Entrevista a Elisa Alonso Fernández, autora del libro Diario de una cuarentena voluntaria

 

Elisa Alonso Fernández

Elisa Alonso Fernández es una escritora valiente y amante de la aventura, vivió en París, Hong Kong, Kuala Lumpur, Grecia, Australia y Nueva Zelanda, donde reside actualmente. Con su primera obra Diario de una cuarentena voluntaria en Sydney, se define a sí misma como una storytellerOs invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Diario de una cuarentena voluntaria en Sydney

ISBN: 978-84-19595-13-3

Número de páginas: 258


Formato: 150 x 230


Colección: Adarve


Autor: Elisa Alonso Fernández


Sinopsis: Cuando los Gobiernos de varios países empezaron a tomar medidas, para intentar atajar la pandemia que se avecinaba, debido a un desconocido virus llamado COVID-19, al encontrarme en ese momento viviendo en Sydney con mi familia, decidí que, a través de mis cuentas de Instagram y Facebook, publicaría mis impresiones a diario, vistas desde la perspectiva de una española, que se encontraba a miles de kilómetros de su tierra y sus seres queridos. Este diario ha sido una gran terapia en esos momentos complicados de incertidumbre, y me ha ayudado, sobre todo, a sentirme más cerca que nunca de mi gente. He disfrutado muchísimo escribiendo sobre historias locales australianas, meigas gallegas, Star Wars, la vida de los expatriados y sus sensaciones, viajes sin planificar, hijos, Madres con mayúscula, comida regional, azafatas de vuelo, el efecto perspectiva, pájaros y pajarracos, entre otros, y sobre todo, leyendo los comentarios de mi familia, amigos, contactos e incluso desconocidos navegantes internautas. Nos hemos reído, emocionado, indignado, enamorado y hasta llorado. Y juntos, nos hemos sentido más cerca que nunca. Si quieres sentir las mismas sensaciones, no te quedes con la curiosidad y compruébalo por ti mismo. Seguro que con muchos de los comentarios y alusiones, te sentirás totalmente identificado.



 Háblanos un poco de ti.

Soy una persona muy extrovertida que siempre está dispuesta a ayudar aunque no me lo pidan. Mi marido dice que ello me lleva a veces a pecar de intrusismo y a pesar de todo, no puedo evitar seguir haciéndolo.

Sin embargo, “curiosa” es el adjetivo con el que más me identifico. Bien por los genes de mis raíces gallegas, o por mi ansia constante de viajar y conocer lugares nuevos. Lo cierto es que debido a esa gran curiosidad por explorar, me ha convertido en una persona con la mente super abierta, que afronta los cambios de forma siempre positiva aunque el horizonte se divise gris.

Soy también cabezota y constante. Intento dar lo mejor de mí en todo lo que me propongo, sobre todo en las relaciones personales. Mi familia y mis amigos son el eje de mi mundo.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Diario de una cuarentena voluntaria en Sidney?

Cincuenta relatos de toda índole escritos de forma espontánea y con muy poca técnica literaria, pero escritos con todo el corazón del mundo durante mi confinamiento en Australia.

A semejanza de “Las mil y una noche”, donde me sentía un poco como Sherezade- iba escribiendo a diario historias y reflexiones que pasaban por mi cabeza. Escribía con el único propósito de compartirlas con mis contactos de Facebook e Instagram, que participaban dejando sus comentarios y conclusiones.

Entretenernos y evadir la mente durante esos días era nuestro objetivo.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

En la espontaneidad sin duda alguna.

Sin un guion programado, las historias y los comentarios de mis lectores iban surgiendo espontáneamente a diario. Cuando decidí reunir todo el material para armar este manuscrito, me propuse no hacer ningún tipo de corrección a posteriori, por temor a que esa espontaneidad se echase a perder.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Haciendo un buen uso de las redes sociales, nunca estaremos solos.

No importa en que parte del mundo te encuentres, siempre habrá alguien al otro lado de la pantalla dispuesto a leerte y acompañarte.

 

¿Cómo describirías tu evolución de escritora desde tus inicios hasta la fecha?

Cuando acabé “Diario de una cuarentena voluntaria en Sydney”, mis lectores no paraban de darme ánimos para que siguiese escribiendo. Por lo que decidí que si tenía que seguir contando historias, y que había gente dispuesta a leerme, debía mejorar mi estilo.

Me matriculé en varios cursos de escritura creativa en La Escuela de Escritores de Madrid, donde aparte de mejorar muchísimo, aprender técnicas diferentes y corregir varios defectillos que llevaba arrastrando, salí más convencida que nunca de que yo había nacido para escribir historias.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Estoy leyendo “Todo esto te daré” de Dolores Redondo. En mi último viaje a España se lo tomé prestado a mi cuñada y me lo traje. La historia se desarrolla en la Ribera Sacra en Orense, de donde es originario mi padre y me pudo la morriña mezclada con la curiosidad.

También tengo en mi mesilla de noche “Encuentra tu persona Vitamina”, de la psiquiatra Marian Rojas Estapé, que lo voy disfrutando por momentos.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

¡Claro! Nunca me doy tregua. Como dice mi padre “La cabeza no para”.

En el escritorio de mi ordenador tengo dos libros de poemas acabados. Algún día tendré que dejar de revisarlos, darles el visto bueno y buscar la forma de publicarlos.

Aunque mi proyecto más inmediato es dar los últimos toques a “Cincuenta”. Una serie de relatos escritos en los 50 días posteriores a mi 50 cumpleaños donde voy enlazando episodios de mi vida con diferentes acontecimientos que suceden en el mundo.

También estoy pendiente de que una editorial de Nueva Zelanda -donde vivo-, me confirme la publicación de un manuscrito en inglés. Otra serie de relatos muy especiales que escribí durante el confinamiento obligatorio al llegar a este país. Aunque eso, es otra historia.


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