Entrevista a José Luis Basulto Ortega, autor de Antonio Pérez de Hierro, el hijo de Moctezuma que gobernó España en el siglo XVI
José Luis Basulto Ortega, además de ser cónsul de México en Guatemala, es un asiduo lector e investigador de la Historia de México, España y Guatemala. Producto de su gran curiosidad y pasión ha nacido, tras mucha perseverancia, Antonio Pérez de Hierro. El hijo de Moctezuma que gobernó España en el siglo XVI. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
ISBN: 978-84-18250-12-5
Número de páginas: 484
Formato: 150×230
Autor: José Luis Basulto Ortega
Sinopsis:
Genaro García, Historiador Mexicanista, en su Carácter de la Conquista Española en América y en México dijo: «A pesar de que, entre los historiadores, que desde un principio escribieron acerca de la Conquista, hubo quienes tuvieron a la vista los más fehacientes documentos, solo los aprovecharon en cuanto podían favorecer a los intereses de España…». Pues bien, en esta novela histórica encontrarán casi mil citas a pie de página, con más de 230 libros de bibliografía que, espero, les convenzan de que la Historia entre España y México fue distinta a la que nos contaron malos historiadores. Por suerte, muchos no han creído los cuentos escritos en Las cartas de relación de Hernán Cortés, quien en la Batalla de Centla se apareciera el apóstol Santiago con su caballo blanco y que 400 soldados españoles «conquistaran» a un millón de guerreros mexicanos. Gracias a las lecturas de Genaro García, Cecilio A. Robelo, Ignacio Romerovargas Yturbe, El códice Ramírez y otros textos concluimos que «los otros historiadores mexicanos y españoles» mintieron soezmente a toda una nación. ¡Sapere Aude! ¡Atrévete a saber!
Leer primeras páginas
Háblanos
un poco de ti.
Siempre he sido un lector empedernido. En
1980 descubrí la vieja biblioteca de mi padre y devoré todos los libros
antiguos, encontrándome con autores mexicanistas como Genaro García, Celia A.
Robelo e Ignacio Romerovargas Yturbe. Mi carrera diplomática comenzó en 1981,
ya como cónsul de México, viví de 2001 a 2008 en República Dominicana, donde me encontré el
alcázar de Colón y la supuesta casa de Cortés. Ahí me metí en las entrañas de
la Historia de las relaciones antiguas de México y España, pero le di un
significado, ahondé más en los aspectos que nos unen que en los que nos
separan. Mi librería favorita está en Barcelona y adoro las tapas que venden
cerca de allí. Amo todas las ciudades españolas a las que les cantó Agustín
Lara y le voy a todos los equipos peninsulares de fútbol que tengan jugadores o
entrenadores mexicanos. Así combino, sin prejuicios, lo muy mexicano con lo muy
español, sin hacerme problemas de ninguna especie. Han de saber que del lado de
mi madre vinimos de Asturias y ellos tuvieron la suerte de casarse con un
personaje del pueblo original olmeca tlahuica de Morelos, que era mi abuelo
Onésimo; del lado de mi padre. Mi apellido le da nombre a un pueblo de la
región vasca, Basulto, que por suerte fue traído a México por un cubano al que
apodaban «El Negro», pues era un garrotero mulatón, hijo de esclava y vasco,
nacido en Jalisco que se casó con mujer de pueblo original de origen otomí. Así
que, como «saltapatrás» o «notentiendo», les mando un abrazo afectuoso a todo
ese lector español bello o mexicano hermoso que se interese por saber más sobre
las cosas que realmente nos unen que de lo que nos separan y que, por supuesto,
no van a encontrar ni en internet, a exepción de mi página:
www.joseluisbasultoortega.com
¿Qué
podremos encontrar entre las páginas de Antonio
Pérez de Hierro, el hijo de Moctezuma?
¿Sabían ustedes que Carlos V fue el primer «libertador
de mexicanos» en España?, ¿que impusiera al hijo de Moctezuma a Felipe II para
proteger a su hijo bastardo Juan de Austria? ¿Y que el hijo de Moctezuma le
birlara la novia, la Duquesa de Éboli, a Felipe II, asunto que produjo la
guerra entre el reino de España contra aragoneses, franceses e ingleses? Estos
descubrimientos me llenaron de satisfacción y fue cuando decidí escribir la
novela histórica que me llevó años de dedicación. Todo fue fácil, ya que cuento
con estudios completos de una maestría en la UNAM de Lingüística Aplicada donde
aprendí el oficio de investigador académico y no tuve empacho en poner mis
descubrimientos en casi doscientos cincuenta libros de bibliografía y casi mil
notas de pie de página que jamás encontrarán en internet, al servicio de la
historia de ambos países a fin de que ambos se comprendan más y se rían de
estos quinientos años de mal entendidos. Los españoles dicen que nos conquistaron,
los mexicanos decimos que los gobernamos. A ver a quién le fue menos mal.
¿En
qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
En que la lectura es amena y se apoya en un
fino humor que no deja caer la acción, a pesar de que el tema puede sonar
tedioso, a nadie le gusta la Historia a menos que la cuente alguien que sepa
hacer magia con ella. Me baso en Cervantes: Ilustra y divierte. Además, acabó
con las leyendas, falsedades y fanfarronerías no históricas o anti históricas
que se han inventado unos cuantos en España sobre el pasado de este gran
personaje que fue Antonio Pérez de Hierro y que, gracias a un mexicano
estudioso como yo, está a la altura del tú por tú con cualquiera que quiera
debatir sobre el origen mexicanos del Secretario de Estado de Felipe II.
¿Qué
quieres transmitir a través de este libro?
