Entrevista a Juan Salvador del Cerro, autor de Vestigios de Erato

 

Juan Salvador del Cerro

Juan Salvador del Cerro es un joven escritor murciano licenciado en Lengua y Literatura Españolas. Vestigios de Erato es una selección de poemas que giran en torno a la temática del amor contemplada desde el prisma de un joven. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Vestigios de Erato

ISBN: 978-84-18663-22-2

Número de páginas: 76


Formato: 150 x 230


Colección: Verso y color


Autor: Juan Salvador del Cerro


Sinopsis: Es esta una selección de poemas escritos entre 2007 y 2017. Se trata de una serie de composiciones líricas que giran en torno a la temática del amor contemplada desde el prisma de un joven durante su adolescencia. En algunas de ellas, el contenido de los versos emerge a la superficie con especial ímpetu, descubriéndose en originales formas y mensajes ocultos mediante una técnica con la que el autor, motivado por el espíritu manierista, busca también desafiar los horizontes del artificio poético concebidos hasta la fecha en el campo de la literatura.




Háblanos un poco de ti.

Me llamo Juan Salvador, tengo 25 años y soy de Murcia (España). En relación con mi trayectoria literaria, podría destacar que mi interés por la escritura nació cuando tenía 10 años motivado por el descubrimiento de una antología poética de Antonio Machado, un pequeño libro de color carmesí con filigranas doradas que, sin duda, me cautivó. Desde entonces he utilizado la poesía como forma de expresión y de descubrimiento.

Aunque Vestigios de Erato gira en torno a la temática amorosa, también escribí en distintas ocasiones con fines esencialmente reivindicativos. Sin ir más lejos, en internet puede encontrarse un artículo de 2011 acerca de las III Jornadas sobre Violencia de Género en el que se incluyen unos versos que escribí animando a cualquier mujer que haya sufrido maltrato a denunciarlo, a no normalizar la pesadilla que supone convivir con un sujeto sin escrúpulos.

También siento predilección, además de por la escritura, por la docencia, pues estoy seguro de haber encontrado en ella el medio adecuado para hacer algún día mi pequeña contribución a la mejora de la sociedad del mañana.

Otro rasgo que me define es mi pasión por los idiomas (el italiano, que llevo en el corazón; el inglés y, aunque aún es una tarea pendiente, también el francés). Gracias a ellos he conocido a personas maravillosas también de fuera de España, amistades de China, Alemania, Irlanda, Italia, Inglaterra, Argentina, México, etc. que han influido en mi modo de ver la vida y el mundo en que vivimos. Las palabras han sido siempre mi mayor vínculo con mi familia, con mis amistades y con todas las personas a las que quiero. Es por ello que, en cierto sentido, podría decirse que he consagrado mi vida al estudio de la Lengua y la Literatura.

Más allá de los grandes pilares que he mencionado, me gusta retratarme también en los pequeños y no tan pequeños placeres de la vida: el viaje, el deporte, el arte, la música… En todos ellos encuentro una parte esencial de mí mismo, de quién soy y, sobre todo, de quién aspiro a ser algún día.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Vestigios de Erato?

 Vestigios de Erato es, más que un libro, una experiencia. Los poemas aparecen en orden cronológico. Por ello, quien cruza el umbral de este libro y se adentra en sus páginas emprende un viaje que comienza con un niño de 12 años guiado por un sentimiento indescriptible. Movido por ese fulgor y a través de la palabra, este niño va creciendo sin soltar de la mano al lector para descubrirle un microcosmos lírico sin precedentes, un universo que encierra diosas, musas y otras entidades mitológicas (Atenea, Erato, el ave Fénix…) además de colores y matices inimaginables, profundos anhelos, sueños inalcanzables, enormes pérdidas y grandes hallazgos, lágrimas y sonrisas, lugares inolvidables y mucho más. Grande es el compromiso de embarcarse en esta lectura, eso pienso. Grande es, asimismo, el convencimiento de que, quien comience con los primeros versos y acabe con las últimas líneas que el chico de 22 años que fui escribió para concluir esta obra, comprenderá y guardará consigo la parte más esencial de todo lo que he descubierto durante la segunda mitad de mi vida. En definitiva, un viaje, media vida… Eso es lo que encierran estas páginas.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

Afortunadamente, al enfocarme en Vestigios de Erato veo más de una fortaleza. Sin embargo, soy consciente de que miro esta obra con los ojos con los que un padre y una madre mirarían a sus hijos e hijas: con cariño y orgullo, sin reconocerle fácilmente cualquier posible defecto. No dudo, por ello, que lo que yo pueda concebir como fortalezas, otras personas podrán verlo como debilidades, pero es importante que así sea, ¿No? Al fin y al cabo, solo así, conociendo las distintas opiniones, podremos dilucidar el verdadero valor literario de este libro.

En relación con el contenido, la fuerza de esta obra reside en ese universo heterogéneo que había mencionado anteriormente. Cada poema reclama más de una lectura como condición para descubrirse en todo su esplendor, de modo que ese viaje que en principio pudiese parecer efímero por la extensión de la obra, en realidad requiere más tiempo, más paciencia, más recorrido, para desvelar su verdadera naturaleza.

Con respecto a la forma, aquellas personas que sigan la lectura verán cambios muy significativos, comenzando por los primeros versos de un niño y acabando con la prosa poética de un joven mucho más experimentado y consciente de lo que escribe. También he de reconocer que esta obra esconde más de un enigma. Algunos de ellos son una lágrima, un cáliz y una vorágine que quedaron ocultos, con sus respectivos mensajes secretos, en el interior de tres de las composiciones de este libro. Cada una de las figuras tiene una estrecha relación con el poema en el que se esconde, de modo que nada queda al azar. En fin, la fuerza de este libro reside en lo que promete a toda aquella persona que se adentre en el mundo de la lírica: algo diferente.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde tu publicación?

Lo cierto es que, dado que Vestigios de Erato es mi primera publicación, apenas he podido asimilar aún el hecho de haber iniciado esa trayectoria como escritor. Sin embargo, sí puedo y quiero destacar el cariño, la amabilidad, la calidez y el altruismo con que muchas personas han acogido mis escritos. Es posible que esa experiencia sea el primer indicio que reconozco desde que inicié hace unas semanas esta trayectoria y, sin embargo, es más que suficiente para desear que una segunda publicación salga a la luz lo más pronto posible. Como decía antes, la palabra ha sido el nexo de unión con las personas a las que quiero. Tras la publicación, a través de ella, he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas increíbles que jamás hubiese conocido en otras circunstancias ni por otros medios, de modo que defino este periplo literario como un privilegio que espero que se prolongue muchísimos años.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

 

En realidad, sí. Hay un segundo libro que inicié hace pocos meses pero que, debido al compromiso con mis primeras oposiciones al Cuerpo de Profesores de Secundaria (que se celebran este verano), lo he dejado en un segundo plano con la esperanza de retomarlo cuando “capee el temporal”. No me gustaría adelantar acontecimientos porque la mayor parte de su contenido está aún sin determinar, aunque la idea sí la tengo clara y puedo decir que también esa obra tendrá algo diferente. A través de la lectura, participamos de aquello que está escrito y es entonces y solo entonces cuando, con nuestro punto de vista, nuestras experiencias, nuestros sentimientos y emociones, nuestras expectativas, etc. completamos el sentido de las palabras impresas. Mi intención es llevar la participación de los lectores más allá y lograr que se identifiquen especialmente con la lectura. ¿Cómo? Bueno, ¡Confío en poder responder a esa pregunta más pronto que tarde!

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