Entrevista a Abraham Rivas Lombardi, autor de Varón no vituperable

 

Abraham Rivas Lombardi

Abraham Rivas Lombardi es un escritor peruano cuyos alto conocimiento sobre la historia y la política de la República e Imperio Romano le han ayuda en la creación de su primera novela, Varón no vituperable. Una obra ubicada en la República de Roma de mediados del siglo II. a. C. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Varón no vituperable

ISBN: 978-84-18544-92-7

Número de páginas: 414


Formato: 150 x 230


Colección: Editorial Adarve


Autor: Abraham Rivas Lombardi


Sinopsis: A mediados del siglo II a. C., la República de Roma era la potencia dominante en el Mar Mediterráneo. Tras tres siglos de constantes luchas para sobrevivir en la Península Itálica, Roma había experimentado en apenas treinta años (218 a. C. – 190 a. C.) una espectacular expansión territorial, fruto de su triple victoria alcanzada contra Cartago en la Segunda Guerra Púnica, Macedonia durante la Segunda Guerra Macedónica y el Imperio Seleúcida, potencia hegemónica de Asia Menor y Siria. Este nuevo escenario incrementó significativamente las rivalidades entre las familias de la nobleza senatorial romana que codiciaban para sus miembros la mayor cantidad de magistraturas y mandos militares, ansiosos de poder, gloria y riquezas. El enfrentamiento llegaría a su clímax hacia mediados del siglo II a. C. En 153 a. C. Roma estaba empeñada en la difícil conquista de las belicosas tribus de Lusitania y Celtiberia en Hispania y, tras los sucesivos fracasos de varios de sus mejores generales, en 137 a. C. un nuevo líder, el cónsul Cayo Hostilio Mancino, fue enviado por el Senado romano a sojuzgar la irreductible ciudad de Numancia. Mancino, quien provenía de una esclarecida familia noble, no era militar pero sí un esforzado servidor público y asumió el reto de conducir a las legiones romanas contra las levantiscas tribus celtíberas, ignorante que oscuros nubarrones de traición y fracaso se alzaban sobre él. De Mancino diría el célebre Plutarco que era un «varón no vituperable».



Leer la primera página 



Háblanos un poco de ti.

 Hola, me llamo Abraham Alex Rivas Lombardi, tengo 55 años, nací en Lima, Perú. Soy Bachiller en Derecho y Ciencias Políticas y Abogado por la Universidad de Lima desde hace 30 años. Estoy casado con Ada Elizabeth Ugaz desde 1990 y tenemos dos hijos, Teresa y Alejandro.

 Gran parte de mi vida profesional la he dedicado a ser funcionario público y abogado litigante, también he ejercido la docencia universitaria por 15 años en la Universidad de San Martín de Porres. He realizado actividad política por muchos años y fui electo Concejal Municipal en dos ocasiones.

 Varón no vituperable corona un viejo anhelo personal: escribir una novela histórica sobre Roma. Soy un apasionado de la historia romana desde 1975, siempre me sentí fascinado por su sistema político y su historia militar, lo que me llevó a participar en televisión dos veces en programas de concurso juveniles.

 La extraordinaria herencia de Roma a la civilización recién se está descubriendo en toda su magnitud, gracias a la intensa divulgación de su cultura y vestigios por historiadores, escritores y arqueólogos. Esta novela en mi pequeña contribución al perdurar de su legado.

 Hace mucho tiempo me prometí que si algún día escribía una novela sería sobre Roma y he podido cumplir mi anhelo.   

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Varón no vituperable?

 El desenlace de esta historia fue real, brevemente evocado por algunas fuentes clásicas. Me cautivó cuando en 1985 leí en la Universidad una obra de teatro del siglo XIX escrita por un autor español que recreó la desgracia del Cónsul Cayo Hostilio Mancino. A partir de esa limitada información pude echar a andar mi imaginación y construir una ficción donde combiné mis conocimientos sobre la República Romana del siglo II AC, con mi experiencia política y jurídica, cimentada sobre un concepto fundamental: la naturaleza humana no ha cambiado mucho en 2200 años, hoy como ayer aspiramos al poder, la gloria y la riqueza, muchas veces sin reparar en los métodos ni medir los peligros. Los personajes, las escenas y los diálogos han sido edificados bajo esa premisa.

 He procurado que la estructura de la novela siga lo que constituyen mis temas de interés personal, una primera parte dedicada a la política, la parte central a la historia militar y el desenlace al aspecto jurídico.   

