Entrevista a Manuel Martín Hidalgo, autor de Donde el cielo es más alto

 

Manuel Martín Hidalgo

Manuel Martín Hidalgo es un escritor pacense finalista del Premio de Novela IV Centenario del Quijote (Diputación de Ciudad-Real, 2005), con la obra titulada El freire de Santiago. Donde el cielo es más alto es un retrato de ficción de la convulsa España de la primera mitad del siglo XXOs invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Donde el cielo es más alto
ISBN: 978-84-18663-20-8

Número de páginas: 430


Formato: 150x230


Colección: Editorial Adarve


Autor: Manuel Martín Hidalgo


Sinopsis: El soldado Manuel Almendral llega a España, en el vapor Alicante, con el resto del ejército español derrotado en Cuba. En el puerto, queda roto el compromiso con la patria y ha de caminar hasta el cortijo de Los Pajarones, donde sus padres trabajan y viven y donde también le espera Irene, su novia. Pero el amo pone sus ojos —y también las manos— sobre Irene. Manuel y su mujer tienen que marcharse de la tierra en la que se han criado hasta dar con el poblado de La Mina, en Riotinto, propiedad privada de la inglesa Rio Tinto Company Limited, alias La Compañía. Ambos iniciarán una nueva vida donde Manuel, acostumbrado al aire libre, al sol y al olor de los campos, difícilmente soportará el humo de las teleras y el paisaje de escoriales que lo rodea. En su nueva vida conocerán el hambre, los paros, las huelgas, los derrumbamientos, las ambiciones de unos y la lucha por las mejoras salariales de otros. Entretanto, van llegando y creciendo unos hijos que llegarán a ser testigos y protagonistas de los hechos que sucederán en la convulsa España de la primera mitad del siglo XX.



Leer primeras páginas


Háblanos un poco de ti

Niño de pueblo, mis paisajes eran la calle, la plaza, las afueras, los arrabales; tardes de fútbol y peleas callejeras con los de otros barrios; tardes de cine. Y lectura. Pero pronto pasó aquel tiempo y mis paisajes, siendo los mismos, fueron totalmente distintos, vistos ya con los ojos del adolescente. Tampoco buscaba ya la compañía de otros, ni las peleas callejeras, sino la soledad para recrearme en mis lecturas –ya he escrito en otra ocasión de aquellas primeras que me viciaron hasta convertirme en voraz lector –. Mi vista iba de aquellos paisajes a las páginas del libro de Neruda que llevaba bajo el brazo en mis solitarios paseos, poemas que me descubrían, con un susurro silente, un mundo que todavía no estaba a mi alcance:

<<…Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,

Te pareces al mundo en tu actitud de entrega…>>

Pero también pasó ese tiempo y, un día, hube de subirme al tren que me llevaba a enfrentarme a la responsabilidad de hacerme mayor. En la estación de destino me esperaban el uniforme y la disciplina militar…


¿Qué se va a encontrar el lector en esta obra?

Una historia sorprendente, por desconocida para la mayoría. La vida de las minas de Riotinto en manos de los ingleses. La historia inglesa de Riotinto comienza en tiempos de la I República (14-febrero-1873). Siendo su presidente don Estanislao Figueras, el Estado Español vendió las minas, (suelo, subsuelo y aire) a la empresa Rio Tinto Company Limited, que convirtió a la cuenca minera en una auténtica colonia británica.

La novela es un continuo choque de mundos diferentes: uno el rural, en el que nace el protagonista; el del labrantío, el olor en la besana al abrir la tierra con el arado en otoño, la era; y, por otro, el de la mina, alrededores de escoriales, y ese tono cobrizo de la tierra de Riotinto.

Y  no es solo la contraposición del campo y la mina lo que puede captar el lector, sino también dos formas de vida: el bienestar, el lujo, la riqueza, el estómago lleno, representados por el ambicioso director de la Compañía y sus capataces y alcahuetes, y ese otra abnegada del minero y del viejo maestro, desinteresado, víctima, a pesar de su entrega a los demás, del odio. Y, también, el de dos amores diferentes por el mismo hombre, el de la esposa y el de la amante. 


¿En qué ingredientes reside la fuerza de este libro?

En cuanto a lo social, quizá en esa palabra tan de moda últimamente: Resistencia Puesto que la vida del minero sí que es una auténtica resistencia contra ese gran cacique andaluz que es “La Compañía”. La penuria del trabajo en las galerías bajo tierra, los conatos de paro, las huelgas llevadas hasta la última resistencia, la lucha por las mejoras salariales o por los seguros de accidentes y la barrera  infranqueable que separa ambos mundos: el lujoso del staff inglés de Bella Vista, y el de las pésimas condiciones de vida en las barriadas mineras.  


 ¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Pues que quizás, a pesar de tantos avances tecnológicos, Internet, robotización, drones, mecanismos móviles en Marte, inteligencia artificial etc… el corazón humano no ha cambiado tanto como creemos. Cuando vuelvo a mis charlas con don Gabriel de Araceli, –el protagonista de la primera serie de Los Episodios Nacionales, al que conocí siendo yo niño y él golfillo de La Caleta, ¡y del que tanto he aprendido! –, con el que me reúno muchas tardes de esta ociosa jubilación, le comento que los españoles apenas si hemos cambiado en estos doscientos veinte años. Que las mismas cosas que él censuraba, siguen todavía presentes en nuestra sociedad: que sigue existiendo la ambición, las segundas casacas en la clase política para vestirse según convenga, las puertas giratorias, la ambición, el ansia de poder y el odio ancestral entre españoles, azuzado actualmente por mezquinos intereses partidistas…

En la segunda parte de la novela, cuando la siguiente generación se hace dueña del espacio narrativo, el matrimonio Almendral ve cómo sus numerosos hijos van cayendo víctima de la intolerancia, el odio o la ambición…


¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta la última?

En los primeros relatos, incluso en la primera novela, cuando todavía no están bien definidos ni la personalidad ni el estilo del autor es cuando se hace más patente los rasgos autobiográficos; se tiende más al “yo”. Luego, conforme se avanza en la edad y en la lectura cada escritor se va definiendo para acabar siendo influido por lo leído. Creo que cada autor es parte de lo que han sido sus lecturas.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Acabo de terminar Effi Briest, de Theodor Fontane.

Me llamó la atención al leer que Thomas Mann había dicho que si le obligaran a reducir su biblioteca a solo seis volúmenes, uno de los que salvaría sería esta novela, lo que despertó mi curiosidad. No había leído nada antes de este autor, que NO me ha defraudado en absoluto.

¿Y ahora, qué, un nuevo proyecto?

Pues estoy en la recopilación y revisión de relatos, –esos primeros escritos de los que he comentado antes en los que son más palpables las influencias autobiográficas –, para formar una antología con ellos. Varios los presenté a concursos literarios y alguno de ellos fue seleccionado para su publicación por la entidad convocante. Ya veremos qué sale.  

 



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