Entrevista a Ramón Pérez de Villaamil, autor del libro Vuelve
Formato: 150 x 230
Colección: Adarve
Autor: Ramón Pérez de Villaamil
Háblanos un poco
de ti.
Termine el curso previo a la universidad con matrícula de honor en
filosofía, matrícula de honor en historia y notable en literatura (ni una sola
vez superé esta nota). Tenía 17 años, y cuando me preguntaron en casa que
quería estudiar contesté sin duda que Filosofía e Historia. Me metieron miedo
por mi futuro y me lo dejé meter. Terminé haciendo Derecho y dedicándome al
mundo de la empresa como emprendedor y consultor en diferentes sectores. Seguí
estudiando filosofía por mi cuenta y de ahí pasé a estudiar las diferentes
escuelas espirituales durante todos estos años. Esto y los más de 30 años de
viajes en 4x4 por África me han ayudado a aprender mucho. De alguna manera
siento que ahora estoy volviendo al camino que dejé con 17 años, pero con un
bagaje de experiencia que le da mucho sentido.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de Vuelve?
Es una novela en la que
encontraremos misterio, intrigas históricas, aventuras y cierta ciencia
ficción, rodeando el tema principal: la reflexión sobre la esencia del hombre,
su origen y futuro y su cuestionable capacidad para gestionar este momento de
la evolución de la vida en la Tierra.
¿En qué
ingrediente reside la fuerza de este libro?
Yo he intentado que la
fuerza de Vuelve esté en intentar
hacer una combinación de dos elementos que resulte atractiva:
Por una parte la reflexión
espiritual y filosófica, que plantea cuestiones profundas y creo que atrevidas,
sin mesianismo, gravedad ni grandilocuencia y huyendo de lo pomposo.
Por otra, una trama con
aventura, con ritmo, ágil y divertida. Directa y accesible, y con diálogos
naturales reales y frescos.
En definitiva, creo que
es un libro que puede resultar entretenido y a la vez llevar a la reflexión
libre a cualquier persona sin necesidad de que esté adscrita a ninguna tribu.
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
El trasfondo del libro es espiritual, la ficción te da mucha más libertad
a la hora de adentrarte en ese mundo que va más allá del conocimiento actual
racional y científico.
En el fondo Vuelve quiere
aportar elementos para la reflexión sobre las grandes preguntas del ser humano,
esas que dan vértigo y que por mucho que las escondamos en nuestro interior,
constituyen la base de nuestra estabilidad mental y emocional: ¿Quiénes somos?
¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? y ¿qué hacemos aquí?
¿Cómo describirías tu trayectoria de
escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Mi trayectoria de
escritor acaba de comenzar. Anteriormente, cuando fui editor de una revista escribí
muchos artículos, posteriormente, un libro de ensayo casi por encargo
relacionado con temas profesionales, pero hasta cerca de los 60 años no decidí
ponerme a escribir mi primera novela. Lo interesante cuando escribo ahora es
que veo cómo la vida que he vivido, que ha sido bastante completa, me sirve
como fundamento para mucho de lo que
expreso. Cada persona es un mundo, Rimbaud dejó la literatura a los 20 años
después de escribir –para mí– el mejor libro de poesía en prosa de la historia.
Yo he necesitado muchos años para vivir lo suficiente y madurarlo lo suficiente
como para poder escribir algo con sentido (y desde luego no pretendo compararme
con Rimbaud).
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Estoy leyendo Las tentaciones de San
Antonio, de Flaubert, la intención primera era documentarme para mi
siguiente novela, pero estoy fascinado con el libro y con la erudición del
autor.
Justo antes había terminado Todos
los hermosos caballos, de Corman McCarthy. Lo elegí porque prometía trasmitir
la vida nómada y libre en la naturaleza. Es brillante por cómo está escrito y
por cómo transmite. No cabe duda de que McCarthy escribía sobre algo vivido. Me
considero en cierto modo un viajero nómada por la naturaleza (en mi caso el
desierto), y me identifiqué con muchas de las vivencias, emociones y
pensamientos del libro.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Realmente puedo
escribir solo los fines de semana a causa del trabajo, pero llevo tiempo
trabajando en mi siguiente novela. En mi despacho tengo un grabado heredado de
mi antepasado, el pintor Jenaro Pérez de Villaamil. El grabado es El Alquimista, de Rembrandt, una copia
del que fue la portada de la primera edición del Fausto de Goethe. Descolgué el grabado y allí la ficción se separó
de la realidad, en el interior del grabado había una carta con la que comienza
una aventura. A través del conocimiento contenido en el grabado, Jenaro hizo un
pacto con el Diablo y lejos de morir en 1853, sigue vivo.
Yo le busco a través de las pistas que dejó, de los distintos estilos
pictóricos que practicó y países en los que vivió, hasta encontrarle y con la
ayuda adecuada intentar librarle del peso de la condena de una vida sin fin,
sin el descanso de la muerte.
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