Entrevista a Dixon Rojo, autor de De utilidad pública

 

Dixon Rojo es un escritor chileno que realizó los estudios de Lengua Castellana y Psicología. De utilidad pública es un poemario que nace como cosecha de poemas desterrados. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.

ISBN: 978-84-18958-72-4

Número de páginas: 64

Formato: 150 x 230

Colección: Verso y color

Autor: Dixon Rojo

Sinopsis: Este poemario nace como cosecha de poemas desterrados, que en largos años itinerantes cristalizan las vicisitudes, observaciones, desaciertos y rutas del poeta. No espere leer poemas de amor con grandes versos rebuscados y hermosas puestas de sol. En este libro la pluma se desgarra y se adhiere a la realidad, arañándola en cada palabra. No propone otra cosa más que la poesía como el puente y el espejo. Se desmarca de las grandes ligas y vuelve a comenzar en cada escrito, en cada metáfora vivida hasta lo más hondo. Por todo ello:

«La universalidad de las cosas que hablan en los poemas nos proponen una aparente complicidad con ese lector ávido de las simples —y grandes— cosas bellas».

Leer primeras páginas

Háblanos un poco de ti.

Qué más puedo hablar de mi que no diga el libro jaja. ¿Escribir poesía es un desnudarse no? Yo nací como dice una famosa banda de rock (Los prisioneros) “en un pueblito al sur de Estados Unidos”. Este pueblito se llama Chile. Nací en los últimos años de la dictadura más prolongada que ha tenido mi país. La mayor parte de mi infancia la pase entre los cerros, la calle y la escuelita que jugaba a educarnos. En el desierto de Atacama fueron mis primeros y los primeros versos. Luego crecí, y conmigo también la curiosidad de conocer más cosas y lugares. No me basto el norte chico y me fui al norte grande a estudiar algunos años Pedagogia y Psicología para terminar convenciéndome de que no hay nada teóricamente escrito sobre el ser humano, que somos constantemente improvisación, como en la música. La música significa para mi todo, sin ella, muy difícil lidiar con la vida. Desde que me despierto hasta que me duermo. Mis días tienen distintos compases, tonos y notas. Son determinados por el ritmo y el sentimiento.

Como buen chileno poseo un 90% de vino en la sangre y como buen viajero me fascina descubrir tragos nuevos, sabores nuevos, comidas, gente, etc…

No por nada, ya llevo cuatro años viviendo en el país de mi compañera de vida. Italia. Junto a nuestros dos retoños, en la isla de Ustica nos pasamos los días entre el campo y la cocina, descorchando botellas, ideas, palabras, haciendo un millón de cosas. No  hay tiempo para la depresión y esas cosas de las ciudades. A veces pienso en morirme, pero digo, no; tengo muchas que hacer jaja, entre ellas, escribir.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de De utilidad pública?

Leerán una gran serie de poemas escritos en diferentes periodos de mi vida. Por lo tanto, uno se puede topar con distintos contenidos en los versos, desde lo erótico al desamor, desde la critica social y política a una observación muy simple y especifica. Contextualizada también por los diferentes lugares donde he estado. Creo que también tiene algo de espontaneo y humorístico.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

¿Es difícil encontrar un único ingrediente en un poemario donde cada texto tiene su propia fuerza, no?

Creo que la fuerza de este libro radica en lo visceral y arrojado de sus versos.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Que como dice su titulo, la poesía puede y debe ser de utilidad publica. No es solo para los entendidos o intelectuales pontificados. Que un verso te salve o te mate, que te mueva algo es parte de esa utilidad, acercarla más a la gente, a las nuevas generaciones.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

 Habría que preguntarles a los poetas de gran trayectoria. Pero, creo que la trayectoria, obviamente, te la da el tiempo y el oficio. Y en medio uno pasa por distintos periodos hasta encontrar una voz más propia, alejándose de las grandes influencias que uno tiene al inicio. Cuando uno tiene el ansia de publicarlo todo y leer cada verso que uno encuentra genial. Es difícil editarse con tanta energía de decirlo todo. Creo que el tiempo ayuda mucho en eso y permite que tus trabajados se depuren de mejor manera. En ese sentido los poemas, creo que son como el vino, decantan lentamente y pueden ir mejorando hasta el punto en que uno dice: basta. Si no, te puedes pasar toda la vida editando el mismo poema (dependiendo de cuan autocritico puedas ser).

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Se llama Un mundo feliz de Aldous Huxley. Ciencia ficción de los años veinte. Una bomba predictiva con agudísimo filtro social, una pluma lucida y fluida, con una prosa bastante poética. Librazo.

Me lo recomendaron. Lo recomiendo.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

La verdad es que el nuevo proyecto depende mucho de lo que pueda salir de la libretita de apuntes que siempre llevo en cualquier bolsillo. Veamos que sale de esta nueva gran etapa vida.