Entrevista a Alberto Piedrafita Gómez, autor de El ángel de la ciudad invisible
Alberto Piedrafita Gómez es un escritor pamplonés, autor de La plaza de la Txantrea (Ed. Lamiñarra, 2014), Jesús en la 45 (Ed. Comuniter, 2017) y La línea amarilla (Ed. Los libros del gato negro, 2019), entre otras. En El ángel de la ciudad invisible se nos muestra un retrato de la sociedad y los grupos de poder, desde la mirada de un investigador privado. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Número de páginas: 322
Formato: 150 x 230
Colección: Adarve
Autor: Alberto Piedrafita Gómez
Sinopsis: Es esta obra un retrato de la sociedad y los grupos de poder, desde la mirada de un investigador privado. Abelardo Escaria, situado entre un policía poco social y un antropólogo de campo que investiga las últimas muertes ocurridas en Sanragosa durante la celebración de los Juegos de Verano; un gran acontecimiento mundial que supondrá un enorme beneficio económico y gran prestigio para la ciudad. Una multinacional farmacéutica se encuentra bajo sospecha, mientras las autoridades municipales intentan encontrar soluciones encaminadas a culminar, sin demasiado riesgo, tan emblemático acontecimiento; un atentado en mitad de la noche, como una campana que anuncia el inicio del drama y, en mitad de todo, un personaje compasivo que encuentra en la Ciudad Invisible las claves de «la mano que mece la cuna».
Háblanos un poco de ti.
Comencé a escribir en la adolescencia, un
mecanismo de supervivencia, supongo, a la vez que soñábamos más con ser
estrellas del rock que escritores.Mi necesidad de conocimiento me llevó a
estudiar psicología y antropología y ,curiosamente,filología fue la carrera
abandonada, a la mitad, por el extrañamiento que supone lo que enseña la
universidad respecto a lo que uno necesita.Me interesó entonces la Teoría de la
Literatura y el Teatro, dejándome guiar por autoras como Paloma Pedrero y
otros.
¿Qué podremos encontrar
entre las páginas de El ángel de la
ciudad invisible?
Sería extraño
haber escrito “El ángel…”, una novela que podría clasificarse como thriller
psicológico, cercano a la novela negra, sin que se notara mi lado sociológico,
aquel que descubre los entresijos ocultos, a veces perversos de la sociedad
posmoderna. Eso sí, con la imprescindible parcela de espectáculo y diversión que
tiene la novela.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Creo que hay mucha lectura de lo oculto, de
aquello que se siente pero que no puede ser nombrado sin riesgo.
¿Qué quieres transmitir a
través de este libro?
La impotencia
del hombre íntegro frente a una estructura social pervertida.La necesidad de
compasión, a pesar del lado dramático de la vida, como forma de estar en el
mundo.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera
publicación hasta esta última?
Creo que hay un proceso de crecimiento y un cambio claro en las
intenciones. Cuando uno es joven parece que escribe para sí mismo, es casi un
monólogo; con ese grado de maduración se busca la complicidad del lector, se
llena la obra de marcas secretas, de envites, se tiene mayor contacto con todo,
en lugar de mostrar se demuestra.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Últimamente
estoy releyendo a Faulkner, y le ha tocado el turno a “El ruido y la furia”:
magistral, inconmensurable Faulkner. Y a la vez, las obras de teatro de Paloma
Pedrero, a la que agradezco enormemente sus enseñanzas sobre dramaturgia.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy escribiendo una novela sobre personajes que rodean el mundo budista, con sus contradicciones y sus esperanzas. Y de forma paralela seguimos mostrando la película “Angelus Novus: La transfiguración” que se presentó el año pasado y que seguimos promocionando.
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