Entrevista a Javier Jiménez Ramos autor del libro Deus vult
Número de páginas: 268
Formato: 150 x 230
Colección: Adarve
Autor: Javier Jiménez Ramos
Háblanos un poco
de ti.
Nací y me crie en
el barrio madrileño de Hortaleza, en una familia de clase obrera en la que
todos los esfuerzos estaban centrados en llegar a fin de mes y poder dar a sus
hijos la oportunidad de estudiar. No era una casa donde entrasen muchos libros,
pero desde pequeño era algo que demandé, y como no podía ser de otra forma mi
madre hizo el esfuerzo de apuntarse al Círculo de Lectores, y todos los meses
venía un señor a casa con el pedido de la nueva lectura para el niño. Julio
Verne y Emilio Salgari, gracias.
Mi formación profesional
nada tiene que ver con el mundo de la literatura, soy ingeniero y trabajo en el
negocio de las telecomunicaciones, pero siempre ha sido una de mis pasiones.
Actualmente soy,
como dicen, un “neo-rural”, que ha dejado la ciudad por la tranquilidad de un
pueblo en la sierra madrileña donde además de la lectura disfruto de paseos por
el campo y tareas en la huerta.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
Deus vult?
Una novela negra
tratada con humor. Una trama de enredo. Personajes solitarios con necesidad de
dejar de serlo. Situaciones cómicas. Un muerto, un comisario y tres
sospechosos. Guiños a personajes reales de la época (años 80). Dos mancos, un
gato disecado, luchadores de lucha libre, un cura borracho, un poster de Boney
M, un confesionario en llamas, un afilador con su harmónica, comida picante, una
saeta en agosto por la calle Atocha, collejas en comisaría ….
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
Diría, que en el reconocimiento de los personajes, que a pesar de estar
inmersos en situaciones rocambolescas durante parte del desarrollo de la
historia, no dejan de ser creíbles y cercanos para el lector, personas con las
que nos cruzamos o nos hemos cruzado en nuestro día a día. Esa cercanía, que
ayuda a ponerse en su piel, ha sido una herramienta que me ha ayudado a tratar
con humor la narración, y tratar de arrancar alguna sonrisa y, sin ser
pretencioso, espero que alguna risa al lector.
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
A ver si no suena
muy pedante: Que todos tenemos nuestro huequecito en el puzle del mundo que
debemos ocupar, y que seguro que vamos a encontrar personas con las que hacer
el recorrido y con las que encajar. Ahí queda eso.
¿Cómo describirías tu trayectoria de
escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Esta es mi primera novela, anteriormente había escrito relatos breves.
Precisamente en 2014 me premiaron uno en un concurso, y eso me animó a ir un
poco mas allá y apuntarme a la Escuela de Escritores de Madrid, donde asistí a
dos cursos de escritura creativa y uno de novela.
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Galíndez, de
Vázquez Montalbán. Creo que huelga tratar de elogiar al autor, maestro de la
novela negra, quien no haya leído nada suyo que lo haga, por favor. Esta obra en
concreto me llamó la atención porque se sostiene sobre una mezcla de hechos
históricos y ficticios, investigación real y novelada. Desde el punto de vista
de escritor, me deleitó el uso que el autor hace de la narración en primera,
segunda y tercera persona, del presente y del pasado. Os aseguro que llevar al
lector por ese viaje narrativo es algo muy complicado y que sólo escritores de
la altura de Manuel Vázquez Montalbán saben hacer con tanta limpieza.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy trabajando
en una obra de teatro en verso, escrita en décimas, que espero tener lista
antes de que termine 2023. En concreto se trata de una astracanada, género que
siempre me ha gustado y con el que me he decidido a experimentar. Su título
será: “La tragicomedia de La Gran Muralla”. Se desarrolla en un restaurante chino
en Madrid y sus cuatro personajes tejen una trama de enredo tratada con mucho
humor.
¿Un nuevo Don
Mendo?
¡Ojalá! A ver si
con suerte al menos algún día la veo representada.
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