Lo ideal es que España y México sepan que
nuestro encuentro tuvo repercusiones en la Historia de los dos países. Los
mexicanos nos rasgamos las vestiduras y maldecimos cada minuto acontecido hace
quinientos años en la mal llamada conquista. Pues los españoles no cantan mal
las rancheras, odian a Antonio Pérez de Hierro y hasta falsifican o esconden su
retrato (que aparece en mi portada, yo poseo en Guatemala el único cuadro fuera
de la Biblioteca Nacional de Madrid) y que según los que lo admiran en casa me
comentan: «es igualito a Cantinflas», ¡oiga, usted! En 1528, el hijo de
Moctezuma llegó a España, Carlos V lo entrenó para gobernarlos ya que no
confiaba en la nobleza vernácula. Así que a partir de esa fecha comenzarán a
celebrar ustedes la llegada de quien en vida cambió su nombre de Neza Hual
Xolotl (Monstruo Hambriento) por el de Martyn Cortés y luego Antonio Pérez de
Hierro.
¿Cómo
describirías tu experiencia desde el proceso creativo hasta tener el libro
entre tus manos?
A mí me pasa lo siguiente, cuando encuentro
un tema, en mi cerebro se produce un chispazo que me dice: «¡tienes una novela!»
Eso sucedió en 2001 en República Dominicana, cuando editorial Planeta me pidió
que presentara a uno de sus autores que escribió un libro sobre la homosexualidad
de Cristobal Colón. Obvio que no iba a llegar así como así a la que te criaste,
no señor, me puse a estudiar a fondo el tema, pues hay una regla no escrita en
la diplomacia cultural mexicana que dice que hay que meter a México a prepo y
me eché esa tarea a cuestas. Fue cuando me encontré a Moctezuma II y a Hernán
Cortés, ellos me fueron llevando de la mano por sus vidas y grande fue mi
sorpresa cuando me enteré que Cortés fue obligado por Carlos V a llevarle un
hijo de Moctezuma en 1528 al tiempo que respondía al juicio de residencia,
luego me mandaron a Filadelfia y justo arriba de mi apartamento en la zona
histórica había una librería de viejas ediciones en donde encontré verdaderas
joyas de la Historia antigua de México y España. De ahí en adelante seguirle la
pista a ambos fue fácil, tanto que demoré veinte años en terminar la novelita a
mi entero gusto, pero la terminé, y eso, eso fue a toda madre.
¿Cuál
fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Son dos que leo y releo al mismo tiempo
desde hace dos años para mi próximo libro —TRASH:
Teóricos recalcitrantes de los antiguos sacrificios humanos— y no los
suelto por nada. El primero se llama Inicios
del Dominio Español en Indias, escrito por el guatemalteco Jorge Luján
Muñoz; es un libro viejo, lo encontré en la zona 1 de Guatemala, donde vivo y
trabajo (en la Embajada de México). El autor realiza una exhaustiva
investigación documental sobre las leyes, ordenanzas y criterios que
escribieron los españoles y la iglesia en relación con sus políticas aplicables
a los nuevos territorios en Las Indias y sus habitantes, da escalofríos y no es
apto para cardiacos. El segundo es del alemán Peter Hassler, Sacrificios Humanos entre los aztecas,
que con armas académicas y científicas incontestables que evidencian toda la
mentira de mala leche que existe detrás de los cronistas, historiadores,
antropólogos, arqueólogos, etnólogos y lingüistas, sobre los sacrificios
humanos en México y Guatemala.
¿Cuál
es tu visión acerca del panorama literario actual?
Bien, el best seller de las grandes editoras comerciales me da mala espina,
igual que la televisión en general, el cine estadounidense y las redes sociales
en manos de la mal llamada «inteligencia artificial». Del Premio Nobel de Literatura
ni se diga. Hay que buscar entre el pajar a ver si encontramos la aguja, mis
respetos por las casas editoras que apuestan por los invisibles, los sin
nombre, los ignorados, los anónimos, porque de ellos será el mercado de mañana.
Dejen al lector que elija, dije al lector, no al coleccionista de libros para
tomarse la foto y ponerlos de adorno detrás porque quiere apantallar. Reto a
mis lectores a que visiten mi biblioteca a ver cuántos libros encuentran que no
tengan una anotación, marcado un error, subrayada una frase que me hizo el día,
la fecha de cuando lo inicié y cuando lo terminé y no dejen de revisar el bote
de basura donde fueron a dar algunas obras que se lo merecían.
Y
ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Tengo tres: TRASH (Teóricos Recalcitrantes de los Antiguos Sacrificios Humanos),
el ensayo del que ya les hablé, voy en la página setecientos, más lo que se
acumule y que me sirve para reivindicar el buen nombre de los mayas de
Guatemala y de los mexicanos antiguos antes de la llegada de los europeos,
esclavos africanos y judíos que los acompañaban.
SECUESTROS, que es mi primera novela negra y habla de mi experiencia personal
en cuatro o seis diferentes secuestros en los que participé en Jamaica,
República Dominicana, Guatemala y México y que, por suerte, los verdaderos
protagonistas aún están vivos, al igual que yo (uno de los secuestrados) para
contarlo. Este libro va casi en una tercera parte y lo estoy escribiendo con
gran sentido del humor (negro).
UBICO
Y MACISTE: otra novela histórica sobre el único
presidente andrógino que ha habido en el mundo y su guardaespaldas transgénero
(ambos guatemaltecos de mediados del siglo XX) que me llevó seis años de
investigación documental y de los que nadie quiere hablar en esta República de
Guatemala que tanto amo y quiero y que, cuando la publique, seguramente me
echarán de mi amada segunda patria chapina, declarándome persona non grata por decir la verdad histórica
de uno de sus más importantes presidentes y de su desalmado/a guardaespaldas.
¡Super!
ResponderEliminarEspero algun dia leer sus libros.
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