Entrevista a Diego Villamizar Ortega, autor de Hamburguesas voladoras

Diego Villamizar Ortega

Diego Villamizar Ortega es un escritor y estudiante de Administración y Filosofía en la Universidad Javeriana. Amante de la poesía urbana contemporánea, en Hamburguesas voladoras encontramos un despertar hacia la poesía que asume una postura con respecto a la vida ordinaria, que la cuestiona por su «innecesariedad».  Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Hamburguesas voladoras

ISBN: 978-84-18828-58-4

Número de páginas: 94


Formato: 150 x 230


Colección: Verso y color


Autor: Diego Villamizar Ortega


Sinopsis: Es esta obra la narrativa de un mundo que ocurre y del que nadie se da cuenta. Un despertar hacia la poesía que asume una postura con respecto a la vida ordinaria, que la cuestiona por su «innecesariedad». La pregunta central que se hace es: «¿para qué existir si no se sabe qué es la existencia?». Este es el problema más serio que se le presenta a la conciencia y es que la existencia es no saber qué hacer y buscar quién ofrezca una respuesta, ya que es tanta la angustia derivada de un exceso de libertad que cualquier respuesta es buena, aun cuando implique el fin mismo de la existencia. Se espera entonces que el lector, al menos, encuentre no tanto una respuesta como el placer de hacer algo útil con su pregunta existencial.




¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Hamburguesas voladoras?

 Es un texto muy largo, fluido, antagónico con el tiempo en donde todo es corto, todo es un slogan. Hamburguesas Voladoras es el antagonista de la poesía slogan que por cierto fue creada por Benedetti. Hamburguesas Voladoras se devuelve a Gilgamesh, Homero, Virgilio, Milton, sin querer imitarlos porque no es un 1% tan grande como esa poesía. Pero sí  es un reclamo a esa poesía slogan que no dice nada, que se puede encontrar en una caja de cereal o en un McDonalds.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

Esta es una reconstrucción de la poesía tal y como se viene dando en tiempos modernos. La poesía se estancó y sigue con la misma estructura de Neruda. Se ha vuelto más una manera de hacer publicidad y mercadeo en una era en donde todo tiene que ser el consumidor, cómo se siente, qué  piensa, es egocéntrica y realmente insípida, emocional y completamente inútil.  La poesía se escribe para  determinar una estructura del mundo y una narrativa de esa estructura del mundo. Eso es lo que quiere recuperar Hamburguesas Voladoras.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Quiero decir que el mundo ahora es solo emociones, sentimientos, porque a todos los demás les toca súper pero a mí no. Este mundo es eso. Todos piensan que no son bellos pero que los demás sí lo son, que no son felices pero que los demás sí lo son. Hay como una noción de una injusticia central conmigo solo en el universo pero no con los demás. Las mujeres sienten que todo está en contra de ellas. Los que son bajitos igual, los que tienen la nariz grande, los que son orejones, los que son calvos, los que no pueden bailar, etc etc, igual. Esto es producto de un existencialismo que ha adquirido en el capitalismo un escucha sensacional. Entonces el capitalismo vive del existencialismo. Hay un mercado para todas esas injusticias, soledades que ha traído la vida y que alguien tiene que escuchar o si no entonces vámonos en contra del hombre blanco heterosexual europeo occidental que ese es el que tiene que solucionar todo o si no "vilifiquemoslo" porque ese fue el que se invento esta catástrofe. El existencialismo en realidad es el  problema. Eso es lo que dice Hamburguesas Voladoras.  

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

Mira, en Colombia nadie le publica a uno a menos que sea presidente de la república. Es algo emocionante que en España hayan considerado las letras de un simple escritor que en su país no es nadie porque hay que ser alguien para poder tener un mercado. De modo que pese a haber escrito mucho nadie se ha enterado de esto en mi país y es algo que me produce escozor. 

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

 Leo mucho rap, el último libro fue el de Jay Z.  Leí mucho de su historia pero sobre todo de cómo escribe sus versos. Es monumental, y salvaje, como es el rap. Pienso que Hamburguesas Voladoras se para también en los hombros de estos gigantes. Les roba pero igualmente busca civilizarlos.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

 Trabajo en un nuevo libro que se titula Ñerú. Es igual un poema que tiene como problema el hecho de que el mundo puede que esté mejor, pero va a seguir siendo miserable porque somos solo emociones. Puedes colocarle a la gente un carro eléctrico que lo lleve de la casa al trabajo sin estresarse, pero su vida va a seguir siendo miserable porque tiene que lidiar con la necesidad de ser bello, de ser agradable socialmente, de ser sano, de ser inteligente, de poder atrapar a la chica, de tener que trabajar en un ambiente laboral hostil, ficticio, lleno de hipocresía. Todo eso es producto de que en últimas vamos hacia una desnudez de lo que es la especie humana. Cuando ya no tengamos ningún problema material lo que se viene es un tsunami de problemas emocionales que van a marcar el mundo del futuro con niños depresivos, ansiosos, mujeres cada vez más hostiles, hombres representantes de una mayor inequidad en el mundo, estados cada vez más involucrados en la salud mental y emocional de sus ciudadanos. Quién entonces es normal. Neru, el habitante primigenio, el que renuncia a todo eso y prefiere la cordura, el anacrónico, el que lo sacan de todos los trabajos porque no sigue la norma emocional.  

 

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