Entrevista a José Melero Martín, autor de La broma de dios

 

José Melero Martín

José Melero Martín es un escritor nacido en Málaga y autor de las novelas Historia de Jacinto y León (1997, Accesit Premio de Novela Corta Marco Flavio Quintiliano), Los territorios del sueño (1999, Premio Extremadura de Novela), La soledad del húsar (2002, Finalista Premio Herralde) y Maldito tiovivo (2010, Premio Internacional Vivendia de Relato). La broma de dios es una novela psicológica en la que se alternan tres líneas temporales que nos sitúan en distintas épocas de la historia de la ciudad, protagonizadas por una serie de personajes de marcado carácter que tienen en común su particular relación con lo religioso y con la Iglesia.  Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


La broma de dios
ISBN: 978-84-18663-36-9

Número de páginas: 446


Formato: 150 x 230


Colección: Adarve


Autor: José Melero Martín


Sinopsis: El rostro apenas entrevisto de una mujer entre la multitud desencadena el recuerdo de un terrible secreto enterrado en lo más profundo de la memoria de Santiago Abad, un anticuario especializado en objetos religiosos cuya vida quedó destrozada hacía años. Santiago decide regresar a Málaga, su ciudad natal, y con la ayuda de Bernal, un exjesuita con el que tuvo relación en el pasado, averiguar cómo es posible que la que fue su amante siga viva. Pero, de una manera inevitable, la búsqueda de una respuesta le obligará a enfrentarse a la oscura historia de lo sucedido y a sus consecuencias.

La broma de Dios es una novela psicológica en la que se alternan tres líneas temporales que nos sitúan en distintas épocas de la historia de la ciudad, protagonizadas por una serie de personajes de marcado carácter que tienen en común su particular relación con lo religioso y con la Iglesia. La fe popular, las poderosas cofradías de Semana Santa, la teología crítica, la historia, el arte y hasta el fetichismo religioso componen una compleja trama en la que se mezclan la ambición, el deseo, el crimen y la penitencia.




Leer las primeras páginas



Háblanos un poco de ti. 

Soy malagueño y creo que es un privilegio vivir en la ciudad de Málaga. En mi vida tengo tres pasiones, no necesariamente en este orden: leer, viajar y escribir. Leo y escribo a diario y viajo todo lo que puedo, aunque siempre me parece poco. Estudié psicología y pedagogía y me dedico a la educación, aunque mi verdadera vocación estaría en un punto intermedio entre conferenciante y monologuista. Está por ver a qué me dedicaré en el futuro.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de La broma de Dios

Comencé a escribir La broma de Dios hace casi diez años, pero en su camino se cruzaron otra novela y una tesis doctoral. Hace tres años por fin llegó su momento. La ambientación y los personajes de la novela tienen que ver con la religión y la Iglesia católica, aunque el verdadero tema es la culpa, esa culpa judeocristiana perpetua que conocemos tan bien los que nos hemos criado en esta cultura. Cada personaje de la novela ofrece una perspectiva diferente de lo religioso: Santiago Abad, el protagonista, es un comerciante y anticuario especializado; Bernal, un exjesuita bloguero en la línea de la teología de la liberación; Tomas Abad, el padre de Santiago, un devoto fanático de las cofradías de Semana Santa. La trama se desarrolla en Málaga que, más allá de un mero escenario, se convierte en un personaje más de la novela. La novela ofrece una necesaria reflexión sobre el papel que juega la religión, se sea creyente o practicante o no, en nuestras vidas.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro? 

Creo que aborda un tema -la religiosidad y el papel de la Iglesia-, que rara vez es tratado a pesar de la tremenda influencia que sigue ejerciendo en nuestra cultura. A pesar el proceso de secularización en que estamos inmersos, hasta el más ateo sigue desenvolviéndose en un entorno en el que lo religioso se las arregla para seguir estando presente. La novela aborda algunas de las maneras en las que la religión consigue establecerse como una parte inevitable de nuestra forma de vivir, y construye su trama en torno al sentimiento de culpa, que la Iglesia utiliza para establecerse como mediadora para lograr la absolución o el perdón.

  

¿Qué quieres transmitir a través de este libro? 

Quizá el curioso hecho de que, sean cuales sean nuestras creencias o convicciones, pertenecemos a una cultura en la que convivimos con una serie extensa de manifestaciones de lo religioso y en la que la Iglesia oficial sigue teniendo un peso indiscutible en el establecimiento de los principios éticos por los que nos regimos cotidianamente. En la era digital, globalizada e individualista en la que se desarrollan nuestras vidas, esta moral religiosa sigue dictándonos lo que está bien y lo que está mal. Invito a los lectores a que hagan introspección y sigan el rastro de la culpa.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última? 

Creo que mi trayectoria de escritor es un camino de aprendizaje. El oficio es muy complejo y siempre se puede y se debe, si es honesto, aprendiendo y mejorando. En este sentido creo que La broma de Dios es lo mejor que he escrito.

  

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste? 

Un libro de ensayo, The game, de Alessandro Baricco, en el que se analiza la evolución de la Web y el surgimiento de Internet en relación a los cambios sociológicos y de mentalidad surgidos a partir de la Segunda Guerra Mundial. Creo que es un libro imprescindible para comprender el mundo en el que vivimos. Muy recomendable

 

 Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto? 

Actualmente estoy en plena escritura de un ensayo que se titulará Opiniones de un feminista. Intento realizar desde un punto de vista masculino y partiendo de una base autobiográfica, un análisis muy subjetivo de las tesis feministas y la revolución social que han propiciado. Creo que somos muchos los hombres a los que, sintiéndonos feministas, se nos plantean múltiples dilemas que afectan a nuestros puntos de vista y al modo en que nos entendemos a nosotros mismos y nos posicionamos como personas. No se trata sin embargo de un libro sobre nuevas masculinidades.

 


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