Entrevista a Carlos Reyes O., autor de Homo brutus y colibrí

 

Carlos Reyes O.

Carlos Reyes O. es un escritor colombiano  graduado en Filosofía y Letras  y escritor de obras literarias desde hace cuarenta años. Entre sus obras destacamos Acoso (1009) y El Botón y la Corona (2018). En Homo brutus y colibrí, el Homo Brutus encarna la conducta social anterior, mientras Colibrí intenta concientizarle de la hecatombe que se nos viene encima. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Homo brutus y colibrí

ISBN: 978-84-18958-24-3

Número de páginas: 414


Formato: 150 x 230


Colección: Adarve


Autor: Carlos Reyes O.


Sinopsis:  El hombre es un ser nacido para el movimiento y la competición; basta constatar la carrera desaforada de cuatrocientos millones de espermatozoides por llegar primero al óvulo, que espera al campeón con los brazos abiertos mientras el resto de competidores muere inexorablemente. Así damos inicio a nuestra vida, en medio de afanes existenciales que convierte a la mayoría en seres egoístas, ambiciosos, necios y destructivos. Homo Brutus encarna la conducta social anterior —exceptuados algunos casos— mientras Colibrí intenta concientizarle de la hecatombe que se nos viene encima. Esta novela gráfica es un viaje literario que permite al lector acompañar a líderes como Jesucristo, Confucio, Carlo Magno, Nerón, Genghis Kan, Colón, Napoleón, Truman y Hitler, históricamente reconocidos por sus aportes pero también por las guerras y atentados contra el ecosistema Tierra. Entonces, llega la hora de que los dirigentes actuales y los que ejercemos de «inocentes silenciosos» aceptemos inteligentemente nuestra herencia genética y comportamiento. Según el economista británico Thomas Malthus (1789), «el ser humano cambia por virtud, acato a la ley o por la fuerza».



Háblanos un poco de ti.

Colombiano, Villarrica, departamento del Tolima; nacido durante la violencia bipartidista que dio inicio durante los años 40´s hasta la fecha. Graduado en Filosofía y Letras de la Universidad Santo Tomás. Desde niño sentí especial atracción por las Ciencias Humanas y las Artes. En 5º de Primaria leí apartes del Quijote, la Biblia, cómics de diferentes nacionalidades y novelas de vaqueros. A los 14 años gané el primer concurso escolar con el tema Futuro del Nadaísmo y recibí los elogios del maestro Aldemar Tello; esto reafirmó mi pasión: Las Letras. Posteriormente gané algunos centavos escribiendo cartas de amor; en los años siguientes leí ávidamente varias obras de escritores costumbristas colombianos y latinoamericanos: Jorge Isaac, Fernando Soto Aparicio, Vargas Vila, José Asunción Silva, Álvarez Gardeazabal, Ernest Hemingway, Eduardo Galeano, Fanny del Rio (Malinche) y por supuesto, Gabo. Una vez abandoné la carrera de Arquitectura (U. Piloto de Colombia), trabajé como empleado de la Rama Judicial y luego, tinterillo o picapleitos.

En mis obras aparece el agradecimiento perenne a la “Santoto” por la iluminación intelectual que me ofrecieron sus brillantes maestros y directivos: mi tesis de grado le bauticé Metáfora Garciamarquiana. Finalmente ingresé al MEN como docente hasta nuestros días; mi ejercicio como escritor lo he desarrollado en periódicos escolares y regionales.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Homo Brutus y Colibrí?

Una narración novelada en un lenguaje jocoso, irreverente e informal, acerca de los actos humanos con los que hemos afectado –en materia grave- el equilibrio de nuestro ecosistema, hasta el punto de poner en peligro la supervivencia humana. También, la comisión de la reina Colibrí –venida de otro planeta con una cantaleta permanente- para convencer a Homo Brutus que revise su conducta y obre inteligentemente al respecto. Al final, la esperanza de alcanzar a desarrollar las estrategias de corrección y lograr la salvación para todos.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

El tiempo se nos acaba, y -así se nos antoje cruel- no hay cama para tanta gente: llegó la hora de actuar con diligencia o en su defecto, perecer arrasados por las fuerzas de una naturaleza desestabilizada y enloquecida. Igualmente, según el último informe demográfico de las Naciones Unidas (2019), la población mundial es de 7.700 millones de habitantes: intentar concientizar a unos 6.000 millones de que no existe otra alternativa: “Ser o no ser” al mejor estilo de Shakespeare… la resistencia a un cambio lento y programado nos saldría fatal. La adopción de alternativas de producción amigables con Tierra será la fórmula mágica.  Reviste carácter de urgencia la puesta en escena de los valores humanos universales sin tener en cuenta distingos de raza, estrato socioeconómico, creencias religiosas, políticas e intereses personales. Apremia aceptar nuestra condición humana de seres permeados por el bien y el mal; éste último ingrediente entendido como toda acción que perjudique la supervivencia humana: Nada con exceso, todo con medida, Solón de Atenas.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

Para mí es un vuelo de ensueño en el que no existe otro tiempo y espacio diferentes al de mis recuerdos vivenciales, lecturas y hábito de escucha plasmados en escritos. Escribir constituye una oportunidad para aprender, desaprender, monologar y crecer. En efecto, es el acto de ensimismamiento reflexivo del que jamás quisiera despertar; por lo demás, el convencimiento que la felicidad habita en el valor que asignemos a la simplicidad maravillosa de nuestro propio entorno.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

“La rebelión de las masas” de José Ortega y Gasset, célebre escritor español. Lo releí para reafirmar mi creencia acerca de los planteamientos de la respuesta anterior: “Un vuelo de ensueño en el que no existe otro tiempo y espacio diferentes al de mis recuerdos plasmados en escritos: es una oportunidad para aprender, desaprender, monologar y crecer…” de los yerros cometidos por la sociedad en proyecto tan complejo y decisivo como la unión de pareja y el proceso de crianza.


Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?


Hace aproximadamente 45 años vengo escribiendo diferentes textos literarios como los siguientes:


- Acoso, novela ganadora de la Convocatoria Fondo de autores huilenses Neiva, 2021, (200 pág.): describe la composición socioantropológica del entorno escolar y la lucha entre el bien y el mal a través de creencias religiosas, y el empleo de embrujos que induce estudiantes a actos perversos.

 

- Abdé otros cuentos cortos 2 (18 cuentos cortos): el primer cuento relata pasajes de la inmigración de un árabe a Colombia: arriba al Valle de las Tristuras (hoy, Desierto de la Tatacoa) con una preciosa y enorme mula, Elif. Su amor era intenso y mutuo; pero tuvo un final fatídico que desencadenó en él un llanto amargo durante infinitos siglos.

 

- La décima patria boba, otros cuentos cortos 3 (14 c.c.) narra la violencia política en Latinoamérica, una constante histórica de antagonismo. Un dedo índice cortado y teñido de azul y otro de rojo era el trofeo que enarbolaban los miembros partidistas como sinónimo de triunfo sobre los contendientes electorales.  

 

- Fútbol, religión, pasión y crucifixión; novela acerca del fútbol como actividad que mejora la salud física y mental de los aficionados: cómo se fanatiza a los seguidores y su empleo en política. De la misma manera, las minucias relacionales al interior del mundo deportivo, y un acto de revisionismo como actividad empresarial y de alto rendimiento económico.

 

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