Entrevista a Marina Gamazo, autora del libro La hora en la que bailan mis fantasmas

 

Marina Gamazo

Marina Gamazo es una joven escritora leonesa que eligió los estudios de Historia en la universidad. En La hora en la que bailan mis fantasmas deja volar sus miedos y deseos sobre las alas de la imaginación. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.


La hora en la que bailan mis fantasmas

ISBN: 978-84-10082-04-5

Número de páginas: 68


Formato: 150 x 230


Colección: Verso y color


Autor: Marina Gamazo


Sinopsis:  ¿Qué ocurre cuando la esperanza, en vez de ayudar, te aprisiona, cegándote, sin dejarte respirar? Este es un viaje desde una infancia que va matando, una a una y todas a la vez, las ilusiones que sostenían el telón que cubría el mundo real. Y cuando cae el telón se observa una danza, triste y hermosa, entre el miedo y los fantasmas que le dan voz, cerrando el paso. La adolescencia es caos, es negación pero, de alguna manera, la entrada a la vida adulta permite sortearlos hacia una reconciliación con la esperanza.




¿Qué podremos encontrar entre las páginas de La hora en la que bailan mis fantasmas?

Se trata de un proceso de construcción personal, de maduración a lo largo de cinco años que representan el paso de la adolescencia a la vida adulta en el que se producen saltos adelante pero también y sobre todo muchos pasos atrás porque la vida no es una evolución lineal y parece que siempre son más los errores que los aciertos. Es una lucha constante contra los propios miedos y angustias, mis fantasmas, contada a través de una reflexión sobre la esperanza y lo que esta aporta, tanto bueno como malo. Hay poemas de todo tipo y tema pero en todos ellos pueden observarse estos late motiv.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

No tengo claro que se pueda hablar de un único ingrediente pues no soy partidaria de reducirlo todo a un único elemento, creo más bien que todo es relativo y depende de muchos factores. Pero si tuviera que elegir, diría que es una historia personal, de especial sensibilidad y emoción, que, sin embargo, tiene mucho de colectiva. Creo que muchas personas, sobre todo jóvenes de mi generación, pueden sentirse identificados con algunos de los poemas porque al fin y al cabo todos estamos marcados en cierto sentido por una misma época con unos mismos condicionantes.

 

¿Qué quieres transmitir a través de este libro?

Aunque resulte contradictorio, sobre todo al leer los primeros poemas, para mí representa un mensaje de esperanza. El poema que escogí para cerrar la obra es un canto a ella y creo que mi yo más personal y sentimental, el que reflejo en estas páginas, puede estar orgulloso de haberse reconciliado con ella, de haber madurado lo suficiente para darse cuenta de que puede ser un aliado y no un enemigo si se maneja con cabeza, es decir, con la suficiente conciencia de que es necesaria pero nunca va a ser la panacea sino que hace falta una buena dosis de realidad y objetividad.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde los primeros poemas incluidos en la obra hasta los últimos?

Para mí ha sido un proceso de crecimiento personal, en el que he ido ganando libertad conmigo misma. Ya no me preocupa tanto que lo que escribo se ajuste a unos cánones sino que prefiero dejar volar mi imaginación porque sé que no forzarme o imponerme reglas me ofrece resultados más satisfactorios. También considero que he evolucionado hacia una poesía más seria y profunda que probablemente venga marcada por la edad pues cuando empecé a escribir apenas era poco más que una niña y las propias experiencias van forjando la forma de pensar y de expresarse además de los gustos.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

L’étranger, de Camus. Lo elegí casi sin querer, por azar, como todas las buenas lecturas. Rebuscaba en la biblioteca de mi madre como siempre que me apetece leer algo diferente y me llamó la atención porque recordé que me lo había recomendado un amigo al que le pareció interesante. No me defraudó. Salvando las distancias, que no son pocas, creo que su protagonista podría encajar con la desesperanza que transmiten mis primeros poemas.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Nunca paro de escribir poesía aunque dejo que sea ella quien me busque. Siempre procuro tener una libreta y un lapicero o al menos la aplicación de notas del móvil a mano por si acaso me viene alguna idea nueva a la cabeza. Pero proyectos nuevos como tales de momento nada fijo, soy de ir poco a poco. Eso sí, me gustaría publicar novela algún día.

Comentarios