Entrevista a Félix Bordallo-Garrido, autor de Diario de un viudo
Félix Bordallo-Garrido es un trotamundos; ha recorrido el mundo junto a su esposa hasta que esta falleció. Esta dolorosa pérdida lo llevó a seguir viajando y, hoy en día, lleva una nueva vida en Chile, donde ha inaugurado un café literario y desde donde escribe las páginas de Diario de un viudo, una novela autobiográfica. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
ISBN: 978-84-18097-20-1
Número de páginas: 254
Formato: 150×230
Autor: Félix Bordallo-Garrido
Sinopsis:
¿Cómo es realmente acompañar a tu pareja mientras padece un cáncer? ¿Qué se siente cuando al final te quedas solo en casa, mirando la habitación vacía? ¿Y qué pasa con el amor y el sexo de un viudo acostumbrado a cuarenta años de feliz matrimonio? Es lo que relatan las páginas de este diario: un testimonio de amor no ficción, torrencial, que permanece y se transforma hasta acabar en la localidad de San José de Maipo, en la Cordillera de Los Andes, junto a su esposa, Hellen, y su familia chilena.
Leer primeras páginas
Háblanos un poco de ti.
No sé qué decir, la verdad. Mi vida ha dado muchas
vueltas. En el presente puedo decir que estoy dedicado a la crianza de mis
hijos y al café literario que abrí hace menos de un año en la localidad donde
vivo. Ambas cosas me demandan mucho tiempo.
¿Qué podremos encontrar entre las
páginas de Diario de un viudo?
El libro se
divide en dos partes: la primera es el día a día de un viudo reciente que debe
seguir viviendo a pesar de él mismo, del dolor de la ausencia y que cuenta cómo
fue vivir el cáncer y la muerte de su pareja por más de cuarenta años. La segunda
parte es la historia de la nueva vida que le esperaba a ese mismo viudo, una
vida completamente distinta, en otro país, en otra cultura y con otros amores.
El libro termina con el nacimiento de mi hijo en un hospital público de
Sudamérica.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de
este libro?
No creo ser
yo el más indicado para contestar esta pregunta, pero te diría que la
sinceridad con que lo escribí y mi interés por dejar un testimonio de cómo
cambia la vida, son los elementos de mayor fuerza para mí. Son unos años de mi
vida (historia personal) que, como dijo el papá de Jennie (quien cumplió 101
años en diciembre), «La vida da maravillosas vueltas».
¿Qué quieres transmitir a través de
este libro?
Quiero
transmitir que uno nunca sabe lo que le va a deparar la vida, que el viaje es
el camino. Que nada es estático, que la vida es dinámica y el cambio es parte
de ella.
¿Cómo describirías tu experiencia desde
el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?
El libro
empezó como una forma de sobrevivir al fallecimiento de Jennie. Un diario y
cartas a familia y amigos, sin ningún proyecto de publicación. Pero esos mismos
amigos y familia me animaron diciéndome me mi experiencia podría ser de interés
para otras personas. Después vinieron los detalles: corrección, edición,
revisión (¡todo esto en plural!), pruebas, portadas... Una carrera de
obstáculos que gracias a Adarve y mi amiga Magdalena Browne hemos ido
superando.
¿Cuáles son tus referentes literarios o
no literarios?
Los libros que más me han
impresionado hasta ahora (pues el asombro no termina nunca), son To Kill a
Mockingbird, de
Harper Lee; La Tierra vista desde el cielo, de Yann Arthus-Bertrand; The Alexandria Quarter, de Laurence Durell, y últimamente
la Historia secreta Mapuche de Pedro Cayuqueo y Tengo miedo torero, de Pedro Lemebel.
En cuanto a la música, el
jazz, los cantos de la edad media europea y el Qawwali-Flamenco son mis referentes principales.
En
materia de artes visuales, las obras de M.C. Escher,
la caligrafía árabe y la caligrafía china son también parte de mi vida.
¿Cuál fue el último libro que leíste?
¿Por qué lo elegiste?
Estoy
re-leyendo (después de más de treinta años): The Name of the Rose de Umberto Eco, para distraerme, y The Power of Now de Eckhart Tolle, para
recordarme que toda mi vida se resume al día de hoy.
¿Cuál es tu visión acerca del panorama
literario actual?
Es muy difícil
generalizar, porque la diversidad de temas y autores es mucha, pero te diría
por lo que yo he leído de narradores contemporáneos —que no sé si sean los más
top— , es que hay una tendencia hacia la novela que combina la ficción con la
realidad histórica, una suerte de vuelta a la novela histórica, pero sin
abandonar nunca ese realismo psicológico tan típico de la novela del siglo XX.
Los novelistas actuales narran acontecimientos históricos, pero desde una
perspectiva íntima, subjetiva. Me gusta mucho eso, pues son novelas, sí, pero en las cuales uno
aprende mucho de las distintas culturas, de la historia de una determinada
época o país. Te puedo nombrar por ejemplo The
Raj Quartet, de Paul Scott, una magnífica
serie de cuatro volúmenes sobre los años finales del Raj británico en la India.
O las novelas de Salman
Rushdie, calificadas como ficción histórica: leí Midnight Children y en efecto tiene mucho de eso que llaman
realismo mágico. Y te podría nombrar tantas más: A Suitable Boy, del escritor indio Vikran Seth; Wild Swans del la escritora china Jung
Chang, que narra la historia de tres mujeres (abuela, madre e hija) Chinas
durante el siglo XX; Snow, de Orhan
Pamuk, sobre la convulsionada Turquía. Ni hablar de la inglesa Doris Lessing y
sus historias sobre Africa. En lengua hispana me parece que pasa lo mismo:
autores como Rosa Montero, Maruja Torres, Xavier
Marías o Mario Vargas Llosa, que
escriben como novelas políticas.
Y así, te podría nombrar muchos autores más
que combinan acontecimientos históricos con ficción literaria.
Son novelas formidables con las que además de disfrutar de la trama de los
personajes y la escritura misma, cuando
las terminas entiendes perfectamente todo lo que pasó en aquella época.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Con dos niños
(6 y 2 años), el Jennie’s Café-Literario y esta pandemia, no: no tengo nada
previsto.
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