Entrevista a Guiomar Patiño, autora de Una muerte clásica
Guiomar Patiño es una escritora albaceteña y profesora en el IES Francisco Salzillo de Alcantarilla (Murcia). Una muerte clásica es un singular thriller con la asignatura de latín como telón de fondo. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Número de páginas: 160
Formato: 130 x 200
Colección: Biblioteca de Narrativa Breve
Autor: Guiomar Patiño
Sinopsis: Una tarde de invierno, una limpiadora de un instituto hace un perturbador descubrimiento: la profesora de latín ha muerto mientras corregía exámenes en el propio centro. Una policía y un profesor de griego, a quienes une una singular y solo conocida por ellos relación, intentan llegar hasta el fondo de este asunto que no está tan claro como pudiera parecer… o tal vez sí.
Háblanos un poco
de ti.
Yo pertenezco a
una generación que no está acostumbrada a la exposición casi universal que
significa la participación en redes sociales y, la verdad, eso de contar cosas
sobre mí, me resulta un tanto difícil. ¿Qué cosas pueden resultar interesantes
para los demás sobre mi vida? La verdad es que no lo sé.
Nací en Albacete
y resido en Murcia desde hace casi medio siglo. Soy una persona de natural
optimista, a pesar de eventuales circunstancias que hacen retemblar todo el
mundo que uno se construye alrededor, y nada amante de la inactividad.
Normalmente actúo para huir de los problemas y superar los malos momentos. Mi
escritura tiene una parte de eso. A veces la he usado como medio terapéutico,
otras como mera expresión de alegría y ganas de vivir, otras como refugio
íntimo y personal.
Soy profesora de
Latín en un instituto público, lo cual quiere decir que soy “profesora para
todo” en un instituto público, pero eso es bonito. No siempre es agradable,
pero siempre es constructivo, el contacto con los muchachos de esas edades,
cada uno con su idiosincrasia personal y de los que siempre, siempre, aprendes
algo.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de Una muerte clásica?
Un relato divertido, a ratos intrigante, un
poquito adictivo y mucho más abierto en sus temas de lo que podría parecer.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
Pues francamente en sus muchas posibles facetas. Es un libro de lectores,
creo yo. Un libro del que cada persona va a sacar una lectura, según su propia
personalidad. Creo que tiene muchas insinuaciones, a pesar de su única línea
argumental, y que eso le puede dar más dimensiones de las que yo, aunque lo
haya escrito, pueda pensar siquiera.
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
No es lo que yo
quiera transmitir, es lo que el lector pueda recibir. Yo aspiro a que guste; a
que quien lo lea no lo pueda soltar hasta haber acabado con él, después de todo
no es demasiado largo; a que disfrute y a que, luego, se quede dándole vueltas
en la cabeza a algo de lo que se ha dicho y que no forma parte de la línea
central del argumento, sino que no es más que un apunte lateral en una
situación lateral.
Este es un relato
escrito en plena pandemia, cuando todos estábamos confinados en casa, cuando el
teletrabajo nos quitaba las horas del día y de la noche y, al menos para mí, lo
que significó fue una especie de oasis de tranquilidad en medio de toda esta
vorágine.
Si consigo que el
lector pierda de vista sus problemas durante el tiempo de la lectura, habrá
sido todo un éxito.
¿Cómo describirías tu trayectoria de
escritor desde la primera publicación hasta esta última?
El hecho de publicar mi primera novela fue toda
una sorpresa. Cuando escribí “Porque no eres reina te lamentas” no pensaba ni
por lo más remoto que se publicaría y lo leería gente ajena a mi familia.
Pero luego llegó Adarve y se publicó y lo que yo
creía que era un capítulo cerrado y exclusivamente personal de mi vida, resultó
que estaba más abierto que nunca y que había gente a la que le interesaba, y
hasta le agradaba, mi forma de escribir.
Eso fue un impulso enorme. Ahora sigo escribiendo
porque me gusta, pero también pienso que puedo hacer que otras personas
conecten conmigo, con mis sentimientos a través de los libros. He reordenado
mis escritos, les he dado forma y he ideado nuevos proyectos.
Y, sobre todo, es realmente asombrosa la
satisfacción personal que obtengo de todo ello.
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Pues ahora mismo
ando leyendo “La vida contada por un sapiens a un neandertal” de Arsuaga y
Millás, por puro disfrute, porque me gusta mucho el estilo y porque me gusta
mucho lo que cuenta y cómo lo cuenta.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Claro. Ahora
siempre hay proyectos. No sé cuándo podré llevarlos a término, porque la vida a
mi alrededor sigue y yo sigo con ella, sigo teniendo responsabilidades
familiares y de trabajo y la literatura es un solaz, no un medio de vida, pero
lo haré.
De momento estoy
concluyendo un libro de relatos, en los que intento dibujar, a través de la
peripecia de personas concretas, reales y no reales y hasta míticas, vivencias
muy humanas y que transcienden el tiempo y nos pueden afectar a cualquiera de
cualquier época o condición.
Por otra parte,
también trabajo, despacito y casi a trompicones, en una novela de dimensiones
algo más estándares que las que he publicado hasta ahora, y en la que los
personajes están cogiendo las riendas del relato y no sé a dónde nos van a
llevar.
En cualquier
caso, parafraseando al gran Torrente Ballester, si elegimos el momento
oportuno, quizá nos lleve el viento al infinito.
Me ha encantado leer esta novela, llena de intriga y sentido del humor. Quedo en espera de más escritos de esta autora.
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