Entrevista a Diego Mandelman, autor de La ilusión del fuego
Diego Mandelman es escritor, periodista y cineasta; ha colaborado en diferentes medios argentinos y, como cineasta, dirigió, escribió guiones y produjo varios cortometrajes y largometrajes que han sido galardonados en diferentes festivales de cine internacionales. La ilusión del fuego, segunda obra del autor, deja en evidencia su experiencia como cineasta a través de las diversas escenas en la historia que nos atraparán como si estuviésemos viéndola en la gran pantalla. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
ISBN: 978-84-18250-32-3
Número de páginas: 214
Formato: 150×230
Autor: Diego Mandelman
Sinopsis:
Fabián Ríos, un hombre de cincuenta y cinco años que se dedica a vender libros, atraviesa una fuerte crisis con su esposa, Mariana. Su negocio está en caída libre al igual que su matrimonio. El agudo estrés que vive cotidianamente, producto de esas circunstancias, lo sumerge en una espiral de encierro y recuerdos traumáticos de su adolescencia. La situación se profundiza cuando descubre que su mujer deja de amarle. El golpe anímico se convierte rápidamente en un infarto que lo deja al borde de la muerte. Luego de una prolongada internación, su destino toma un giro inesperado: una ilusión del pasado —que tenía adormecida— regresa como un fuego irrefrenable a su presente. Se reencuentra con un viejo y querido amor: la magia. A partir de ese momento ya nada será como antes. Ni siquiera su pasado.
Leer primeras páginas
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de La ilusión del fuego?
Una historia circular en donde el
conflicto va construyéndose, pieza por pieza, como un rompecabezas. Los
personajes son asaltados por sus propias pasiones y no saben qué camino tomar
primero. Y cuando la urgencia los lleva a salir corriendo en una dirección
determinada, por lo general, se golpean.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Me gustaría creer que en la psicología de los
personajes y en el arco de transformación que sufren a lo largo del relato. Es
algo que me interesa como escritor y como lector, fundamentalmente.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
No sé si hay algo en particular. Una idea
motora, que tuve muy presente durante la escritura, fue entender el doble filo que
pueden adoptar «las fantasías». Por un lado, como energía liberadora y creadora,
por otro lado, como fuerza destructora.
¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta
tener el libro entre tus manos?
Largo y en diferentes etapas. Primero apareció
una idea borrosa, sin forma. Luego realicé apuntes, durante varios meses, que
funcionaron como «esqueleto central» del conflicto del libro. Recién ahí me
puse a escribir. Ese proceso me llevó un poco más de un año aproximadamente.
¿Cuáles son tus referentes literarios o no literarios?
Hay varios y en diferentes momentos. Los
referentes aparecieron en la adolescencia con las primeras lecturas. Ahí
estuvieron clásicos de Tomás Eloy Martínez, Gabriel García Márquez, Jorge Luis
Borges, Bioy Cásares y Cortázar. También Roberto Fontanarrosa y Eduardo
Galeano.
No soy un lector disciplinado. Me gusta mucho
ver cine y series. Mi formación literaria va en sintonía con la audiovisual. Disfruto
las historias que me atrapan y no me dejan desviar la atención, no importa el
soporte que sea. Por ejemplo: algunos films
documentales, y sus diferentes formas de montaje, me sirvieron para pensar algunas
secuencias literarias.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Plano Americano, de Leila Guerriero. Hace algunos meses atrás
hice un taller de crónica periodística y me lo recomendaron. Es un volumen que
reúne más de veinte perfiles de escritores, artistas plásticos, periodistas, fotógrafos,
cineastas y editores hispanoamericanos, que publicó Guerriero en medios de
América Latina y España a lo largo de una década.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy en la etapa inicial. Tomando apuntes
sueltos. Todavía nada en concreto.
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