Entrevista a Mario León Ramírez Jiménez, autor de El viandante. Bien y mal

 

Mario León Ramírez Jiménez es licenciado en Etnoeducación, énfasis en CC. Sociales por la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (Colombia), diplomado en Antropología por el Instituto Misionero de Antropología-UPB filósofo y teólogo. El viandante. Bien y mal cuenta la realidad que vivió un profesor misionero y clérigo de determinada colectividad con presencia en todos los continentes. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.

ISBN: 978-84-18663-58-1

Número de páginas: 574

Formato: 150 x 230

Colección: Adarve

Autor: Mario León Ramírez Jiménez

Sinopsis: Realidad que vivió un profesor misionero y clérigo de determinada colectividad con presencia en todos los continentes. A su carisma personal solo le satisface estar entre los marginados y olvidados en lugares de difícil acceso por distancia y geografía. A su debido tiempo de servicio, solicita el indulto del colectivo para que se le exonere de los votos emitidos de pobreza, castidad y obediencia y así dar comienzo a una nueva vida bajo otro estado civil, libre de ataduras religiosas. Su aventura da comienzo calzando las sandalias del otro con los infortunios y satisfacciones que encuentra en su camino. Presencia escenas escalofriantes de abuso infantil mientras estaba en plena formación básica Secundaria, luego Superior filosófica y teológica, esencialmente exigidos en su preparación dentro de un semillero. En las visitas pastorales campesinas en Sudamérica, enfrentó a padres de familia practicantes de incesto, que dejaban embarazadas a sus propias hijas, denunciando los mencionados hechos. Nos narra, además, cómo rescató de la pobreza a una abuela inválida y a su bisnieta y cómo esta niña campesina, con ayuda de la caridad, escaló socialmente hasta encontrar un estatus entre las élites. Nuestro protagonista siguió trabajando y predicando para los más necesitados desde diferentes puestos, en medio de una injusticia visible y compleja.

Leer primeras páginas

Hablemos un poco de ti.

 Desde joven comencé el recorrido religioso misionero, sin duda, es allí donde logro objetivos vivenciales entre la diversidad étnica y por supuesto en el núcleo familiar. Me enorgullece ser hispano y contribuir en las acciones sociales, específicamente los marginados.

Los títulos imprimidos legalmente de filósofo, teólogo y sociólogo se encuentran al resguardo de una carpeta de archivo; sólo la experiencia directa de 48 años de mi vida al servicio de las personas, me otorga el conocimiento real de las vivencias, diferenciando y expresando por escrito los significados de felicidad y sufrimiento.

 

 ¿Qué podemos encontrar entre las páginas de El viandante. Bien y mal?

 Sin duda, encontraran una narrativa de evidencia real e inédita para nuestros tiempos, donde se antepone las vivencias amargas de la ardua preparación al camino misionero sacerdotal; la violencia extrema de grupos al margen de la ley y el amparo humanitario de los desplazados y los sin techo. También, las manifestaciones de caridad y asistencia, combinados con episodios de amor.

 

¿En qué ingredientes reside la fuerza de este libro?

 Narro muchos ingredientes, pero resalto dos impactantes: el primero como docente misionero de un colegio internado en las junglas amazónicas, el secuestro individual y colectivo, como las repercusiones de víctimas desplazadas en la impunidad. Otro, el escalonamiento de estrato social de una campesina y su abuela inválida, desposeídas y abandonadas entre las montañas al amparo de la caridad.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

 Un anuncio de vida real y profesional con la debida denuncia social de los que no pueden hablar por las repercusiones psicológicas de confinamiento por amenaza, donde la impunidad impera para los exiliados despojados de su dignidad.

 

¿Cómo describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta tener el libro en tus manos?

Es un proyecto literario que se fue retroalimentando en mí bitácora personal, el cual comenzaría a relatarlo en forma de novela al cumplir mis sesenta años de vida. No fue fácil por las actividades contraídas, pero asumí el reto. El confinamiento por el mortal virus, ha coadyuvado en revisar el escrito, presentarlo e imprimirlo. Hoy, a mis 64 años, se ha cumplido lo propuesto. Siento satisfacción, porque mis pensamientos y fatigas están imprimidos a la posteridad de la literatura y a quienes escudriñan con lupa la riqueza de las letras.   

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

 En mí cumpleaños 63, un colega religioso me lo obsequio. Titulado: “Una economía decente en la era de la globalización” Su autor es nuestro gran teólogo Hans kung (King) quien falleció días pasados. Él lo eligió a mi gusto, conoce mis pasiones de lectura.

 

¿Cuál es tu visión acerca del panorama literario actual?

 Como protagonista real de una vivencia, analizo continuamente el actuar en los dos sentidos del bien y del mal inherentes en el ser humano. Encuentro en las obras literarias los visionarios, legado de nuestros ancestros que nos recuerdan o predicen los comportamientos en este animado mundo.  

 

Y ahora qué ¿Algún nuevo proyecto?

 En efecto. Dedico buenas horas a la escritura. He terminado la segunda obra titulada: El sinfín de los brujos y los durmientes. Interesante novela narrada con tintes filosóficos, teológicos y psicológicos, acordes a todo público. Ya la he presentado a la editorial. Ahora escribo otra novela: El pacto diabólico de la profesa.