vocación, como alimento, como llamada, me viene sobre todo de leer a Rumi y a José Ángel Valente, dos poetas de la esencia, de lo sublime y de la entrega absoluta a la palabra. También hay autores que, si bien no me han inspirado en mi manera de escribir, están muy presentes en mi universo poético. Algunos poemas de Baudelaire o la presencia del mito en la Tierra Baldía, de T.S. Eliot, por ejemplo.

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Normalmente leo varios libros a la vez, ahora estoy leyendo Oppiano Licario, de José Lezama Lima, el Canon Occidental, de Harold Bloom, acabo de terminar una antología de la poesía de Jaime Gil de Biedma y leo poesía de Olga Orozco en Internet. No tengo ningún libro suyo, gran fallo. ¿Y por qué estos libros? Unos libros te llevan a otros, son como las personas: alguien te presenta a alguien y se crea una amistad, un diálogo. Los libros también dialogan entre sí, unos te hablan de otros y también se crean lazos con ellos de ese modo.

¿Por qué crees que nuestros lectores deben leer tu libro?

Lo que tienen que hacer es explorarlo, aventurarse, entrar en la lectura y ver dónde les lleva, jugar, en definitiva. Es un libro que te invita a entrar en otros mundos y a la vez está muy presente en la realidad, es un camino, un laberinto, un bosque, una forma de mirar, de reconocer cosas que son tuyas y son mías. Un encuentro.

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Muchos. He empezado a hacer actuaciones combinando poesía y danza (algunas están en mi canal de Youtube) y estoy viendo las posibilidades que hay en ese terreno. También, hace unos meses creé un recital artístico que se llama Oráculo Poético, en el que el público participa haciendo una pregunta y diferentes artistas responden con poemas, música, canción o cuentos. Me gustaría continuar con este proyecto, quizá haciendo dos o tres sesiones al año; es un formato que me gusta porque se crea una interacción muy bonita entre el público y los artistas. Además sigo creando, escribiendo, haciendo narración oral (cuentacuentos) y explorando diferentes vías de expresión. Tengo que aprender a editar mis vídeos, pero lo estoy dejando por falta de tiempo. Y en cuanto pueda, ¡viajar!

Comentarios

  1. Allà donde posas la mirada, engrandeces lo que otros ni siquiera vemos.
    Muchas felicidades por tanta profundidad y creaccion...por tanta vida.
    Muchas gracias por compartir esas joyas.

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