Entrevista a Ana Vicarodi, autora de Lo último que diré

 

Ana Vicarodi

Ana Vicarodi es una joven escritora colombiana, residente en los Estados Unidos, actualmente trabaja como profesora de español. En Lo último que diré, la autora nos cuenta la historia de un hombre condenado a pena de muerte. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


ISBN: 978-84-18663-74-1

Número de páginas: 66


Formato: 130 x 200


Colección: Biblioteca de Narrativa Breve


Autor: Ana Vicarodi


Sinopsis:  Una voz nos cuenta la historia de un hombre condenado a pena de muerte. Guido tuvo un amor, un gato y largos días felices. Desde su celda y durante años ha enviado cartas a la misma persona; cartas que no llegan a su destino… Hasta que un día alguien le responde; ¿quién es?, ¿por qué ha decidido contactar con él? Guido intenta descifrar el misterio mientras escribe. La escritura se convierte para él en un plan de escape, como también en un umbral entre la ficción y la realidad, llevando consigo a los lectores a diferentes espacios y situaciones inesperadas y demostrando que cualquiera puede llegar a estar privado de su libertad.




Háblanos un poco de ti.

Mi nombre es Ana María Díaz Rodríguez, pero como la literatura nos permite adquirir nuevas identidades, he decidido llamarme Ana Vicarodi.

Soy una periodista colombiana, inmigrante en los Estados Unidos, donde estoy finalizando mi Maestría en Español y Literatura en Middlebury College.

La escritura para mí, más que una pasión, ha sido una trinchera, donde me he refugiado en medio de muchas batallas y me ha mantenido a salvo. Pretendo seguir escribiendo porque siempre estamos en guerra, incluso con nosotros mismos.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Lo último que diré?

Un sentenciado a muerte, que escribe para mantenerse con vida y que nos presenta diferentes personajes y escenarios, que no sólo reflejan el sistema carcelario y judicial, sino también, nuestros propios señalamientos y condenas.

  

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

En el poder que tiene la escritura, capaz de transformar vidas y realidades. También hay un gato que llega a ser muy importante.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Que la vida de un presidiario puede llegar a ser el reflejo de nuestra propia existencia, porque hay muchos tipos de cárceles, de jueces y de verdugos.

 

¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta tener el libro entre tus manos?

Comenzó como un proceso experimental, que viajó hasta otro continente para luego materializarse. Su creación fue mayormente nocturna y su edición fue en su totalidad diurna, y cuando aquí era de noche, en España ya era de día. Así, pasaron los meses, en medio de tanta incertidumbre en el mundo, pero con la esperanza de un nuevo comienzo que se volvió realidad.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Los Girasoles Ciegos. Hizo parte de las lecturas para una de mis clases de literatura en las que abordamos el tema de la Guerra Civil Española, allí encontré tantas similitudes con la historia de la violencia en Colombia que no he parado de investigar y de cuestionarme el olvido y el abandono que se vivió, y que aún se vive, como consecuencia de ambos conflictos a través de los años.

  

¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?

Está lleno de desafíos, pero también de mucho talento y de lectores selectos, porque la mayoría está en peligro de extinción.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

 Estoy trabajando en una antología de cuentos. Cada una de las historias narra diferentes tipos de victimización del conflicto armado en Colombia. Este proyecto hace parte de la memoria histórica de mi país, y es sólo una pequeña muestra de las miles de personas inocentes que han sufrido por causa de la guerra, algunas, sino su mayoría, siguen esperando justicia, dentro del proceso de reparación de víctimas.


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