Entrevista a Francisco Singul, autor de Los últimos días de Richmond Hall
Número de páginas: 230
Formato: 150×230
Autor: Francisco Singul
Sinopsis:
A través de las páginas de Los últimos días de Richmond Hall asistimos a la creación de una persona en dos épocas decisivas de su vida, que coinciden con dos períodos de transición en el Reino Unido y en el desarrollo humano de Lilianne Elizabeth Lindon: la alocada adolescencia, en el burbujeante Londres de principios de la década de 1960, y el sutil cambio que lleva de la juventud a la madurez, en el deslumbrante escenario de una gran casa de campo en Yorkshire, con breves escapadas a la capital británica o a la ciudad de York, en el momento en el que Margaret Thatcher asume el poder como Primera Ministra. En este doble contexto se produce en Richmond Hall el encuentro y el turbulento reencuentro entre los protagonistas. Primero asumiendo los papeles de profesor y alumna; años después intercambiando los roles, Lilianne como dueña y señora de la imponente casa –el Black Palace– y Mark como el arquitecto encargado de restaurar la cúpula del vestíbulo. Las mismas vivencias de pasión, turbación y desengaño se verán reflejadas a través de los respectivos puntos de vista de ambos protagonistas.
Háblanos un poco de ti.
Soy historiador de la cultura y escritor. He publicado varias monografías y muchos artículos, en diversos idiomas —gallego, castellano, portugués, inglés, francés, italiano y japonés—, en revistas especializadas, actas de congresos y libros colectivos.
Mi primera novela publicada, en 2013, La luz dormida en el espejo, es una novela histórica sobre la vida y obra del pintor Diego Velázquez, uno de los artistas más relevantes de la Historia. La segunda, El viajero gastronírico, publicada en 2018, es totalmente diversa, mezcla de género fantástico, costumbrismo y novela histórica. La tercera, Los últimos días de Richmond Hall (2020), es también distinta a las anteriores. Me interesa no repetirme y explorar nuevos mundos, siempre con la preocupación formal y estilística de un uso elegante y rico de la lengua de Cervantes.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Los últimos días de Richmond Hall?
Una historia de amor. Un trío entre un hombre, una mujer y un edificio. Algo que, creo, no se había explorado.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
En primer lugar, la distinta mentalidad de los dos protagonistas y su relación: cómo y en qué circunstancias se produce el primer encuentro entre ambos y cómo se desarrolla, años después, el reencuentro y desenlace del libro.
Las relaciones entre personajes secundarios son fundamentales —familia, amigas y empleados de la protagonista femenina—, pues forman parte del aprendizaje en la vida del personaje, auténtico núcleo aglutinador de la novela. Una evolución que va desde su adolescencia hasta la madurez.
La recreación de ambientes ha sido otra gran preocupación en la elaboración de la obra. Por una parte, me documenté sobre la historia política, social y económica del Reino Unido, así como en diversos aspectos de la cultura popular —música pop, televisión, revistas, moda—, en las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX; en segundo lugar, el edificio, tercer gran personaje de la obra: Richmond Hall, popularmente conocido como Black Palace, una gran mansión de campo del siglo XVIII construida por un eminente arquitecto de la Ilustración.
Y por último…, la peripecia de un crimen por encargo, uno de los nervios que vertebran el núcleo y desenlace de la historia.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Las relaciones humanas amorosas y pasionales en un ámbito, en principio, adverso y proclive a los disimulos y ocultaciones. También el amor por el arte y la arquitectura, la evocación de una época mítica en el imaginario popular —las décadas de 1960 y 1970 en Londres y en el corazón de Inglaterra—, la recreación de ambientes suntuosos y la preparación, ejecución y consecuencias de un asesinato por encargo.
¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?
Todo libro es una aventura. He publicado una docena de ellos en varios países —España, Italia, Brasil y Japón— y puedo decir que cada gestación es diferente. Con esta novela creo poder afirmar que el impulso que me llevó a escribirla fue la gran decepción del Brexit.
Es, por ello, una suerte de homenaje al país que abandona la Unión Europea, a los esfuerzos que tuvo que acometer para entrar en el Mercado Común, cuando Francia lo impedía, a la gran travesía del desierto que supusieron los años 70 para la sociedad británica; pero sobre todo un homenaje a su rica tradición cultural, tanto desde el punto de vista de la alta cultura —representada por Richmond Hall—, como de la cultura popular, la música pop y rock, la televisión, etc., así como aspectos socioeconómicos como el desarrollo de la industria automovilística británica.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
He terminado de leer dos obras muy distintas: El corazón de Inglaterra, de Jonathan Coe, y Paradiso, de José Lezama Lima.
La novela de Coe por su relativa cercanía temática a Richmond Hall. La obra maestra de Lezama Lima, por eso mismo.
¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?
Por fortuna en todo el mundo hay grandes escritores en activo. En España tenemos grandes nombres de la Literatura, como Javier Marías o Mario Vargas Llosa. La literatura popular occidental me parece, en general, lastrada por el género negro y por un tipo de novela histórica al que no soy aficionado, porque no me parece creíble, a veces mal documentado. Pero, sin duda, me parece que ambos géneros forman el núcleo duro de la moda de estos años de principios de siglo.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
En efecto, me he dejado llevar por esa moda a la que me he referido y me he metido con una novela negra, en la que mezclo el viaje, el misterio y las relaciones humanas entre personajes.
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