Entrevista a Álvaro Pérez Capiello, autor del libro El tubo

 

Álvaro Pérez Capiello

Álvaro Pérez Capiello es un escritor y economista egresado de la UCAB de Caracas, Venezuela, y postgrado en Gerencia y Admón. en Barcelona. Ha publicado diecinueve libros: cuentos, novela, ensayo e infantil se encuentran entre su florilegio literario. El tubo es una novela de tintes negros que no podrás dejar de leer. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


El tubo

ISBN: 978-84-19899-18-7

Número de páginas: 160


Formato: 150 x 230


Colección: Adarve negra


Autor: Álvaro Pérez Capiello


Sinopsis: Timothy Albright es un joven gay, prometedor administrador con posgrado en EUA. Tras su regreso a Caracas, como único beneficiario de la herencia de Hortensia Castiglioni, recibe un terreno con la vieja mansión familiar en una de las urbanizaciones más cotizadas de la capital, donde se levantará un exclusivo conjunto residencial. La propiedad, empero, guarda un terrible secreto, oculto en uno de los armarios de la planta alta: un tubo de bronce sepultado en una caja de terciopelo color vinotinto. Este será el comienzo de una historia de muertes misteriosas, tras las que el protagonista iniciará un viaje inesperado al encuentro de su ser interior.

«Nunca mires dentro del tubo, puede que no te guste lo que veas».

Leer primeras páginas



Háblanos un poco de ti.

Esa es una complicada cuestión. Ja, ja, ja (risas), me coloca en una posición similar a la del protagonista de mi novela "El Tubo". Hay que admitir, que resulta más sencillo describir a los demás que a uno mismo. Antes que nada, diré que soy un escritor, y que los personajes de mis novelas son hombres y mujeres comunes, que lidian con los acontecimientos de la cotidianidad a su manera. No hay, pues, héroes capaces de realizar proezas inimaginables, solo aquellos seres de carne y hueso que respiran, comen, trabajan, aman, duermen y batallan con las emociones. Me definiría como un constructor capaz de creer en los sueños, pero sin abandonar la realidad. No en balde, me gradué de economista. Creo en el amor verdadero, en la inmortalidad del alma, y en el arte, aquel que es capaz de trascender el instante que lo incubó.

 

¿Qué podremos encontrar entre las páginas El tubo?

Sin duda, el lector culto sentirá una afinidad con "El Retrato de Dorian Gray", la obra maestra de Oscar Wilde, publicada originalmente, por entregas, en el Magazin Lippincott's, de junio de 1890. Timothy Albright, el protagonista de "El Tubo", es guapo, exitoso, y con una atracción especial por las cosas bellas. Como en el caso del joven Dorian Gray, todo en su vida le sonríe. Eso, hasta que hereda una vieja casa que esconde un terrible secreto en un armario de la planta alta. Pronto, la muerte lo rondará, llevándolo a un encuentro consigo mismo. ¿Estará preparado Timothy a contemplar su verdadera imagen dentro del tubo, al igual que Dorian emplazado frente a su retrato?

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

"El Tubo" es un thriller, de misterio y suspense, que privilegia el elemento sicológico. Constituye una reflexión sobre los siete pecados capitales, las faltas que ensombrecen la conciencia humana en una época de excesivo materialismo. La fuerza del libro estriba en que los personajes transitan la cotidianidad sin saber que sus vidas pueden cambiar en un instante por un evento azaroso, que los conduciría a una realidad capaz de superar, con creces, a la ficción más encarnizada.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Si hay una palabra que resuma el mensaje del libro, esa sería aceptación. Tal vez, los seres humanos hemos sido educados para criticar a los demás y al mundo que se mueve a nuestro alrededor, sin embargo, no somos capaces de lanzar una mirada hacia el interior de nuestro ser. ¿Qué ocurriría si la providencia nos otorgara la gracia especial de observar los más escondidos rincones de nuestra conciencia? ¿Saldríamos, o no, airosos de esta empresa? Las cosas no son buenas o malas per se, simplemente son cosas, de la misma forma que las historias son solo historias.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

Mi primer libro, "Ventanas", fue editado en Caracas, en 1991. Pienso que un escritor nace, si bien su obra se va enriqueciendo a lo largo del tiempo con la experiencia y muchas lecturas. Para mí, escribir es un oficio, casi un apostolado, una manera de vivir y entender la vida. No transitaría un solo día de los años que me restan por delante sin un bolígrafo y unas cuartillas borroneadas en las manos. La profesión del escritor no se escoge. Si hay algo que deseo transmitir a quienes se aventuran en el apasionante mundo de las letras es que deben ser muy críticos con sus obras, y respetar el oficio como quien cuida una gema preciosa. Mi trayectoria de escritor se resume, pues, en trabajo, trabajo, y más trabajo. El día que no me asombre con lo que haya escrito, simplemente dejaré de hacerlo, eso, por respeto a los lectores y a los veinte libros que he publicado.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Me he decantado siempre por los clásicos. Hay cosas que nunca pierden su vigencia... Como lector, disfruté mucho las obras de: Edgar Allan Poe, H.P. Lovecraft, Oscar Wilde, Robert L. Stevenson, Julio Verne, Charles Dickens, o Herman Melville, por solo citar algunos autores. Para mí, eran auténticos remedios para el alma. Últimamente, llegó a mis manos de regalo "Marina", de Ruiz Zafón, una novela que me conectó con los años en que viví en Barcelona (España), y que reconozco está muy bien escrita, trayendo a la memoria pasajes de "El Fantasma de la Ópera", o de "Frankenstein o el moderno Prometeo".

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

He culminado una nueva novela, de espionaje, que promete estimular el goce de los lectores desde la primera hasta la última página. Es una obra de trescientas cuartillas, fruto de una gran investigación, que se desarrolla entre los Estados Unidos de América, México y Roma. Por ahora, me toca el tema de encontrarle un editor. Parafraseando a Juan Goytisolo: "ojalá el viaje del manuscrito dentro de la botella no sea muy largo". De cualquier forma, pienso que cada novela tiene su tiempo, al igual que los buenos vinos, y como todo acto de la vida.

 


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