Entrevista a Jordi Márquez, autor de ¿Quién escondió mis llaves?



Jordi Márquez ¿Quién escondió mis llaves?. Editorial Adarve, Librería Capitán Letras

Jordi Márquez es un autodidacta de tomo y lomo; aprendió a pintar, a tocar el piano y a escribir historias como ¿Quién escondió mis llaves?, una novela de humor que da vida a a ese alguien que nos cambia las cosas de lugar o que mueve la mesa para que nos golpeemos el pie cuando vamos descalzos. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Portada del libro ¿Quién escondió mis llaves? de Jordi Márquez. Editorial Adarve, Publicar un libro
ISBN: 978-84-18366-24-6
Número de páginas: 272
Formato: 150×230
Autor: Jordi Márquez

Sinopsis: 
¿Quién escondió mis llaves? juega con la idea de que todas las personas tienen a su lado una entidad invisible que se encarga de incordiarles con pequeñas perrerías (la tostada que cae al suelo del lado de la mantequilla, hacer que abramos la caja de medicamentos siempre por el lado del prospecto, no acertar nunca a la primera al intentar insertar un USB en la ranura…). El libro nos acerca a Imo, una de esas entidades, que recién despedido de su trabajo en el limbo por recortes de plantilla, decide mudarse permanentemente a la tierra y convivir con el que era su antiguo afectado, Kyle Finley, un muchacho escocés con el que no tiene nada en común que deberá aprender a soportar a su nuevo amigo. De paso, Imo, usando sus antiguos poderes, intentará vengarse de sus excompañeros de trabajo con la ayuda del chico. Infinidad de lugares y personajes aparecerán durante toda la obra y se cruzarán con nuestros protagonistas.

Leer primeras páginas




Háblanos un poco de ti.

Tengo 37 años. Llevo toda mi vida laboral dedicándome al mantenimiento de aviones, pero mi tiempo libre siempre me ha gustado dedicarlo a cosas más creativas: dibujar, pintar, solía hacer esculturas, tocaba el piano y hacía buenos trucos de cartas de vez en cuando, pero eso es algo que ahora tengo bastante oxidado. Me encanta música (casi toda anterior a los 90). A veces voy a volar en ultraligero y también me encanta subir picos o excursiones por la montaña. También leo mucho. Todo lo que me gusta hacer fuera de la mecánica de los aviones ha sido siempre de modo autodidacta. Un día me dio por pintar, otro por esculpir y un buen día me entró el gusanillo de le escritura. Se me ocurrieron un par de historias que creía que merecía la pena contar: mi primer libro, El hombre que no entendió a Newton, y el segundo, el que veis nacer aquí ahora, ¿Quién escondió mis llaves? Lo poco que sé de escribir historias lo aprendí leyendo otros libros, imagino. El público juzgará que tal lo hice.

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de ¿Quién escondió mis llaves??

Imagino que no soy la única persona que se queda fascinada cuando le ocurren cosas, que aun intentándolo durante un millón de años no le saldrían si lo intentase hacer adrede. Ello me llevó a pensar en cierto modo, aunque evidentemente es difícil que pueda existir remotamente algo parecido a lo que cuenta el libro, en que duendes que no vemos son los causantes de que nos golpeemos el meñique del pie contra la mesita del comedor o hacer que la tostada siempre caiga del lado de la mantequilla. Sé que nada de lo que el libro cuenta es cierto, pero también es verdad que me resisto a pensar que todo sea mentira. No sé qué provecho debe sacar esa fuerza invisible cósmica en fastidiarnos de ese modo, pero estoy seguro que no voy muy desencaminado si digo que algo de eso existe. Al menos me gusta creerlo.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

Humor y, en mayor medida, mucha imaginación, supongo. Si algo creo que tengo es imaginación, desde pequeño. Creo que por esa creatividad siempre me gustó pintar, dibujar y contar historias a mis amigos, aunque hasta ahora no plasmé ninguna en un libro.

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Quien busque encontrar algún tipo de mensaje no lo encontrará. Al menos no de forma deliberada por mi parte. Solo pretendía contar con humor una historia que me rondaba la cabeza desde hace tiempo y con la que creo que mucha gente puede identificarse o encontrarla mínimamente plausible. Aunque solo sirva para que alguien pase un rato divertido y se evada de sus problemas deseando empezar el siguiente capítulo habrá valido la pena escribirla.

¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?

Nunca había escrito, así que no sabía muy bien qué sensaciones debía esperar encontrarme. Dicen que la inspiración existe, pero debe encontrarte trabajando. Bueno, en mi caso me venía siempre en la ducha, por la mañana. Ignoro qué proceso químico se desataba tras la mampara pero las mejores ideas se me ocurrieron allí, hasta el punto que al salir tenía que apuntármelas en una libretita para que no se me olvidaran. Lo de sentarme a hincar los codos hasta que escribiera cinco o seis páginas por día sí o sí, a mí al menos nunca me funcionó. La inspiración parecía bastante caprichosa y aparecía cuando le venía en gana; de nada servía estar sentado esperándola con el Word abierto. Por la noche también era bastante recurrente y tenía una libreta en la mesita de noche para apuntar lo que se me ocurría mientras trataba de coger el sueño. Imagino que un escritor profesional no se puede permitir estar a merced de cuando las musas quieren aparecer, pero para mí, al no tener prisa, era un lujo que me pude dar y disfrutar bastante en el proceso. Tras la publicación del primer libro, y ahora el segundo, supongo que la sensación es, como suelen decir, bastante parecida —aunque yo no lo soy— a la de ser padre o madre (salvando las distancias). Ahora le toca al libro dar solito los primeros pasos y ver qué tal se desenvuelve y cómo le trata la vida.

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

El puente de los asesinos. El último de los libros de la saga Alatriste. He leído muchos libros de Pérez-Reverte y no sé por qué nunca había leído esa saga, ya que me suelen gustar mucho las historias ambientadas en épocas pasadas, especialmente el siglo de oro como es el caso de Alatriste. Menos mal que un día me dio por ojear el primero en una librería y un mes más tarde me había leído los seis restantes del tirón. Una historia muy bien ambientada, contada y entretenida como todas las que escribe este señor.

¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?

Solo hay que dar una vuelta por librerías o el día del libro para darse cuenta que quien más quien menos hace sus pinitos hoy en día. Lo que me lleva a la triste realidad de que si no se tiene un padrino, con esta tremenda oferta actual, es bastante difícil hacerse un nombre y no digamos poder dedicarse profesionalmente a ello. Excusas de mal perdedor aparte, con ver este libro nacer en papel me puedo dar por muy satisfecho y estar orgulloso de que algo que hace nada solo estaba en mi imaginación, pueda hoy ver la luz y poder sacar una sonrisa a gente que probablemente nunca conoceré.

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Literario no. De momento tengo algunas páginas de nuevas historias empezadas pero en stand-by por el momento. Hace poco empecé de nuevo dibujar, que es algo que hace tiempo tenía aparcado y era una lástima. La verdad es que voy un poco por rachas y me cuesta mucho hacer algo si no noto las cosquillas en el estómago que me provocan las musas, que como dije, van por libre y son muy caprichosas.

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