Entrevista a Francisco Javier Sanz Casado, autor del libro Sobre la marcha
Francisco Javier Sanz Casado es licenciado en Ciencias Químicas y autor de la novela Una larga partida. En Sobre la marcha podemos encontrar un libro sobre cómo el amor y la pasión atrapan a sus protagonistas de una manera imprevisible e irremisible. Os invitamos a conocer más a través de esta entrevista.
Número de páginas: 126
Formato: 130 x 200
Colección: Adarve
Autor: Francisco Javier Sanz Casado
Háblanos un poco
de ti.
Mis
primeros escritos comenzaron en mi niñez. Todavía recuerdo aquellos relatos
infantiles en los que hacía volar mi imaginación las tardes de verano en casa
de mis abuelos. Por desgracia no conservo ninguno: ocurrió que un día me
cogieron el cuaderno, lo leyeron y, aunque a todos les pareció fenomenal la
recién descubierta afición, como era muy tímido lo pasé tan mal que, a partir
de entonces, cuando terminaba uno lo rompía para que nadie lo leyese. Más tarde,
en el instituto, desarrollé esta afición con los trabajos que los profesores
nos mandaban y, poco a poco, fui perdiendo la timidez y ganando seguridad al ver
que valoraban muy bien mis redacciones y relatos.
Podría
haber continuado estudiando humanidades y, sin embargo, debido también a mi
inquietud por la ciencia elegí cursar la licenciatura de químicas. Y de la universidad, a la empresa
privada, donde desarrollé una carrera profesional alejada del mundo de la
literatura.
Aun
así, hace ya unos años me llegó el punto de inflexión cuando me dije: “Has escrito
muchas cosas que se han perdido, algunas colaboraciones, muchas revisiones e
informes por temas de trabajo, incluso tienes unos artículos publicados de la
época de investigador científico: ¿Por qué no escribes de una vez un libro? No
hay excusas que valgan”. Fue un reto personal en el que dos pasiones se
juntaron: La literatura y la historia, y de ahí surgió mi primera obra, Una
larga partida, una novela encuadrada en el género histórico.
Y
ahora ve la luz la segunda, Sobre la marcha.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas
de Sobre la marcha?
No elegimos de quien nos enamoramos.
Simplemente, pasa. Sobre la marcha es el relato de cómo unos personajes ven
alterada su vida cotidiana por una fuerza que no pueden controlar y les
arrebata.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
Quizá
en el hecho de que la situación que viven los protagonistas se ve absolutamente
condicionada por el tiempo, cuyo transcurso inexorable se cierne sobre ellos.
¿Qué quieres
transmitir a través de este libro?
Siempre
me interesaron unas palabras que tienen un significado cercano porque se
refieren al amor en distintos grados y matices: Enamoramiento, deseo, cariño,
aprecio, amistad… Pero ¿en qué medida juegan en nuestra vida? Me respondo que,
en cada persona, en una manera y proporción diferentes. Estos personajes lo
vivirán de una forma determinada.
¿Cuál fue el
último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Suelo
tener un par de libros a mano, uno de ficción y otro de estudios o ensayos históricos
y cuya lectura voy alternando. Conocer la historia no solo satisface mi
curiosidad sino que me permite acercarme a episodios que pueden inspirarme un
relato. Así fue cómo surgió mi primera novela. En este sentido, el último libro
que he leído ha sido Soror, mujeres de Roma de la historiadora Patricia
González, una obra de no ficción sobre el desconocido papel de las mujeres en
la antigua Roma. Como dice la propia autora, más allá de las fuentes escritas
por hombres y que solo hablan de generales y batallas, se trata de que ocupen
el lugar que merecen en la historia. Diría más: no es posible entender la
historia de cualquier época sin las mujeres.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Estoy
terminando una novela que recrea una parte de la vida de uno de los reyes
medievales sobre los que más se ha escrito y, sin embargo, también de los más
desconocidos. Una vida que deja Juego de tronos como una novela rosa. Mucho
de lo que ocurrió en su reinado sigue siendo hoy en día un enigma y, por tanto,
un reto. Me he documentado lo más posible, y dado muchas vueltas a las ideas en
la cabeza tratando de encontrar explicación, lo más fundada posible en los
hechos históricos conocidos, a tantas cuestiones ignoradas. Pero, sobre todo, he
intentado construir un relato en el que el principal reto era imaginar al hombre
que llevó aquella corona y cómo podría haber sido su voz, una voz de la que
apenas han quedado vestigios en la historia. Afortunadamente, donde un
historiador no puede permitirse llegar, puede hacerlo la imaginación del
escritor.
Y
estoy comenzando a dar forma a otra obra, esta de temática moderna, pues me
gusta ir alternando ficción histórica y contemporánea.
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