Entrevista a Pablo López Romano, autor de La heredad del señor
Número de páginas: 410
Formato: 150x230
Autor: Pablo López Romano
Sinopsis: Los forasteros que llegaban a la comarca de Los montes, un lugar que siempre estuvo en el fin del mundo, a orillas del Guadiana y a los pies de los Montes de Toledo, tenían la sensación de que el camino que les había llevado hasta allí fue trazado para que nunca tuvieran la osadía de volver a andarlo en el sentido contrario y se quedaran en ese territorio para siempre. El siglo XX llegó también, como un forastero más, a La Heredad, el corazón de la comarca. Al principio apenas se dejó notar, asomando tímidamente en las vidas de los dueños de todo y en las vidas de los que no tenían nada. Luego, al igual que en toda España, arrasó esta tierra con cambios que nadie era capaz de entender. Unos quisieron evitarlos y a otros se les desbocó la impaciencia por hacerlos realidad. Llegaron la República y la Guerra Civil. Las heridas de los que sobrevivieron permanecieron abiertas muchos años y dejaron cicatrices que no se borraron hasta varias generaciones después. Esta obra narra la historia de los Venecia, los Cifuentes, los Calatrava y los Garrapata, que es la historia de los jornaleros y los caciques, de los maquis y los guardias civiles, de los que salieron adelante y los que se rindieron, de los que perdonaron y los que no pudieron perdonar, de los que olvidaron y los que nunca supieron qué debían olvidar y qué recordar. Es la historia de un paisaje ficticio de la Extremadura más desmesurada y real.
Háblanos un poco
de ti.
Acabo de cumplir
60 años. Nací en Madrid. Mi familia proviene de Extremadura, de un pueblo que
se llama Herrera del Duque, en la zona de La Siberia extremeña. He trabajado
muchos años en el mundo del petróleo y por mi carrera profesional viví largos
periodos en varios países de Iberoamérica. Ahora resido en Lima, Perú. Desde
niño fui un lector voraz, tanto de ficción, como de poesía y de ensayo. Tuve la
suerte de educarme en un colegio francés y de aprender pronto el idioma inglés,
por lo que pude leer a muchos autores en su lengua original. Quizá por eso le
doy mucha importancia a los aspectos formales de la escritura. Procuro cuidar
mucho todo lo que escribo, doy muchas vueltas al texto, soy muy lento. Siempre
me faltaba tiempo para desarrollar una historia de largo alcance, por lo que
escribía relatos breves y poemas, sin la pretensión de estructurar una obra
publicable. Una larga convalecencia de una enfermedad en el año 2013 me dio el
tiempo que requería para crear La Heredad
del Señor, un proyecto que llevaba rondándome muchos años.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de La heredad del señor?
La Heredad del Señor es la historia del siglo XX en un escenario
ficticio dentro de una geografía real. La Heredad, pueblo ficticio, está en la
comarca ficticia de Los Montes y la sitúo entre las orillas del Guadiana y los
Montes de Toledo, más o menos donde se ubica el pueblo de mi familia. La obra
se estructura en relatos formalmente independientes pero conectados entre sí
por las distintas generaciones de personajes que conviven en un mismo
escenario. Los relatos, cada uno dedicado a una década del pasado siglo, forman
una unidad que pretende reflejar, mezclando acontecimientos reales y ficción, lo
que hay de profundo en una tierra muy particular, con gentes muy particulares.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
Sencillamente
quiero narrar historias y quiero expresar sentimientos. Pese a que Los Montes
es un paisaje inventado y que La Heredad es un lugar que, hasta ahora, solo ha
existido en mi imaginación, a través de ellos y a través de los personajes del
libro, he acabado expresando mi amor por una tierra y por su gente.
¿Cómo describirías tu experiencia desde
el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?
El proceso creativo fue mi largo. Tardé más de tres años en escribir La Heredad del Señor, alternando
períodos de mucha dedicación con períodos en los que la dejaba aparcada durante
semanas. Desde que la puse en manos de Adarve y hasta tener el libro en mis
manos viví la satisfacción de ver cómo poco a poco el proyecto adquiría forma.
Las sucesivas correcciones, la elección de la portada, todo forma parte del
proceso de escribir. Para mí los libros son, físicamente, el objeto más bello.
A lo largo de mi vida he juntado más de 5000 en mi biblioteca. Ver ahora La Heredad del Señor en sus estantes es
una satisfacción.
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Normalmente leo
varios libros a la vez, compaginando ficción y ensayo. Además, durante estos
meses de encierro más o menos estricto, he tenido muchas horas para leer. Lo he
aprovechado en buena media. Acabo de terminar la novela “Los chicos de la
Nickel” de Colson Whitehead. La elegí porque me gusta mezclar lecturas de mis
autores de referencia con los autores del momento. Whitehead es ahora un
escritor en la cresta de la ola. Ha ganado dos veces el premio Pulitzer y
quería comprobar si me deslumbraba tanto como parece que ha deslumbrado a la
crítica. También acabo de leer “El jinete pálido”, un ensayo muy interesante
sobre la pandemia de la gripe española del siglo pasado. Ahora estoy leyendo la
última novela de Sara Mesa y el ensayo de Douglas Murray “La masa enfurecida”.
¿Cuál es tu visión acerca del panorama
literario actual?
Se publica tanto
que es imposible tener una visión medianamente profunda del panorama literario.
Por lo que se refiere a España, me siguen fascinando los autores vivos
consagrados. Casi todo lo que han publicado en los últimos años - y he podido
leer - escritores como Landero, Benítez Reyes, Trapiello, Mateo Diez, Marías,
me parece muy bueno. Y descubro continuamente autores muy interesantes, como la
misma Sara Mesa, Santiago Lorenzo o Alberto Olmos. Y, sobre todo, hay un sinfín
de escritores fuera del circuito más comercial que escriben muy bien.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy con dos
proyectos. Avanzo muy lentamente. Uno, continúa en el mundo de La Heredad. El
otro es un libro de poemas. Espero que alguno de los dos se concrete pronto y
salga a la luz.
Como te decía antes, doy mucha importancia a los aspectos formales de la escritura. He querido que sea un libro bien escrito. Espero haberlo conseguido. Pues si, lo has conseguido :-)
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