Entrevista a Natalia Murcia, autora de la novela "El día del olvido"

La autora de El día del olvido, Natalia Murcia,nos cuenta acerca del proceso de escritura de su novela y cómo es que decide convertirse en escritora.

¿Cuándo y por qué decides crear tu novela?

Hace cuatro años una familiar me prestó un libro llamado Verónica decide morir de Paulo Coelho en un momento muy específico de mi vida, luego de eso una gran idea empezó a sembrarse en mi cabeza. Cuando tuve más clara la historia me di cuenta que ser cantautora no bastaba, porque una canción no alcanzaría; es ahí cuando decido escribir esta novela.

¿Por qué elegiste llamarla de esa manera?

En los capítulos iniciales la novela se llamaba Los siete demonios, luego decidí terminarla y consideré que el título no era muy preciso y que no transmitía lo que estaba buscando, razón por la cual la nombré La mujer de las teorías. Tiempo después, cuando por fin logré su publicación, decidí leerla nuevamente y encontré en su interior la frase El día del olvido en una sección extremadamente clave en la historia y que en su sentido más profundo significaba la razón por la cual había escrito la novela, así que finalmente y para más claridad del lector, así se nombró.  

¿Cuánto tiempo tardaste en reunir datos e información para poder escribir tu novela?

En un principio la narración está basada en conocimientos adquiridos desde experiencias personales, pero a medida que la novela iba avanzando tuve que indagar en algunas temáticas médicas básicas las cuales me fueron aclaradas por mi hermano, razón por la cual la información me fue fácil adquirirla y no tardé mucho en ello.

¿En qué ingrediente reside la fuerza de esta historia?

Creo que una de las dos fortalezas de la obra reside en el hecho de encontrar personajes desprendidos de una ética y moral cotidiana que puede generar cambios de perspectiva humana, y la otra es la forma especial en que se sumerge al lector en los recuerdos del personaje logrando un desenlace unido a sus posturas personales.

¿Cuál es tu personaje favorito y por qué?

La mayoría de personajes me encantan, busqué siempre darles un toque de originalidad y una participación importante y necesaria para el desenlace. Sin embargo, tengo una gran empatía por Javier, considero que a través de su personaje hay demasiado por aprender.

¿Cómo describirías tu estilo?

Considero que es un estilo sencillo y a menudo utilizo el componente metafórico y ficticio para tratar de expresar y profundizar las temáticas que se presentan en mis obras. Soy una gran seguidora de las obras de Jean-Paul Sartre y por ello siempre habrá algo de su filosofía en mí.

¿Qué parte te resultó más complicada de escribir?

Lo más complicado en la novela fue mantener claros los tiempos y poder diferenciar el presente del pasado, lograr una conexión entre esas secciones de pasado para poder darle un sentido lógico y asombroso a su desenlace.

¿Quién o quiénes fueron los primeros en leer este libro? ¿Cuál fue la primera impresión?

Una gran amiga quien expresó que había manejado un gran suspenso a lo largo de la historia y asombro con el desenlace; y mi pareja que pensó que a pesar de comprender la historia en su forma más literal había una sospecha de que algo más profundo quería transmitir el texto. Es preciso tener en cuenta que ella solo había leído los primeros capítulos pues el libro seguía en proceso de escritura.

Si tuvieras que presentar este libro a nuestros lectores, ¿con qué palabras lo harías?

Es una obra que en su sentido más superficial, es fácil de leer, pero tiene mucho qué decir entre líneas. Desafiar al lector para que indague a más profundidad siempre será mi más relevante objetivo y esta novela no se queda atrás.

¿Por qué crees que nuestros lectores debiesen leer tu libro?

Porque dentro de la cotidianidad que promueve la poca profundidad esta historia intenta recordarle al lector que es un participante importante dentro de la obra, que es necesario que sea él y su análisis quién le dé un buen desenlace.