 Lo que encontrarán será graficada la dramática experiencia de vida del personaje central, un hombre honorable llamado Cayo Hostilio Mancino, desde su ascenso al Consulado, sus decisiones políticas y militares más críticas y las consecuencias de esas decisiones, teniendo como telón de fondo las luchas políticas intestinas de la nobleza romana de mediados del siglo II AC y las campañas de las legiones romanas contra las irreductibles tribus celtíberas lideradas por la indómita ciudad de Numancia.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

 Creo que en el drama personal de un líder político y militar, Mancino, que asciende a lo más alto del poder público y enfrenta al desafío de enormes fuerzas oscuras, reunidas en una gran conspiración forjada en la traición y la codicia. Tenemos así a un hombre decente y bienintencionado que no advierte los peligros que lo acechan, adoptando decisiones erradas que finalmente ocasionarán su desgracia. Aun así conservará en alto su honor y asumirá dignamente su responsabilidad histórica, lo que llevará al gran autor clásico Plutarco a llamarlo “Varón no vituperable”, un ciudadano romano sin mancha.

 Este trágico relato ha sido introducido en escenarios donde he intentado reconstruir con la mayor fidelidad los entretelones del Senado romano republicano como centro de disputas políticas y de impartir justicia, así como recreado las características y tribulaciones del ejército romano del siglo II AC en campaña.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

 En primer término, que la eterna lucha entre el bien y el mal es más encarnizada mientras mayor es el premio o más encumbrado el cargo en disputa y que aun en las circunstancias más extremas el hombre no debe perder su honor. La historia de Cayo Hostilio Mancino, un ciudadano romano ejemplar, nos confirma que si los hombres de bien no se defienden con firmeza y a veces hasta el límite mismo de lo permitido, el mal triunfará irremediablemente.

 En segundo lugar, quiero que el lector pase momentos agradables descubriendo la historia y situándose como un observador privilegiado de la trama, que combina poder, honor y traición.

 

¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?

 Maravillosa, es un sueño personal realizado. Comencé a redactar la novela en 2014 y la terminé en 2016, más como hobby y con pocas esperanzas de publicarla. Luego la corregí en 2018. A fines de 2019 envié un resumen al Grupo Editorial Caudal y recibí de don Luis Folgado un correo electrónico manifestándome su interés, confirmado luego por doña Pilar Lozano. Este ha sido uno de los acontecimientos más valiosos de mi vida. Por eso mi agradecimiento con ellos será eterno, pues apostar por un principiante siempre es riesgoso.

 Después, he seguido con mucho entusiasmo el proceso de corrección y edición, demorado un poco por esta tragedia de la pandemia del COVID-19, hasta que finalmente estamos ad portas de la publicación. Ansío ya tener el primer libro en mis manos, auguro que será una experiencia tan hermosa como recibir a un hijo que regresa.  

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

 Leo bastante sobre historia, política y biografías, que son los ámbitos de mi permanente interés. Actualmente estoy leyendo “Rabia” de Bob Woodward sobre la presidencia de Donald Trump y “Augusto: De revolucionario a emperador” de Adrian Goldsworthy que es una biografía sobre el primer emperador romano César Augusto.

 Tengo a mitad de lectura “Gorbachov: Vida y época” de William Taubman una muy buena biografía de Mijaíl Gorbachov y “La Guerra Futura” de Thomas Freedman; espero completarlos pronto.

 Además, estoy esperando que mi esposa termine de leer “Una tierra prometida” de Barack Obama para comenzar a leerla.

 

¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?

 Muy alentadora, veo con enorme entusiasmo que el ser humano continúa escribiendo con mucha pasión y destreza sobre infinidad de materias y que el interés por la lectura crece sostenidamente en todas las edades. Además, me parece que el placer por tener entre las manos un libro no ha perdido su encanto. Creo que pese al auge de los medios audiovisuales, una porción significativa de la intelectualidad humana reposa y reposará en la literatura, es decir “hemos sobrevivido”.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

 Sí, por supuesto, varios. Varón no vituperable deja muchas incógnitas sin resolver y no podía dejarlas sin respuesta. En junio pasado terminé la segunda parte de la historia que despeja esas incógnitas. La novela se llama tentativamente Las cuentas de Numancia: La venganza de Cayo Hostilio Mancino y tiene una extensión similar. Actualmente la estoy corrigiendo. Ojalá tenga la oportunidad de publicarla.

 Luego, tengo proyectadas otras dos novelas históricas sobre un personaje extraordinario de fines de la República Romana, el ilustre Cayo Mario, siete veces Cónsul de Roma. La primera trataría de su ascenso a la cumbre de la política romana y la segunda sobre su caída y muerte. Confío en encontrar tiempo suficiente para escribirlas, sin distraer mi trabajo profesional.

Comentarios