Entrevista a Enrique Lizanes, autor del libro La cruz de la victoria
Enrique Lizanes es un escritor sevillano, vinculado desde muy temprana edad a la literatura y al sector editorial. La cruz de la victoria es su primera novela. Una novela histórica que nos transporta a los albores del siglo VIII en la Península ibérica.Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Formato: 150 x 230
Colección: Adarve
Autor: Enrique Lizanes
Háblanos un poco
de ti.
Vivo a caballo entre León y Asturias y llevo una vida apacible, pero de
ningún modo aburrida. Me acuesto temprano y me levanto a las cinco, a veces incluso
antes. Durante ese período de la noche que los latinos llamaban conticinium, cuando todo es calma y
silencio, escribo y leo; por lo general con bastante aprovechamiento. Viajo
mucho por España. Me interesan sobre todo los pueblos y las pequeñas ciudades monumentales
que aún conservan las huellas de su glorioso pasado.
También frecuento las hospederías de los monasterios medievales que
siguen abiertos gracias a la callada labor de los monjes. Entre los viejos
sillares cubiertos de musgo encuentro el retiro perfecto: me proporcionan sosiego
y alivio espiritual.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de La cruz de la victoria?
Cuando concebí la
idea de escribir el libro me impuse una condición: tenía que ser ameno e
instructivo a la vez. Así pues, el lector hallará aventuras, lances guerreros,
historias de amor, intrigas… Y también referencias históricas. La cruz de la victoria es, o quiere ser,
una ventana abierta a la Hispania de principios del siglo VIII y nos muestra
cómo vivían nuestros antepasados en aquella época, sus códigos de conducta, sus
costumbres o sus creencias.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Durante los meses más
duros del confinamiento a que nos obligó la pandemia, mientras mis vecinos se
quejaban porque no podían salir de casa, yo me sentía feliz escribiendo entre
ocho y diez páginas diarias.
Creo que la fuerza del
libro reside en dos componentes fundamentales: de un lado la pasión y el
heroísmo de Pelayo y sus hombres, dispuestos en todo momento a dar la vida por
sus nobles ideales; y de otro la majestuosidad y la serena belleza del parque
natural de los Picos de Europa, antes llamado Montaña de Covadonga, un lugar
maravilloso que tengo la fortuna de conocer bien.
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
Siempre he sentido admiración por nuestros héroes nacionales, y aunque se
ha escrito mucho sobre Pelayo, deseaba rendirle homenaje a ese personaje tan
injustamente tratado por cierta historiografía. El hecho de que los españoles
hablemos una lengua romance que nos hermana con la cultura cristiana, y por
tanto occidental, se lo debemos a la Reconquista, un periodo de gran
trascendencia histórica que inició precisamente Pelayo con su gesta en la
batalla de Covadonga.
La cruz de la
victoria es mi versión
novelada de los hechos que tuvieron lugar en la Hispania visigótica tras la
invasión musulmana. He tomado los pocos datos históricos que existen sobre ese
período para recrearlos mediante el artificio literario.
¿Cómo describirías tu trayectoria de
escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Muy irregular,
llena de largos períodos sin escribir nada serio. Digo nada serio porque nunca
he dejado de escribir: artículos periodísticos, reseñas, cuentos, textos que
yacen olvidados para siempre en cajas de cartón y numerosas notas para
proyectos de libros que luego dejaban de interesarme. Soy un escritor tardío,
aunque mi vocación se remonta a los años de juventud. Pero por razones que
sería prolijo explicar no me he dedicado a escribir, hasta ahora, de forma
sistemática. Mi caso es parecido, salvando las distancias, al de Frank
MacCourt, que publicó su primer libro a los sesenta y seis años.
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
El expediente
del náufrago, de Luis Mateo Díez. En realidad no lo elegí yo; me eligió él a mí. Lo
encontré por azar en una librería de lance. Este escritor leonés nacido en
Villablino, miembro de la Real Academia Española, me fascina por su perfecto
dominio del idioma, que maneja con una precisión exquisita. Su prosa es fina y
transparente como un delicado cendal.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Cuando di por
finalizada La cruz de la victoria
empecé a escribir otro libro siguiendo el consejo de Juan Eslava Galán, a quien
traté con regularidad durante la época en que ambos vivíamos en Sevilla. Es una
novela sobre el mundo del arte escénico ambientada en la España actual. Pero
cuando iba aproximadamente por la mitad me surgió la idea de una obra de
teatro, y me atrajo tanto que dejé la novela y me puse a escribir el libreto.
Hace poco que la he terminado. Espero poder representarla en breve.
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