Entrevista a José Antonio Fonseca, autor de Ojos vacíos
José Antonio Fonseca es un escritor mexicano cuya escritura se caracteriza por fusionar lo sobrenatural con la ficción histórica. Ojos vacíos es una historia de terror que no te dejará indiferente. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Número de páginas: 384
Formato: 150 x 230
Colección: Editorial Adarve
Autor: José Antonio Fonseca
Sinopsis: Aurora, una pequeña de nueve años, se encuentra prisionera en las celdas de la Santa Inquisición de México y es acusada de perpetrar por lo menos una veintena de asesinatos. Su aspecto rubio y angelical parece incompatible con las atrocidades que comete. La niña asegura ser hija del Diablo y matar en su nombre. Gregorio, un joven inquisidor con novedosas teorías de la mente, es enviado desde Sevilla para resolver el misterio. Está convencido que la inculpada está enferma y tiene salvación. A toda costa debe evitarse la hoguera, sería un final impío para una menor de edad y políticamente mal visto. Durante los interrogatorios ella les demuestra que detrás de ello hay una implacable y maligna fuerza sobrenatural; se desatan las peores tragedias, la ciudad entera le teme. Aurora no puede detenerse y colecciona parte de sus muertos para formar la familia que nunca tuvo. Ni la muerte, ni el tiempo son obstáculo para sus crueles «travesuras». Es capaz de volver del más allá, y tres siglos después, aparecer en una moderna vivienda ocupada por tres jóvenes y una niña (Lorena, Liz, Lola y Ana). En la época actual ha encontrado la familia que tanto buscaba y viene a quedarse con ella. Ha empezado el juego de los muertos y las cuatro van a formar parte de su colección.
Háblanos un poco
de ti:
Fanático y consumidor del terror desde la
infancia, en todas sus vertientes (cine, televisión, literatura y teatro). Un
admirador de Bram Stoker y su capacidad para atraparte desde las primeras
páginas y tenerte muerto de miedo hasta el final. Un aficionado incansable del
cine y literatura de terror asiáticos: historias limpias, sin sobresaltos ni
efectos especiales, donde la angustia se genera en una trama bien elaborada, en
las cuales es el lector o espectador el que genera su propia angustia. Esta es
mi cuarta publicación y segunda novela en este género. De los subgéneros del
terror disfruto mucho más el “sobrenatural”, ya que la imaginación vuela más
lejos y los finales son abiertos, nadie los puede racionalizar, solo sufrirlos.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de Ojos vacíos?
Una historia original que combina la
perversidad de una niña asesina serial, en una época que se desconocía siquiera
la existencia de está condición (siglo XVIII), con los poderes sobrenaturales
que le permitirán aparecer en el presente y seguir cometiendo las atrocidades
que disfrutó tres siglos atrás. Es la maldad extrema llevada al terreno
diabólico.
Ella es una pequeña huérfana de nueva años
que busca una nueva familia que la adopte, pues las anteriores han tenido un
destino fatal. El tiempo no es límite para su crueldad.
Es la inquisición de la Nueva España la
encargada de investigar el caso y decidir el castigo, pero ella es tan bonita y de rostro angelical…
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
Es una
trama que se mantiene in crescendo de principio a fin. Se narran las dos historias,
presente y pasado al mismo tiempo. El lector encontrará las respuestas a lo que
está sucediendo en cada una, al leer la opuesta. Avanza uno con
impaciencia entre los capítulos buscando
la explicación de los fenómenos sobrenaturales del presente, hallándola en la
crueldad de la niña mientras aguarda en las mazmorras de la inquisición tres
siglos atrás. El final es inesperado y diabólico. El lector se halla a la búsqueda
todo el tiempo: ¿Qué está pasando?
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Esa deliciosa ambivalencia de sensaciones
que ocasionan los asesinos psicópatas entre el público en general. Por un lado
la atracción que generan por astutos, atrevidos e implacables. Por el otro, esa
repulsión que se siente por las atrocidades que cometen sin la más mínima
conmiseración o arrepentimiento alguno. Todo ello aderezado con la ayuda de
fuerzas sobrenaturales.
¿Cómo describirías tu experiencia desde
el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?
Durante la fase de investigación fue muy interesante conocer las
instalaciones de la inquisición, y encontrarse dentro de las celdas donde se
torturaba a los prisioneros. Aún se conservan lóbregas y atemorizantes. El
lector encontrará entre las páginas las sensaciones de estar en ese lugar. Los
siguientes doce meses fueron de ensayo- error, escribiendo y borrando. Al ver
materializado el proyecto, es el punto donde más nervioso te sientes, pues
ahora están por leerlo. La fase más interesante es cuando empiezas a escuchar
los comentarios, buenos y malos.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
“La niña que miraba los trenes partir” de
Ruperto Long. A mí, en lo personal, no me gustan las historias lineales,
contadas de un jalón de principio a fin. Está novela se encuentra narrada en
decenas de fragmentos, que por momentos parecen inconexos, pero conforme
avanzas y terminas, te das cuenta que te han plantado una historia completa y
detallada. Te obliga a pensar e integrar. Excelente narrativa.
¿Cuál es tu visión acerca del panorama
literario actual?
En este país (México) se acaba de presentar
un panorama de la industria editorial de los últimos dos años: cursa por una de
las peores crisis económicas que ha tenido en su historia con una 40% de
cierres y despidos. Y desde luego, pobres ventas.
En cuanto al genero de terror, que en cierta
forma ha sido menospreciado, ahora ha mostrado un incremento en su producción y
sus ventas, en otros países, desde luego. Esto es esperanzador para los
escritores del género.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Sí, acabo de terminar la tercera novela:
“Mausoleo”, también en el genero negro, más no sobrenatural, sino un thriller
con un final fatal e inesperado. Dicho proyecto se haya en el difícil transito
de encontrar editorial para publicación.
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