Entrevista a Ernesto González Litvinov, autor del libro Nostradamus, la guerra en Ucrania y lo que está por venir
Ernesto González Litninov es un escritor entre cuyos títulos publicados, además de la divulgación de sus obras en diferentes revistas y antologías literarias, destacan los 30 poemas góticos y Tao, la continuación (Ed. Santiago, 2001) y El libro de las respuestas (Ed. Oriente, 2005). En Nostradamus, la guerra en Ucrania y lo que está por venir se han seleccionado una gran parte de las célebres «cuartetas de Nostradamus» que, por su riqueza semántica y sus abundantes y consistentes pistas, se nos presentan como las candidatas más afortunadas a pasar esa prueba Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Número de páginas: 234
Formato: 150 x 230
Colección: Adarve
Autor: Ernesto González Litvinov
Háblanos un poco
de ti.
Desde niño
siempre fui un lector apasionado y por mi dominio de varias lenguas podía
acceder a diversas fuentes y apreciaciones culturales, lo que influyo en mi
formación integral y universalista. Aunque siendo de formación profesional
artista plástico, lo que me permitió exponer y viajar a diferentes países, incluida
España, mi vocación de escritor se manifestó en paralelo, cosechando
tempranamente algunos premios literarios que me abrieron las puertas de las
editoriales, pudiendo así publicar mis primeros libros de poesía y relatos
cortos. Desde que nací y antes de aprender a caminar ya estuve viajando de un
extremo a otro del Atlántico, y aunque Cuba parecía mantenerse como un eje de
esos movimientos, recién decidí trasladarme a Buenos Aires, donde ahora me
estoy asentando con mi familia.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de Nostradamus, la guerra de Ucrania y lo
que está por venir?
Antes todo es una oportunidad de repasar algunos hechos históricos pocos
conocidos y sorprendentes de los últimos siglos y descubrir a la vez que la
vitalidad que mantiene el interés de los lectores hacia la obra de Nostradamus,
que lejos de agotarse se acrecienta y se renueva cada año, está basada en
algunos aciertos claves que le han permitido a ese autor renacentista de
vocación profética, permanecer como el más demandado en los ámbitos literarios.
Las opiniones politológicas que expreso en torno al conflicto ruso-ucraniano,
son muy personales y no escapan a cierta parcialidad por momentos, pero hay que
tener en cuenta que quien se refiere a ese tema tan candente, no solo nació en
la península de Crimea, sino que también vivió en otras ciudades como Odessa
hasta casi cumplir la mayoría de edad y conoce muy bien cuáles son las causas
subyacentes de ese dramático conflicto, mucho antes de que Putin tomara el
poder de Rusia. Este libro es de múltiples planos, abarca acontecimientos muy
diversos y alejados en tiempo y espacio entre sí, y hasta se propone ir mas
allá de lo que nos parece ahora como verosímil, incluyendo un capitulo que nos
acerca a la posibilidad de un inminente contacto con civilizaciones
extraterrestres… pero sin sensacionalismos y siempre ateniéndome a los hechos
provenientes de fuentes verificables.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
A diferencia de
otras interpretaciones de las Centurias, en este libro se le da una atención
pormenorizada a lo que yo he identificado como las cadenas temáticas en las que
Nostradamus parece confirmarnos la pertinencia de sus cuartetas a determinados
hechos históricos que ahora se nos perfilan con claridad como nunca antes, tal
cual es, antes todo, el proceso de transculturación y cambio de confesionalidad
de las naciones occidentales. En fin, esta versión de las Centurias, presume y
no sin una razón válida, de lo que todo exegeta de Nostradamus siempre ha ambicionado:
el ser un tratado de actualidad.
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
Antes todo quiero
transmitir mi pasión por la historia de la humanidad, que rebasa cualquier obra
de ficción y recordarles a los lectores que todos vivimos hace siglos en un
mismo contexto humano, donde la sal de los acontecimientos más preponderantes
fue y sigue siendo nuestra naturaleza voluble y ambiciosa. Parece que nunca
aprendemos las lecciones más básicas del pasado, aunque estemos a punto de
construir ciudades en Marte. Tal vez el repaso de algunos de estos hechos y su
contrastación con la realidad que vivimos ahora a diario, al menos nos ayude a
entender mejor nuestro propio devenir y sacar algunas conclusiones, ante una
memoria histórica tan corta.
