Entrevista a G. E. Lobato, autor del libro Los niños perdidos no lloran

 
G. E. Lobato

G. E. Lobato es un escritor gaditano, diplomado en Enfermería y máster en Acción Comunitaria en Contextos de Desarrollo, actualmente es capitán enfermero en las FAS. Publica su primera novela, Tres semanas y media, en 2021 y ahora nos presenta Los niños perdidos no lloran, una histsoria de sentimientos y de amor. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


Los niños perdidos no lloran

ISBN: 978-84-10082-13-7

Número de páginas: 194


Formato: 130 x 200


Colección: Adarve


Autor: G. E. Lobato


Sinopsis: Los niños perdidos no lloran es una novela que analiza el amor en todas sus vertientes y nos enseña a través de los ojos de sus protagonistas como las heridas del pasado también pueden cambiar nuestra perspectiva.

Leer primeras páginas




Háblanos un poco de ti.
Hablar de uno mismo siempre es difícil pero estoy seguro de que la descripción más
aproximada sería que soy una persona inquieta, con mucho mundo interior y que le
gusta y le preocupa que todo lo que le rodea esté bien.
Soy gaditano de nacimiento y me gustan las cosas sencillas para yo luego poder
complicarlas, soy feliz en todas las épocas del año pero es en otoño cuando más cómodo
me encuentro para mis proyectos de escritura.


¿Qué podremos encontrar entre las páginas de Los niños perdidos no lloran?
Los niños perdidos no lloran es una novela entrañable donde observamos una historia de
amor desde el punto de vista de una persona de la tercera edad acompañada de otra
visión adulta. Estas perspectivas nos hacen reflexionar sobre los tipos de amor, sobre
cómo en muchas ocasiones nos dejamos llevar por emociones que toman peso y nos
alejan de la razón y cómo eso, a la vez, puede ser bonito y perturbador.


¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Sin duda, para mi la fuerza de este libro reside en como la historia vivida por cada
uno de los personajes y el momento de la vida en que se encuentran, les hace
tomar una visión diferente de un mismo hecho. Y cómo, gracias al cariño, son
capaces de llegar a puntos en común hasta convertirlo en una aventura.


¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
Que no debemos dejarnos guiar por las apariencias, que detrás de cualquier persona
hay una historia que seguramente condicione su forma de ver las cosas, que el amor es
la única forma de limar las asperezas que a priori nos diferencian y que después de ese
pulido, sin duda nos daremos cuenta de que en realidad no somos tan diferentes.


¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta
última?
Escribir es aventura en la que me siento cada vez más cómodo y cada vez con más ganas
de contar. Es apasionante como cuanto más escribes, más descubres cuanto queda por
aprender y cómo el hecho de escribir ayuda a ratos como diversión y otras tantas como
terapia. Publicar es la forma de compartir esa experiencia con el resto del mundo: recibir
imágenes o testimonios de lectores que han decidido aparcar su vida un rato para
sumergirse entre tus pensamientos, es un verdadero regalo en los tiempos que corren, y
creo que a día de hoy es lo que más valoro.


¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
El último lo terminé ayer mismo: Un amor de Sara Mesa. Es una novela que tenía en la
lista de “pendientes” desde que salió y cuando me enteré de que Isabel Coixet rodaba
una adaptación cinematográfica decidí adelantarla para evitar recibir información no
deseada antes de habérmela leído. Desde luego es una novela que recomiendo
encarecidamente sobre todo por la sencillez con la que Sara te atrapa y te habla de tú a
tú hasta que sin darte cuenta, te la has acabado.

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
En estos momentos me encuentro terminando el borrador de mi cuarta novela. La
tercera sigue en reposo, después de haberla escrito a finales de 2022, a darle la última
capa de barniz y empezar con los trabajos de edición y publicación. Es un momento en el
que me encuentro muy cómodo y con muchas ganas de realizar proyectos diferentes, de
escribir y de recibir críticas, aunque sobre todo, estoy deseando de que acojáis a Los
niños perdidos no lloran como se merece y que en nada nos veamos para comentarla
con un buen vino.

Comentarios