Entrevista a Antonio Navarro Barriga, autor del libro El muchacho que no estaba loco

 

Antonio Navarro Barriga

Antonio Navarro Barriga es escritor y licenciado en Psicología. Entre sus publicaciones, los cuentos infantiles El bosque de MinuEl río de las naves de plataGoteta, Mateo y el tesoro (premio mejor obra juvenil 2022. Editorial Gunis) y las novelas La dama del jardín de la lunaCuando la miseria nos come y El laberinto de Peter Pan. El muchacho que no estaba loco cuenta las vicisitudes de un joven y su dificil vida. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


El muchacho que no estaba loco
ISBN: 978-84-19439-86-4

Número de páginas: 150


Formato: 150 x 230


Colección: Adarve


Autor: Antonio Navarro Barriga


Sinopsis: Un joven de treinta y tres años vive en una incertidumbre permanente tras pasar su infancia entre centros de menores y familias de acogida. Lucha por sobrevivir como cualquier joven de su época, realizando trabajos mal pagados y con escasa consideración. A las dificultades sociolaborales en una ciudad deshumanizada se une el conflicto emocional; Luís no conoce a su madre y lleva toda la vida buscándola. Un día toma la sorprendente decisión de denunciar su soledad. Desde que alcanzó la mayoría de edad acude cada año, en el día de su cumpleaños, a una comisaria de la ciudad en la que vive. De manera fortuita, en una ocasión es testigo otro denunciante que relaciona lo que cuenta Luís con la información recogida en un grupo terapéutico de pacientes de cáncer de mama. Miyint no habla con él sino que deja un manuscrito con varias historias de mujeres reales en la taberna en la que trabaja el muchacho. Por edad y circunstancias vividas alguna de aquellas mujeres podría ser su madre. Tras leer los relatos, crece en el joven la necesidad de encontrar a su madre y eso le lleva a tomar decisiones que no siempre son comprendidas por su entorno, de modo que comienzan a pensar que sufre algún trastorno importante de la personalidad.





Háblanos un poco de ti.

Confieso que no me gusta hablar de mí, pero os diré que soy un hombre sencillo –no todos los que me conocen están de acuerdo en eso- al que le gusta vivir en paz y en contacto con la naturaleza, es posible que decir eso sea no decir nada. Siempre me gustó leer y también siempre tuve el deseo de escribir. Nací y crecí en un pequeño pueblo donde la vida era muy sencilla, quizá demasiado, no sé, tal vez ahí surgió la necesidad de inventar otros mundos. En mi primera juventud llegué a Barcelona, fue como un renacer ante el aluvión de estímulos nuevos, me enamoré de aquella ciudad. Estudié psicología y trabajé en educación especial, luego como psicoterapeuta, y más adelante como profesor universitario ya en Granada. Durante décadas tuve pendiente escribir en serio (hasta entonces había escrito mucho, aunque sin la intención de compartirlo, soy tímido), me puse a ello próximo a los cincuenta años, desde entonces no he dejado de hacerlo ni un solo día.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de El muchacho que no estaba loco?

La necesidad de saberse a sí misma de toda persona, “de saber quién y cómo es” de ser amada y reconocida más allá de su aspecto, ideología u orientación sexual.  

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

La autenticidad de los personajes, los claroscuros de la vida que nos ayudan a penetrar en el alma para encontrarnos con nosotros mismos. Está escrita con un lenguaje sencillo y directo, sin florituras, por momentos puede ser descarnado y también tierno, pero, sobre todo, es el reflejo de la vida de muchas personas anónimas, tan anónimas como la mayoría de nosotros, los nosotros que luchamos a diario por sobrevivir.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Es una reflexión acerca de la importancia que tiene en la vida de todo ser humano conocer sus raíces, saber quiénes somos para poder ser aquello que decidamos ser, aceptarnos y ser aceptados. Un grito desesperado contra la soledad, pero también un canto a la esperanza.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

El muchacho que no estaba loco es la cuarta publicación aunque no la cuarta novela que escribo, diría que ha habido una evolución lógica, ya no tengo la necesidad de contarlo todo en una misma obra como si creyera que no tendré otra oportunidad, pese a esto mi estilo no ha cambiado demasiado, con toda la humildad necesaria diría que tengo voz propia, me interesan los temas que me interesan, expongo mi compromiso con la sociedad, con aquellos que más sufren o que más dificultades tienen para salir adelante, pero quizá lo hago con un lenguaje más directo, más sencillo que al principio, y diría que sin perder profundidad. Ahora cuando escribo pienso menos en construir una historia que llegue a todo el mundo -de novato lo hacía-, así que los personajes eran más contenidos en sus reivindicaciones para no molestar, los personajes de mis últimas novelas son más libres, han perdido el miedo frente a un mundo, con frecuencia y de manera gratuita, hostil. Para resumir, diría que mi universo es más amplio porque he superado los miedos que me limitaban.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

La semana pasada leí “Los pájaros y otros relatos”, de Daphane du Maurier. No había leído nada de ella, pero unos días antes me llegó un comentario acerca de sus tramas descarnadas e inquietantes, y eso despertó mi curiosidad, busqué ese libro y me lo bebí, me ha parecido fascinante la sencillez con la que expone los conflictos. Me ha llamado mucho la atención que los finales siempre quedan abiertos, uno puede concluir la historia como ella sugiere, pero también deja la puerta abierta a otras posibilidades, y, eso me gusta, creo que la realidad no acaba en un punto concreto, tiene flecos, siempre habrá otras posibilidades si somos capaces de mirar en otra dirección, claro.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Sí por supuesto, estoy trabajando en una nueva historia y lo hago con mucha ilusión, se me han presentado unos personajes apasionantes y me han dado licencia para desmenuzar sus vidas, de modo que estamos construyendo ese relato mano a mano, y aunque a veces se producen desencuentros encontraremos la armonía.

Además está la literatura infantil, me interesa sobremanera la infancia, escribo cuentos, algunos de ellos han sido publicados y leídos por miles de niños y niñas, de modo que en mis proyectos siempre conviven la novela y el cuento infantil.

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