¿Cómo describirías tu trayectoria de
escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Empecé, por donde
empiezan todos: por escribir poemas y mandarlos a concursos, con tal suerte de
que me publicaron en las Ediciones Santiago los “Treinta poemas góticos” y mi
propia exegesis del Tao te King de Lao Tse. En los poemas “góticos” inspirados
en las Coplas de Manrique, en el Mío Cid y hasta en Garcilaso de La Vega,
intenté prescindir de la metáfora, sustituyéndola por otros tropos como la
metonimia que ya usaron mucho antes autores como Homero y Virgilio.
Lamentablemente fue una edición de tirada corta y pasó desapercibida, pero la
siguiente obra fue la que marcó mi línea autoral, que tiene por principio el
ser siempre ameno en mis escritos. Este fue el caso de “El Libro de las
Respuestas”, de la Editorial Oriente, proyectado como un manual alfabético de
diversos términos, abordados por unas pocas estrofas e ilustrado en el estilo
de la gráfica daliniana por mi hermano, el acuarelista Yuri González. Su
atractivo, versatilidad y lo lacónico de las escrituras, lejos de ahuyentar a
los jóvenes lectores de lo que en esencia era un nuevo libro de poesía
epigramática, lo convirtió en un éxito del público, agotándose en poco tiempo
los ejemplares expuestos en las librerías de toda Cuba. Varios años después,
descubrí en el buscador Google, la existencia de blogs donde fueron traducidos
a otros idiomas gran parte de los textos de ese libro y la acogida que tenía en
los comentarios. A partir de ahí empecé mi bregar por las publicaciones
antológicas, de relatos de ficción en revistas literarias y en libros de
certámenes de narrativa, hasta que en el 2016 vio la luz el libro “Nostradamus
a la luz de nuevas revelaciones”, de las ediciones Altera. Lo que creí
entender, de esas primeras experiencias, es que vale la pena abordar temas de
interés y hacerlo de una forma atractiva si es que deseas que lean tu libro, al
fin y al cabo, por algún resquicio siempre conseguirás verter tu alma y tu
filosofía oportunamente, tal como lo hacían antes las plumas reinas de la
historia literaria, siendo ese el caso de esta última interpretación de las
Centuria de Nostradamus. En tiempos de Wi-Fi e Internet de alta velocidad, donde las imágenes en movimiento
acompañadas del sonido, se nos abren con mayor facilidad en la palma de la
mano, con una cantidad de páginas aún más infinitas que el “Libro de las
arenas” de Borges, nos urge no perder el espacio que aun ocupa el libro de
texto tradicional, sea en Pdf o en papel. Cualquier iniciativa a favor de eso, a
la larga, indudablemente valdrá la pena.
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
En realidad, siempre son varios los libros que leo, uno de los últimos es
del Archiepiscope y gran cirujano ruso Luca Voino-Yasenetsky “Espíritu Alma y
Cuerpo”. A veces los libros lo eligen a uno, con anterioridad leí sobre el
tratado científico que expuso ese gran conocedor de la anatomía humana y líder
espiritual de la Iglesia Ortodoxa Rusa en tiempos de la persecución
bolchevique, en el que nos enseña que no solo somos carne y huesos, hasta que
lo encontré en el despacho de mi amigo el padre Sava, en la Habana, quien me lo
regaló. Antes de este libro terminé el “Pasaporte a Magonia”, como parte de mi
plan de documentación sobre el tema OVNI.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Tengo varios
libros sin editar, uno de ellos es una suerte de “historia de la toxicología
cubana” de los años noventa, cuando el país fue tomado in fraganti por las
drogas duras y en la que se relata como ese drama impactó en diversos sectores
y personalidades de la cultura y la vida pública del país. Pero el más
reciente, es un relato muy breve que se titula “¿Cómo hacer una bomba
atómica?”, escenificado en la residencia de Camp David, en tiempos del
presidente Carter. Lo escribí un año antes de que se estrenara la película
“Oppenhaimer”.
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