Entrevista a Carmen Muñoz, autora de Morada Esmeralda
Carmen Muñoz es una escritora zaragozana y autora de relatos. Obtuvo el accésit en el XXIV Premio Internacional de Cuentos Max Aub con su obra La conciencia de las mariposas. Es también autora de la novela Tío Galo (Editorial Adarve, 2019). Morada Esmeralda es una obra que nos lleva a través del tiempo donde el pasado siempre vuelve a llenar los huecos olvidados del presente. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Número de páginas: 324
Formato: 150x230
Colección: Editorial Adarve
Autor: Carmen Muñoz
Sinopsis: Mamajuana había visto destruida dos veces la catedral de Manizales y aún creía que podría verla tambalearse de nuevo antes de morir. Así ocurrió a principios de la década de los sesenta y por eso todos los pobladores de Morada Esmeralda, un cafetal a las afueras de un pueblo pegado a esa ciudad colombiana, subieron a la camioneta para ser testigos del desastre. Mamajuana, la negra matriarca que cultiva su intuición contemplando las volutas de humo de sus cigarros; Quintiliano, el indio reseco que solo dice «tutuyí» desde que se cayó de lo alto de una palma de cera; el tonto y negro Blas, dueño de la perpetua alegría; Benito, negro, bueno e inteligente; Luz Divina, blanca y rubia; Isanza, prima de los anteriores, una mulatita con un nombre demasiado largo para llamarla por él; Gonzalito Bengoechea y su madre, la negra Virtudes; Sócrates, Platón y su mujer, Isabel; la tía Esperanza y el tío Dimi. En ese punto arranca esta historia que nos lleva atrás en el tiempo hasta el momento en que una niña es abandonada a los pies del hospicio y recorre un espacio de, aproximadamente, noventa años en los cuales los personajes tejen la trama de sus vidas, las catedrales se caen y se levantan, los tesoros se encuentran y se pierden y un pasado insospechado se abre paso para llenar huecos y contestar preguntas, casi todas.
Háblanos un poco de ti.
Sentí en seguida la
llamada de las Letras. Me costó hacer poesía lo que aprender a escribir. Dejé
en suspenso esta vocación por las “cosas de la vida” hasta que en plena madurez
cogí la pluma y ya no la he soltado. Creo que no me hubiera sentido completa
sin recorrer este camino literario que es, en definitiva, una vuelta a casa, a
mí misma. Desde entonces dos novelas: Tío
Galo y Morada Esmeralda, que
ahora ve la luz, ambas con editorial Adarve, además, otras obras en
colaboración con varios autores y un premio internacional de relatos son todo
mi caudal. Por lo demás, estudié Magisterio, Estética, Acupuntura,
Aromaterapia, Osteopatía y otras disciplinas en el campo de las Terapias
Alternativas. Todo lo aprendido, que es lo que necesitaba aprender, y todo lo
leído me han ayudado a dar forma a mi escritura. Y por último, decir que ser
abuela es lo mejor del mundo.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Morada Esmeralda?
Morada Esmeralda se asoma al alma de Colombia, a sus paisajes de
tierras fértiles y temblonas que a veces sacuden los pies y otras destruyen
para dar lugar a un nuevo comienzo. Veremos cómo los hombres levantan
catedrales y cómo se queman o se caen y se vuelven a caer por fuerzas que
sobrepasan a la voluntad humana. Lo mismo pasa con Morada Esmeralda, el cafetal, y sus habitantes. Una historia llena
de colores, sabores y aromas, rebosante de la sabiduría de Mamajuana, la
matriarca, la inocencia de los niños, con sus ojos nuevos, y la magia de los
mitos colombianos, creados para explicar lo inexplicable.
¿En qué
ingrediente reside la fuerza de este libro?
En su luz, en la pasión que encierra, en la mezcla
de alegría y dolor, de profundidad e ingenuidad, de ficción y realidad que
encierran sus páginas colmándonos de sentimientos y dejándonos un regusto
dulce, potente, vivificante como el café.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Nada especial, y todo.
Esperar que su lectura sea significativa y llena de placer, y conectar de
alguna manera a “los de aquí” con “los de allí”, detrás de las páginas, y del
mar.
¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta
tener el libro entre tus manos?
Como un regalo, primero, personal por ser capaz
de tejer historias, proceso que aún no comprendo, segundo, como recompensa y
reconocimiento a los que han encontrado valor en mis letras y han convertido un
sueño en una realidad. Un tiempo ilusionante.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo
elegiste?
“Al Este del Edén”. Lo
tenía pendiente hacía mucho tiempo. Quería acercarme a la obra de John
Steinbeck. Ha sido una lectura apasionante, enriquecedora. Admirable Steinbeck,
escritor, sabio y maestro.
¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?
Hay muchos autores, lo cual es magnífico porque
el pensamiento, la creatividad, entre otras cosas, hacen girar el mundo. Estoy
convencida de que muchos de ellos merecen estar en algún lugar más visible,
pero eso no depende únicamente de sí mismos, el azar y los mercados también
influyen. Yo me quedo con que el hecho de publicar, de que una editorial te publique,
ya es un premio en sí mismo. No valoro si “son todos los que están” pero seguro
que “no están todos los que son”.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy al principio de una nueva novela, que
escribiré despacito, sin prisa. Una amiga me contó un suceso trágico que
ocurrió en un pueblo aragonés hace muchos años. Alrededor de este hecho estoy
tejiendo una trama que se sustenta en la catarsis y el perdón.
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